Esta
semana hay pocos estrenos reseñables. El
niño 44 no la he visto, pero parece lo más
interesante. White God, del
húngaro Kornél Mundruczó, no es un film
que me atreva a recomendar a todo el mundo, aunque tiene algunas imágenes
potentes y una idea motriz sobre la discriminación del otro (en este caso los
perros como metáfora) que me parece inteligente y necesaria. De todos modos hay
muchas películas apetecibles de las semanas pasadas que aun están en cartel,
así que por ese lado queda todavía mucho que ver.
Por
eso hoy voy a hablar de otras cosas
Por
ejemplo un libro
Clave K, de Margarita
Rivière. ¡Qué lástima que Margarita no tuviera tiempo de escribir más novelas
como ésta¡ ¡Qué importante habría sido que se hubiera publicado cuando la
escribió hace quince años¡ Clave K es
una novela política, de humor negro, ácida como un limón, indigesta para el
nacionalismo, lúcida en su retrato del president
y la corte que creció como una mancha de aceite a la sombra de sus corrupciones. Muchos de
los lodos que nos inundan y nos ahogan ahora mismo vienen de lo que se cuenta
en esta divertida sátira que pone el dedo en la llaga del nacionalismo/nostrat,
es decir el nacionalismo que sirve para hacer ricos a unos pocos aprovechándose
de la credulidad del “poble” y el oportunismo de esa burguesía catalana que tan
bien se adapta a cualquier situación: con Franco franquista, con Pujol,
pujolista, con Artur Mas, lo que haga falta. La cuestión es seguir
controlándolo todo, manipulándolo todo y haciéndose ricos a costa de los demás.
Margarita lo retrata muy bien y además te hace reír.
Por
ejemplo un anuncio
El
que ha rodado Alejandro Amenábar para Estrella Damm con Dakota Johnson, Quim
Gutiérrez y Natalia Tena. Más que un anuncio, es un corto feliz. Y pongo el
acento en la palabra feliz porque es lo que se desprende de este pequeño cuento
de verano. Ser feliz, disfrutar de cosas pequeñas, una cerveza, los amigos, la playa, el mundo. Y
disfrutarlo además sin necesidad de entenderse con las palabras, sino con los
sentimientos, las actitudes, el comportamiento. Este anuncio me deja una
sensación de bienestar por esas dos ideas que no sé de quién son pero me parecen
estupendas: aprende a disfrutar de lo que tienes cerca; y no le des tanta
importancia a la lengua en que te comunicas. Creo que son un leitmotiv en las
campañas de Estrella Damm, así que felicito a los creativos que se la
inventaron. El idioma es fundamental para convivir, pero no es lo más
importante. Solo como aclaración, no me gusta la cerveza pero a lo mejor acabo
tomándome una Estrella.
Por
ejemplo un twitter
Hay
alguna gente que cada vez que me ve insiste en que me abra una cuenta de
twitter. Yo me resisto. No quiero entrar en ese juego de respuesta inmediata y
sin pensar. Lo que ha sucedido esta semana en Madrid me reafirma en mi idea de
no usar nunca ese medio de comunicación. Como muy bien contaba un chiste del
Roto de esta semana, la gente se olvida de que las redes sociales son eso,
redes. Redes que te atrapan y te aprisionan bajo la apariencia de darte más
libertad. Lo que se escribe en twitter o en facebook se queda ahí para siempre.
No me pregunten cómo, porque no lo sé, pero es así. Y cualquier barbaridad que
se escribió en un momento de calentura, estupidez o arrebato, permanece para
oprobio y vergüenza del que lo escribió. Así que, no cuenten conmigo para twittear.
Por
ejemplo un crítico.
Dice
Carlos Boyero en su crítica de El niño 44.
Bueno,
tampoco existía el cine negro en la España franquista. En las dictaduras el mal
está ausente, el orden no permite desvaríos, la delincuencia es inexistencia y
los crímenes siempre son pasionales, están incontaminadas contra la podredumbre
moral, los negocios turbios, el gansterismo activo o subterráneo, los ajustes
de cuentas. Que constancia la de las dictaduras para demostrarle a los
ciudadanos que están viviendo en el mejor de los mundos posibles.
Me
ha sorprendido mucho esta frase. Me ha sorprendido y me ha hecho darme cuenta de
la cantidad de lugares comunes que se arrastran y se repiten sin pensarlo dos
veces. ¿Qué no hubo cine negro en el franquismo? ¡Vaya! Si mi memoria no me
falla y los libros de historia del cine lo corroboran, el cine negro fue uno de
los géneros más populares y mas importantes de los años 40, 50 y 60 en España,
sobre todo el cine negro que se hacía en
Barcelona. Un cine negro donde se colaba sin que los censores se dieran
cuenta (como en la comedia) una ácida crítica social, un retrato de las
miserias de una sociedad asustada, reprimida, silenciada. Un cine negro
político sin que lo pareciera. Revisar las películas del género negro del cine
español depara sorpresas enormes. Por su calidad cinematográfica y sobre todo
por su capacidad de subversión.
Películas como A tiro limpio,
Brigada criminal, Distrito quinto, Apartado de correos 1001, El cerco, Los
atracadores o Crimen de doble filo,
para citar solo las que me vienen a la memoria sin necesidad de buscar en los
libros o en Internet, son la prueba de que el cine negro en España no solo se
hacía sino que se hacía muy bien.
(la foto es de A tiro limpio, de A, Pérez Dolz, 1963)
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