sábado, 22 de junio de 2024

DESUBICADOS

 

La semana pasada se estrenó una película alemana que me gusta mucho y me parece uno de los mejores títulos del año. No la incluí en la entrada porque no es exactamente una película política (¿o sí?) y quería destacar dos títulos que podían pasar más desapercibidos. Pero la recupero esta semana en la que, cosa rara aun está visible en las pantallas de los cines y la incorporo a una pequeña lista de Hombres Desubicados.

 


El cielo rojo, de Christian Petzold

Vi la película en el Festival de San Sebastián y entonces escribí de ella: “El cielo rojo es el de los incendios que están quemando los bosques de una hermosa zona en la costa alemana. También es rojo el vestido de Nadia, una llamarada de vitalidad y ternura en esa casa donde cuatro amigos coinciden un verano muy caluroso. Pero el rojo más potente es el de la prepotencia y la estupidez de uno de sus protagonistas, León, un escritor en crisis. Lo mejor de este film romántico es la brutal descripción de un intelectual que se cree por encima de los demás y como se da de bruces con la realidad, la tragedia y la vergüenza. Un film muy interesante que deberían ver muchos escritores, cineastas…” Ahora, aprovechando su estreno, puedo ampliar un poco más estas reflexiones.

El cielo rojo si es el de los incendios que rodean y acechan con su destrucción el idílico paisaje de la costa del Mar Báltico. Un cielo rojo que acabará por dominar con el velo de la tragedia la vida (y la muerte) de los cuatro personajes que viven en esa casa unos días de verano. El vestido de Nadia es rojo, pero Nadia es mucho más que la vida, Nadia es la libertad, la alegría, la emoción, el sentimiento. Nadia es la persona que conecta con el Romanticismo a través de su trabajo sobre Henrich Heine, el poeta maldito del siglo XIX, y en especial con su poema Der Asra. Que Petzold haya escogido este poema que habla del agua en un entorno de fuego, que cuenta una historia de amor imposible entre una princesa y un esclavo, no es algo gratuito. Félix, uno de los dos amigos que llegan a la casa, está preparando un trabajo fotográfico sobre el agua. Su amor por Devid les llevará a la tragedia, mientras Nadia intenta salvar a León de su claustrofóbica impotencia creativa. Es León el personaje que resulta más odioso y al mismo tiempo más reconocible. Su prepotencia intelectual le convierte en un ser incapaz de conectar con la vitalidad de Nadia, con el sentimiento de Félix y de Devid. Acababa el texto de San Sebastián recomendando que esta película la vieran los escritores, los cineastas, los profesores, todos aquellos que se creen por encima de los demás aun sin ser conscientes de ello.

EL ASRA
Día tras día, al caer la noche,
iba la bella hija del Sultán
de paseo hasta la fuente
donde las blancas aguas murmuran.

Día tras día, al caer la noche,
el joven esclavo, junto a la fuente
donde las blancas aguas murmuran,
cada vez más la color perdía.

Una noche, la princesa
se acercó balbuceando:
dime, esclavo, ¿cuál es tu nombre,
cuál tu patria y tu linaje?

Y el esclavo dijo: Me llamo
Mohamet y soy de Yemen,
y mi pueblo son los Asra
quienes mueren cuando aman.

(traducción sacada de Internet)

 


Memory de Michel Franco

En rigor los desubicados en este film americano del mexicano Michel Franco son una pareja. Un hombre que pierde la memoria, una mujer que quisiera perderla. El hombre es un extraordinario Peter Sarsgaard, la mujer es una introvertida Jessica Chastain. Él padece una demencia progresiva y tranquila que le hace olvidar lo inmediato, ella no puede superar ni olvidar un terrible abuso de su infancia. Cuando sus vidas se cruzan, aprenderán a ayudarse mutuamente. a pesar de las circunstancias, es decir las personas que los rodean que no parecen muy dispuestas a que esa ayuda dure. Entre ellos nace un amor que va mas allá del sexo, que se instala en el acoplamiento de dos almas heridas. Que el hermano de él no lo entienda, entra dentro de la lógica; que la madre de ella no lo acepte, entra dentro de la mezquindad. Que la hija de ella sea la única que se atreve a apostar por ellos, es el rayo de luz en este mundo de telarañas que los envuelve a los dos. Tan seco como suele ser todo su cine, Memory es con todo mucho menos cruel que otros títulos suyos (Sundown o Nuevo Orden eran mucho más duras). Pero Franco es incapaz, o no quiere, de hacer un melodrama o una película romántica, por eso deja en el espectador una sensación de que falta algo. Falta emoción, falta calor, por eso mismo se agradece mucho más el trabajo de los dos actores que deben encarnar personajes retenidos, desubicados, sin dejarse llevar por lo que la naturaleza humana les pediría.

