sábado, 26 de octubre de 2024

ORGULLO(S)

 

1. Sentimiento de satisfacción por los logros, capacidades o méritos.

2. Arrogancia, vanidad, que suele conllevar sentimiento de superioridad. 

3. Amor propio, autoestima. 

4.  Persona o cosa que es motivo de orgullo

Cuatro definiciones de la palabra Orgullo que me sirven para hablar de cuatro películas. Dos documentales y dos ficciones.


Orgullo 1 Orgullo Vieja, Chema Rodríguez (Movistar+, algunas salas de cine)

No hacen falta muchas explicaciones para entender porque esta película es un ejemplo de la primera definición de orgullo Su propio título lo indica. Orgullo Vieja, no de vieja, ni por ser vieja: Orgullo Vieja. En realidad este es el título de un espectáculo de humor montado por un grupo de mujeres del barrio de Triana en Sevilla que tienen entre 67 y 97 años. Pepa, Antoñita, Pepi, Esperanza, Remedios, Kiska, Catalina y Rafaela son ocho amigas con un deseo: hacer un espectáculo de monólogos de humor. Su intención primera es divertirse, pero además quieren demostrar que ni la edad, ni los kilos, ni las dificultades de movilidad, son obstáculo para hacer lo que les apetece y de paso reclamar respeto para las personas mayores. Chema Rodríguez, un director de filmografía atípica pero muy interesante, las acompaña desde que nace la idea y empiezan a pensar en hacer un espectáculo teatral dirigidas por Rafael Galán “Falín”, hasta que éste es una realidad en una gira que las llevará a estrenar en Madrid. Orgullo Vieja transmite un sentimiento de alegría y de vitalidad, también de libertad y de solidaridad. Estas mujeres son libres y hablan con franqueza de su vida, de su sexualidad, de lo que querían y lo que quieren. Son mujeres que han aprendido a volar a una edad en la que normalmente se las encierra en una residencia o se las reduce a cuidadoras de nietos. Son abuelas, si, pero sobre todo son viejas estupendas. Y orgullosas.


Orgullo 2 Las mujeres de la ultraderecha Alana McVerry, Movistar+

Este oportuno documental de la BBC sigue a la guionista inglesa Layla Wright en un viaje por la América profunda de los estados de Tennessee, Texas y Arizona, para descubrir e intentar entender porque hay tantas mujeres jóvenes en Estados Unidos que defienden opiniones extremas antifeministas, racistas, conspirativas y muy reaccionarias, enmarcadas en un poderoso movimiento de ultraderecha política. Todo nace de una reflexión que la guionista y guía del documental se hace a sí misma: ¿Por qué hay tantas chicas de mi edad con opiniones sobre la mujer tan diferentes de la mía? ¿Qué las atrae a los movimientos ultraconservadores y quiénes son estas mujeres? Layla se encuentra con tres de estas mujeres muy representativas y con una enorme influencia. Hannah Faulkner, una adolescente de 16 años de Nashville, vive en una familia tradicional y religiosa controlada por su padre, un ex pastor. Hannah se ha convertido en una estrella del firmamento ultraconservador gracias a su lucha contra las personas trans. Layla la conoce el día que recibe un premio a la Joven Estudiante Más Patriota y convive con ella y su familia intentando reprimir su rabia por la manipulación que hace de ella su padre. Otra de sus interlocutoras es Morgoon McMichael. Morgoon tiene 24 años, miles de seguidores en la red se apuntan a sus mensajes contra el feminismo y las feministas a las que acusa, entre otras cosas, de prohibir a las mujeres tener hijos. Morgoon considera que las mujeres han nacido para ser madres y esposas y los hombres para mantenerlas y que si las feministas la cancelan y la atacan es porque está haciendo lo correcto. La tercera mujer que Layla entrevista es un poco mayor y desde luego mucho más peligrosa. Christie Hutcherson, líder de un movimiento denominado Mujeres en lucha por América, se dedica a “cazar” inmigrantes ilegales en la frontera con México a los que presenta como terroristas que forman parte de una gran conspiración para acabar con los americanos blancos. Las tres dan miedo, aunque son miedos distintos. Las tres congregan millones de seguidores en las redes y las tres consideran que tienen la única verdad posible. Están orgullosas  de su superioridad sobre el resto de la sociedad. Son las herederas de Phyllis Schlafly, la política de la ultraderecha que tan bien retrataba la serie Mrs America. Pero estas chicas, por lo jóvenes y lo desinformadas que están, por la cantidad de mentiras que han asimilado y ellas mismas difunden, son mucho más terribles. En la derecha política y conservadora ha habido muchas mujeres que no tenían estas ideas tan absolutamente reaccionarias sobre la sociedad. Lo nuevo de estas chicas es que son mujeres jóvenes que reaccionan con gran violencia a unas ideas progresistas que sienten como una imposición, como una dictadura del pensamiento. Hay muchas posibles explicaciones para este comportamiento, el desencanto general, la crisis de identidad, la falta de valores en los que creer. Pero también me hace pensar que desde la izquierda y los movimientos feministas, hay algo que no se está haciendo bien y se está dejando un terreno baldío para que la extrema derecha siembre la semilla de la reacción. Da miedo verlas, da miedo escucharlas, pero me parece necesario saber lo que están haciendo. Más cuando faltan tan solo unas semanas para las elecciones en Estados Unidos donde estas mujeres tendrán un papel decisivo como fieles y devotas seguidoras del Omnipotente Trump.


