También
esto pasará es un titulo magnifico, sea en una novela, en
una película o en una entrada d este blog. También esto pasará es una frase que
Milena Busquets utilizó en el libro sobre su madre, y María Ripoll ha puesto en
la película basada en el libro de Milena. La frase es el centro vital de un
mini cuento sufí. “Un rey, buscando consejo para lidiar con la alegría y la
tristeza, le pide a sus sabios un mensaje para llevar grabado en un
anillo. Los sabios le dan el mensaje "Esto también
pasará". El rey lo lleva cuando es feliz y cuando es infeliz, y se da
cuenta de que la vida es efímera y que todo pasa.”Las tres películas de esta
semana hablan de eso, de que también esto pasará.
(un rincón en una pequeña
quinta barcelonesa)
Una quinta portuguesa, Avelina Prat
Descubrí a Avelina Prat con su
primera película Vasil. Entonces
escribí en el blog “Esta es la historia de una amistad extraña y desigual tanto
como de un proceso de humanización por ósmosis.” (entrada del 5 de noviembre
del 2022, por si alguien quiere verla). Vasil
era una película única, no alineada, o como dice Alex Gorina, “Avelina Prat
transita el cine por una vía totalmente suya con pocos contactos con las
directoras de su generación”. Con su segunda película Una quinta portuguesa, la directora valenciana demuestra que sigue
su camino al margen de cualquier moda. Esta es la historia de un hombre que se
convierte en otro, de una mujer que desaparece y aparece en el rostro de otra y
de otra mujer que vive en un mundo que no es de nadie. El protagonista,
Fernando, Manolo Solo espléndido en su desconcierto, se encuentra un día que su
mujer, Milena, se ha ido. Sin saber muy bien qué hacer, acaba renunciando a su
trabajo de profesor de geografía y busca refugio en un pueblo costero de
Portugal. Allí conoce a Manuel, un jardinero que le habla de una quinta
portuguesa. Dejando atrás a Fernando, su yo urbano, el nuevo Manuel llega a esa
quinta que es un paraíso de flores, árboles, belleza y paz, donde reinan a
distintos niveles, Amalia y Rita. Lo que viene después mejor lo descubren y lo
disfrutan y lo viven viendo esta película imprescindible en la que las cosas
pasarán para ir dejando en el alma de
Fernando/Manolo, y de las mujeres que le rodea: la sutil Amalia, la cariñosa
Rita, la Mlilena reencarnada, un aliento de felicidad envidiable y duradera. Una quinta portuguesa es una película
preciosa, como las flores que con tanto amor cuida Fernando/Manuel.
También esto pasará Maria Ripoll
Si, también esto pasará y
vendrán otras cosas y otras películas y otros libros. Pero de momento, lo que
tenemos hoy y aquí es un curioso ejercicio de creación bastante insólito. En el
2015, Milena Busquets (curioso, otra Milena) publicó un libro doloroso y
emocionante sobre su vida con su madre, Esther Tusquets. María leyó el libro en
un momento de muy cercano emocionalmente a lo que Milena contaba, pero entonces
no pudo comprar los derechos. Pasaron los años y por fin, en el 2024, pudo hacerlo.
La película se estrena esta semana en los cines. Pero lo más interesante es lo
que vino después. Milena Busquets siguió el rodaje de cerca, estuvo en Cadaqués
mientras filmaban y compartió secuencias con el equipo. Era extraño, “Ella
escribe un libro con el deseo de poder ver otra vez a su madre y de repente en
el rodaje “ve” a su madre, que vale, era Susi Sánchez, pero era “su” madre.”,
dice María Ripoll. Y de esa impresión nació un deseo: escribir un libro que
reflejara la sensación de “me quiero quedar aquí”. La dulce existencia es un texto de memoria, de cine, de
sentimientos: “Al final del paseo vi aparecer a una figura alta y desgarbada,
muy bella, con una chaqueta de punto rojo sobre los hombros. Era Susi Sánchez,
pero también era mi madre. Sabía que era Susi Sánchez, no me había vuelto loca,
no se parecía en nada a mi madre, y sin embargo, bueno, lo que yo soñé, deseé,
escribí y seguí deseando hasta el final de los tiempos, volver a ver a mi
madre, tenerla una vez más delante de mí, estaba ocurriendo.” La magia del cine
revive los recuerdos, les da cuerpo y permite cerrar círculos perfectos: un
libro, una película, un libro. Leer, ver, leer, es toda una experiencia.