 

EL RINCÓN DE LA SERIES

Eric de Abi Morgan y Lucy Forbes Netflix

Es curiosa la reacción casi unánime contraria a esta serie. Prácticamente todas las críticas son negativas, la acusan de excesiva, de reiterativa, de no explotar sus posibilidades, de que Benedict Cumbertbach está exagerado… En parte las puedo entender, no compartir. Eric no es una serie fácil, ni confortable, ni masajeadora de los buenos sentimientos. Es una serie que ideológicamente nos coloca en el terreno de la mezquindad y la miseria y formalmente en el mundo fantástico de un monstruo viene a verme. Más que a verme, el monstruo viene a acompañar a Vincent, a ser su conciencia y su inteligencia, a devolverle el espejo de lo que proyecta. La historia pasa en los años 80 en un Nueva York de diferencias sociales abismales. Vincent es el alma de un programa de marionetas, tipo Barrio Sésamo. Es prepotente, odioso, maltratador de sí mismo y de los demás. Cuando su hijo de nueve años, Edgar, desaparece camino de la escuela, Vincent entra en pánico, se desubica, y emprende su búsqueda con la única compañía de Eric, el monstruo azul que ha dibujado el niño como posible nueva marioneta. El largo recorrido de Vincent por los submundos de la ciudad le aleja cada vez más de su familia, de sus amigos, de su profesión. Pero si la serie resulta poco confortable es porque los personajes que encarnan el poder no son los únicos malos: todos lo son. Porque la miseria y los miserables no son los buenos de la función, también hay malos. Porque los amigos no son tan buenos como se puede creer, ni la esposa es tan perfecta como puede aparentar, ni la policía tan infalible y libre de prejuicios, ni…. Visualmente apabullante en su riqueza barroca, desbordada por el actor que acaba creyéndose el personaje, Eric es una serie adulta sobre cómo tratar a los niños. Porque en el fondo, lo único que quiere Edgar es afecto, atención y respeto.

El regalo de esta semana es una foto de Ramon de un cielo rojo sobre Barcelona



 

 

 

 

 

sábado, 15 de junio de 2024

POLITICA(S)

 

Una entrada un poco más corta, de vez en cuando hace falta. Dos películas políticas pero muy distintas, tanto en su “mensaje”, como en su “forma”. En una prima el “mensaje”, en la otra prima “la forma”. Las dos son muy interesantes, generan preguntas y despiertan sensaciones.

 


(manifestación en Belgrado en noviembre de 1996)

La patria perdida, de Vladimir Peisic

Noviembre 1996, Serbia, elecciones municipales. La oposición, reunida en una coalición llamada Zajedno de carácter pro occidental y muy anti socialista, gana las elecciones en las principales ciudades. El Partido Socialista de Sloboda Milosevic, uno de los principales responsables de la guerra en Croacia y Bosnia, no reconoce la derrota. La portavoz del partido socialista, Marlenka (acrónimo de Marx y Lenin), anuncia sin despeinarse que ha habido fraude y que se impugnarán los resultados en más de un centenar de mesas. Durante tres meses, se producen continuas manifestaciones en la calle duramente reprimidas por la policía. Este es el contexto (desgraciadamente muy actual y reconocible en muchos países), pero la historia que cuenta La patria perdida es la de un adolescente, Stefan, hijo de Marlenka, estudiante de secundaria. Con ligeros ecos autobiográficos, Peisic era hijo de la Ministra de Cultura de Milosevic, Stefan es el vehículo que encuentra el director para intentar cerrar una herida. Stefan, como Peisic, se encuentra entre dos mundos enfrentados, por un lado su madre a la que adora y con la que tiene una relación que roza el incesto; por otro lado sus amigos, alineados con la oposición. De marco teórico el romanticismo de William Blake, de marco cinematográfico, el cine de Rossellini y el de Bresson. Del primero, el director toma el personaje del niño de Alemania año 0, tan perdido y desubicado como Stefan; del segundo se fija mas en Mouchette y su desesperación. Todo junto hace de esta película un cine político del bueno, del que te deja reflexionando en tu propia realidad, del que te hace pensar en cómo te han condicionado tus padres para ser de una u otra manera. Un film con muchas capas.  