Orgullo 3. El llanto Pedro Martín-Calero.

En esta interesante película de terror psicológico, o de terror travestido, o de terror cotidiano, el orgullo entendido por amor propio y autoestima está en su director y en su guionista. Isabel Peña y Pedro Martín-Calero pueden estar orgullosos de  haber hecho un film que trata el tema de los abusos y el maltrato desde una perspectiva absolutamente original. El llanto es una película de capas: la más superficial es la de una historia de terror y miedo a algo desconocido, algo que no se ve, pero está ahí. Algo que solo un dispositivo puede revelar: un móvil, un ordenador, una cámara. Lo invisible se hace visible, el miedo en forma de fantasma acechante. Lo que une a las tres protagonistas a través del tiempo y en dos ciudades distintas, es el llanto que escuchan, un llanto de mujer que parece venir de un edificio blanco, de un apartamento abandonado, el mismo en Madrid en nuestros días que en La Plata en Argentina hace veinte años. En esa moderna casa encantada y del terror se esconde un terrible secreto que afecta las vidas de Andrea en el Madrid del 2023 y de Camila y Marie en La Plata de hace veinte años. Aun hay otro motivo de orgullo, ajeno al argumento. El llanto, cine de género en todos los sentidos, participó en la sección oficial de San Sebastián ante la suspicacia de algunos críticos. Era una apuesta del festival que salió bien: Pedro Martín-Calero ganó ex aequo la Concha de Plata al Mejor Director. Todo un orgullo.


Orgullo 4. Rita, de Paz Vega

¿Quién es la persona motivo de orgullo en esta  interesante opera prima? ¿Mari, la madre que soporta calladamente un continuo maltrato; Rita, la niña de siete años que todo lo ve y todo lo entiende; o Paz Vega, la actriz que ha demostrado ser una sólida y muy segura directora? Puede que las tres y por distintas razones. En realidad Mari, la madre sufre más de falta de orgullo, aunque para su hija es alguien a defender, querer y no olvidar. Rita es una niña de siete años de grandes ojos que ve como su madre se va consumiendo, se va apagando sumida en la tristeza y la desesperación que le provoca un marido que no solo no la entiende, tampoco la quiere. La violencia de género tiene muchas caras. Los hijos son una de ellas. Aunque Mari intenta que Rita y su hermano Lolo tengan una infancia feliz, es prácticamente imposible lograrlo con un marido siempre enfadado, exigente y nada respetuoso con ella.  A pesar de todo, Rita es una niña alegre y protectora, su madre está orgullosa de ella. También su padre, porque José Manuel, un taxista al que lo único que le interesa es el futbol, en realidad quiere a sus hijos. Todo pasa en un barrio popular de una Sevilla calurosa y asfixiante en el verano de 1984, durante la celebración de la Eurocopa de futbol. Un barrio parecido al de la propia Paz Vega que ha reflejado en la cinta espacios, situaciones y personajes de su infancia, dejando claro siempre que esta no es una historia autobiográfica. Con estas premisas, era muy fácil caer en una simple denuncia social. Pero Paz Vega, y por eso debe estar muy orgullosa, ha sabido trascender el melodrama y el neorrealismo que late sobre la película, para hacer un film, sobrio y luminoso, feliz y al mismo tiempo aterrador que deja fuera de campo la violencia explicita y precisamente por eso la hace aun más presente.

EL RINCÓN DE LA RAREZA

Historia de pastores, Jaime Puertas

Recupero el texto que escribí en abril después del D’A Film Festival para llamar la atención sobre una película que se estrena esta semana aunque no sé en qué cines: Historia de pastores: “Historia de pastores pasa en un futuro cercano, el 2027, en el campo granadino que se ha quedado sin agua y donde los cortijos se han convertido en ruinas arqueológicas. Hay un misterio, una extraña piedra caída del cielo, una excavación de un poblado neolítico, una atípica estudiante de geología que busca un cortijo perdido. Y hay dos pastores, uno, José, sufre una extraña erupción cutánea; el otro, Jonás, es el heredero de una saga de pastores que han visto un ángel. Todo pasa en un contexto de cotidianidad pueblerina, de vidas rutinarias, de cielos ardientes y ovejas de cristal. Si son capaces de imaginar todo esto en una película que cuenta cuentos y tiene como estrellas drones que vigilan permanentemente desde el cielo, se harán una idea de lo que es este film inclasificable, lleno de imágenes impactantes, donde la rareza empieza con una becaria de pelo blanco y arrugas y sigue con un hombre iluminado mientras otro hombre atraviesa, literalmente, al otro lado de la realidad. Lo raro en lo más cercano.”

El regalo de esta semana es una mujer orgullosa en el mejor  sentido de la palabra.



 

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