Condenada belleza del mundo, Luis Martín-Santos
Leer La dulce existencia, un libro literario que es un making of
creativo sobre un rodaje, me hizo recordar otro libro precioso y muy poco
conocido: Condenada belleza del mundo,
de Luis Martín Santos. En el año 1963, tras la trágica muerte de su mujer
Rocío, Luis Martín-Santos aceptó la invitación de su amigo Antxon Eceiza para
ir al rodaje en Almuñécar de El próximo
otoño. Luis cogió el coche huyendo de un San Sebastián de tristeza y viajó
solo hasta Almuñécar en la costa granadina. De ese viaje nació uno de los
libros más hermosos que he leído nunca sobre el cine. Es un making of del
rodaje de Eceiza y es a la vez, una reflexión emocional sobre la belleza y la
creación. Sus primeras palabras son estas: “Condenada belleza del mundo:
Piedras secas, aldeas olvidadas, olivos retorcidos, viñas implantadas en esa
tierra estéril que se descuelga hasta el mar. Condenada belleza del mundo:
¡Cómo te precipitas desde lo alto sobre los montes cansados, sobre la carretera
que desciende, sobre las piedras rojas, sobre la mansedumbre de la tierra que
te espera! Quiero comprenderte, quiero poder seguirte hasta el pasado desde
donde llegas, transportada a lomo de los infinitos coitos fecundos de los
animales, de las semillas de las plantas, de los pólenes que acarrearon los
insectos, de los recuerdos de las existencias concluidas, casi evanescentes,
que de nuevo surgen cuando te vemos tan limpia como la esfericidad de una
piedra pulida por las aguas del tiempo en la mano de Alguien que la va a
arrojar contra nuestra frente de hombre.”. Martín-Santos habla de la tierra a
la que llega y en cierto modo está describiendo a su propia mujer y su deseo de recuperarla. Luego, ya
sumergido en el rodaje, nos describe sin nombrarlos a todos los que participan
en ese trabajo, con distancia y con inteligencia, con el ojo de un científico
que disecciona el alma. Publicado por primera vez en el 2004, el libro se puede
encontrar en el volumen 1 de la Narrativa
Breve de Luis Martín-Santos publicado por Galaxia Gutenberg.
El cielo de los animales, Santi Amodeo
También esto pasará podrían decirse los protagonistas de la inclasificable nueva película de Santi Amodeo, El cielo de los animales, basada en un libro de relatos del escritor americano David James Poissant. Es curioso cómo se enlazan los títulos de esta semana a partir de las pérdidas y del dejar que el tiempo pase: la pérdida de la Milena de Fernando, la pérdida de Milena/Blanca en el film de María y la pérdida de los seres queridos que protagonizan estos cuatro cuentos sobre difuntos pasados y futuros: los que fueron, los que serán y los que se van ante nuestros ojos. Y también curioso que un libro como Condenada belleza del mundo nos dé la clave para entender el film de Santi Amodeo: “seguirte hasta el pasado desde donde llegas, transportada a lomo de los infinitos coitos fecundos de los animales, de las semillas de las plantas, de los pólenes que acarrearon los insectos.” En este film extraño y luminoso, dorado y verde, hay animales, una serpiente terciopelo, abejas en una colmena, un cocodrilo. Pero sobre todo hay personas que viven un momento difícil sin dramatismo, incluso con un cierto humor, (Manolo Solo vuelve a aparecer en un personaje antológico convertido en protector de un cocodrilo). Las piscinas, el agua mejor dicho, une las tres historias, la de Diego y Amanda, la de Vega y Darío, la de Beni y Fran, y a su vez une todas las piezas. El agua del riego en el jardín de la quinta portuguesa, el agua del mar en el Cadaqués de Milena/Blanca/María, el agua del Mediterráneo de Almuñécar, el agua que llena el cielo de los animales.
El regalo de esta semana es un
azul de agua limpia
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