Eureka, de Lisandro Alonso

“Cuando Arquímedes se dio cuenta del descubrimiento, salió desnudo por las calles, estaba tan emocionado por su hallazgo que olvidó vestirse. Así, sin ropa, corrió hacia el palacio gritando: "Eureka, Eureka", que en griego antiguo significa lo he encontrado.” (de Internet)

Lisandro también ha dicho “Eureka, lo he encontrado”, aunque no ha necesitado salir desnudo, ni él ni ninguno de sus personajes. ¿Por qué creo que Eureka es una película política? Porque trata de las colonizaciones depredadoras, de la destrucción de las culturas, de la imposibilidad de parar la historia. Y lo hace trazando una ronda que empieza en una pantalla cuadrada, en blanco y negro, en un paisaje extraño de western marítimo, donde un hombre (Viggo Mortensen) llega a un pueblo buscando a otro hombre. Todo muy codificado. Un pueblo dominado por un Coronel que tiene rostro de mujer (Chiara Mastroianni) y en el que todos están borrachos. Cuando el hombre encuentra al otro hombre, descubrimos que busca a su hija, pero lo que pasará después no lo sabremos nunca porque en ese momento, la pantalla se abre y se colorea, en los tonos oscuros de azules y anaranjados de las luces de un coche de policía circulando por carreteras nevadas. Estamos en una reserva india en Dakota del Sur ahora mismo. Una policía de carretera vive su rutinaria noche de vigilancia resolviendo pequeños, pero dramáticos conflictos provocados por la miseria, la pobreza, la ignorancia. La policía tiene una sobrina, el único rayo de esperanza en ese mundo nocturno y medieval aunque pase en pleno siglo XXI. Es esta sobrina la que sirve de enlace con la tercera parte de Eureka, cuando cansada de la realidad tome una decisión y deje de ser ella misma. Es en este punto donde las plumas de ave que han ido puntuando la narración adquieren sentido. El pájaro fantástico que ilustra el poster volará hasta la selva amazónica donde un pequeño grupo de indígenas vive en cierta soledad, contándose sus sueños. Hasta que la violencia obliga a uno de ellos a marchar a las minas de oro. Este es el argumento de Eureka más o menos contado, pero lo que hace del film de Lisandro Alonso una experiencia es la forma de narrarlo. Para mí no es la mejor película de Lisandro, pero si es la que resume un poco su manera de entender el cine y por eso pienso que es un punto final de una etapa que le permitirá dar un salto adelante. Aunque hay en el film demasiadas resonancias del western clásico, de David Lynch, de Jim Jarmush, de Apichatpong Weeeasethakul, se reconoce en Eureka la intención de hacer un cine político arriesgado. Y muy hermoso formalmente.

El regalo de esta semana es un fondo azul que no sé porque me gusta para ilustrar esta entrada


sábado, 8 de junio de 2024

BUENA SEMANA

 

Buena semana con tres estrenos muy apetecibles. Uno era de esperar, los otros dos han sido sorpresa.


Hit Man: Asesino por casualidad, Richard Linklater

Estamos, o estoy, más acostumbrada a ver películas de Linklater que tratan del paso del tiempo. El tiempo es el cuerpo principal de su obra. Pero Linklater es un director imprevisible y a veces nos sorprende con un documental inesperado o con un film de animación o con una película juguetona. Hit Man, el film que clausuró el último BCN Film Fest forma parte de este grupo de películas. Que sea juguetona no quiere decir que sea banal o superficial o comercial, quiere decir eso, una película donde todo el mundo se divierte con un cierto grado de amoralidad y de ironía contagiosa. A mí me ha divertido mucho esta comedia negra y romántica sobre un profesor de filosofía en una Universidad de Nueva Orleans aficionado a la tecnología. Cuando conocemos a Gary, está dando una clase a sus adormilados alumnos en la que les recomienda arriesgarse en la vida. Cosa que él no hace mucho. Gary vive con dos gatos, conduce un coche utilitario y no destaca en nada. Claro que sus aburridos alumnos no saben que Gary en sus ratos libres colabora con la policía en trabajos de escucha. Todo muy confortable en realidad. Pero un día, Gary tiene que dejar su acogedor rincón en la camioneta camuflada para hacerse pasar por un asesino a sueldo, un Hit Man. Y aquí nuestro héroe descubre que le gusta mucho disfrazarse como si fuera un Mortadelo cualquiera y le encanta conocer a sus futuras víctimas-clientes deseosas de deshacerse de algún indeseable en sus vidas. Gary es feliz hasta que… y no cuento más porque lo que sucede después de hasta que… es el segundo y tercer acto de este film que va dando giros sin dejarnos prever lo que pasará al final. Juguetona sin duda.

