sábado, 29 de junio de 2024

UNA GRAN NOVELA, UNA PELÍCULA DECEPCIONANTE


Cuando llegan estas fechas, los estrenos empiezan a bajar de intensidad, no de número, y hay que buscar refugio en otras cosas: libros, exposiciones, conciertos… Esta semana propongo un libro estupendo y lamento un estreno decepcionante.

 


El último telesilla, John Irving Tusquets 2023

Llevo dos semanas sumergida en las 1050 páginas del libro de John Irving, El último telesilla. Cuando Irving acierta, lo hace a lo grande y esta es una novela apasionante. Irving traza un recorrido de la historia de Estados Unidos desde 1941 hasta ahora mismo de la mano de Adam, el hijo de Pequeña Ray. Adam crece en un mundo de mujeres, de mujeres lesbianas y cariñosas a las que adora. Su madre, Pequeña Ray, Molly, la pistera, Nora, su prima, y Em, la que no habla. Junto a ellas Adam tiene un padrastro que acaba siendo una madrastra. Con estas cuatro mujeres, más una, siempre cerca de él, el escritor Adam y el escritor Irving van contando la historia de un país, de un mundo. Su infancia en Exteter en la casa de su abuela poblada de fantasmas; en Nueva York compartiendo piso con su padrastro/madrastra Elliot; en Vermont con su hijo Matthew y sobre todo en el Hotel Jerome, el mítico hotel de Aspen donde su madre, una adolescente de 17 años, se encontró con un chico de 14 y de ahí nació Adam. El Hotel Jerome y sus fantasmas, el hotel también tiene fantasmas, es la magdalena de Proust de Adam, magdalena que debe compartir con Moby Dick, el libro que lee y relee, toda su vida. Pero su busca del tiempo perdido es un guión que escribe en el hotel. Porque Adam es escritor, pero también guionista. El cine es otro de los fantasmas magníficos que le acompañan en su travesía de falso esquiador. Adam escribe en un momento de la novela: “Cuando escribes sobre tu vida en forma de guión, es como si estuvieras viendo la vida de otra persona: no es tu vida y no la estás viviendo.” Divertida en su manera de explicar las cosas y en su lenguaje (muy buena la traducción de Juan Trejo), políticamente incorrecta en muchos aspectos, inesperada en sus personajes, escrita con una gran libertad, esta novela es Irving en estado puro. No sé si este será el último telesilla de su carrera como escritor, tiene ya 80 años, pero en todo caso viene a sumarse a la larga lista de novelas suyas que me han gustado mucho.

 


Una decepción Kinds of Kindness de Yorgos Lanthimos

No suelo escribir de películas que no me gustan, para qué. No hace falta. Pero cuando me encuentro con una película de un director que siempre me ha interesado, unas veces mucho, otras veces menos, y me resulta una decepción, creo que debo decirlo, aunque sea unirme al coro de lamentos críticos que desde su pase en Cannes viene recogiendo este film. No entiendo porque Yorgos Lanthimos ha hecho esta película que son tres y en realidad no es nada. Dura casi tres horas y podría ser una serie  de cualquier plataforma. Si, en serio. Podría serlo y de serlo, habría visto el primer capítulo, La muerte de R.M.F. pensando que Lanthimos me volvía a contar la misma historia que desde Canino viene explicando: el poder de la manipulación de los hombres, la sumisión como forma de vida, el control como ejercicio de dominio. Vale, de acuerdo. Empezaría a ver el segundo capítulo, R.M.F. is Fliying y ya me removería en el asiento: más de lo mismo, mismos actores, diferente situación, pero Alps ya era eso. Llegados a este punto, no sé si vería el tercer capítulo. Como estoy en el cine porque es una película y no me puedo (o no quiero) irme, me enfrento a R.M.F Eats a Sandwich, con resignación. Me aburro y eso es algo imperdonable en un film de tres horas. Al salir me pregunto ¿por qué Lanthimos ha querido hacer esta película? ¿Qué necesidad tenía de caer en el manierismo de su propia obra, de repetir fórmulas conocidas, que aunque sean inventadas por él y su guionista habitual  Efthymis Filippou, no dejan de ser fórmulas gratuitas? Nada tiene sentido.  Después de una película tan redonda como las Pobres criaturas, contarnos estas bondades malvadas, no tiene justificación. Desde mi modesta opinión, le recomendaría al director griego que se tomara un tiempo de descanso, de reflexión sobre lo que quiere hacer. O caerá en el pozo de un estilo sin nada dentro. 

El regalo de esta semana es un homenaje a las mujeres de Irving.


 

 

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