 


Paradise is Burning, de Mika Gustafson

Esta primera película sueca no es juguetona, pero sí es muy interesante. Cuenta, como si fuera un cuento, la historia de tres hermanas, tres mujercitas sin mamá de 16, 12 y 7 años. Se llaman Laura, Mila y Steffi. Viven solas en una casa de un suburbio de Estocolmo. Su madre las ha abandonado, el padre no existe. Pero ellas no los necesitan, entre las tres se organizan y se cuidan. Tienen una red de amigas en las que apoyarse en el barrio y una vecina que les vende o les da cosas de vez en cuando. Este paraíso está a punto de arder cuando los Servicios Sociales anuncian una visita a la casa para hablar con la madre de las niñas. Laura, la única que sabe el peligro se cierne sobre ellas, decide encontrar una madre sustituta. Y así conoce a Hanna y, sin saberlo, abre la puerta de la madurez. Paradise… no es nunca un film oscuro ni dramático, ni victimista. El tema daba para serlo, pero Mika Gustafson ha preferido contar un cuento de la memoria (la suya, la de sus amigos, la del barrio) antes que hacer una película de denuncia sobre niños que viven solos. Lo mejor de todo son las tres hermanas, tan distintas y al mismo tiempo tan creíbles en esta fábula sobre el hecho de crecer. Porque el paraíso que arde es también el de sus vidas en proceso de cambio: hacia el mundo adulto en el caso de Laura, hacia la adolescencia en la curiosa Mila y hacia el fin de la infancia en la pequeña Steffi. Arderá el paraíso pero de sus cenizas nacerá una solidaridad y una complicidad que durará toda la vida.

 


Los peores, Lise Akoka y Romane Gueret

Tampoco podemos decir que este film francés sea juguetón. Más bien al contrario. Pero, igual que Paradise…, es muy interesante. De entrada por su planteamiento, es una película que narra el rodaje de una película. Pero no cualquier película. Se trata de un film de quinquis contemporáneos. Digo lo de quinquis porque las dificultades que se encuentra el director con los vecinos de la barriada Picasso, en el suburbio francés de Boulogne-Sur-Mer, se parecen mucho a los que tuvo que sortear José Antonio de la Loma cuando rodó Perros callejeros en la Mina. Nadie quiere que se vea en una pantalla lo peor del barrio y menos protagonizado por los perores del barrio: una chica con mala fama, un chico conflictivo y un niño violento. Con ellos, más una seria y callada niña que es testigo de todo, el director del film en la ficción construye una historia en la que la chica está embarazada del chico y el niño es su hermano pequeño. La ficción de la ficción, la realidad de la ficción y la realidad de la realidad (que el espectador suple en su memoria de la vida de barrio), dialogan entre si todo el tiempo en una narración fluida con algunos momentos muy duros. Particularmente dos, el rodaje de una escena de sexo entre los dos jóvenes protagonistas y una pelea que supera la interpretación y se hace particularmente violenta. Los peores ayuda a pensar sobre los límites del cine, si debe tenerlos, cuáles son, hasta qué punto se les puede pedir a los actores menores de edad que hagan o dejen de hacer determinadas cosas delante de la cámara. El film no saca conclusiones y deja al espectador que se haga estas preguntas, pero si apunta a una posible función sanadora del cine en personajes heridos o dañados. Como los tres peores.

 

EL RINCÓN DE LA RAREZA

US Go Home, Claire Denis, 1994

Descubrí por casualidad este perdido film de Claire Denis buscando información sobre la directora. Fue una sorpresa estupenda. Dos fechas son imprescindibles para entender y disfrutar este curioso telefilm realizado para el programa Tous les garçons et les filles de leur âge de la cadena Arte. Una es 1994, fecha de su emisión el 28 de octubre; otra es 1964, fecha en la que sucede la acción. En 1964, Claire tenía 18 años, llevaba seis años viviendo en Francia y se sentía un poco desubicada después de haber crecido en África. Puedo entender ese sentimiento, yo también llegue a España con 12 años y durante mucho tiempo, incluso ahora, siento que no soy ni de allí ni de aquí. En 1964, Claire vivía en Saint-Germain-en-Laye, un barrio de nueva construcción a veinte kilómetros de París, cerca de una base americana. Cuando le propusieron a la Claire de 48 años que hiciera un capítulo de la serie Tous les garçons et les filles de leur âge recordando algún momento de su adolescencia, la directora de Chocolat y J’ai pas sommeil, decidió volver a su barrio para ambientar la historia de Martine, Alice Houri, su hermano Alain, Grégoire Colin, y su amiga Marlène, Jessica Tharaud. Una de las premisas, de hecho la única, de la serie era que la música de la época tuviera un gran protagonismo. Esto la llevó a imaginar una historia, con retazos autobiográficos, de una noche de verano en la que Martine decide que quiere perder la virginidad y con la ayuda de Marlène, se escapa para ir a parar a una fiesta de adultos donde está su hermano Alain y en la que la chica intenta encontrar el candidato ideal para dejar de ser virgen. En esa fiesta Alain se da cuenta por primera vez que su hermana pequeña ya no es tan pequeña y los dos acaban haciendo autoestop para volver a casa. Es en la carretera donde encuentran a un soldado americano, Vincent Gallo y… Todo el film está teñido de una cierta melancolía y al mismo tiempo de una gran libertad, la que se vivía en la Francia de Johnny Hallyday y Sylvie Vartan y sobre todo Françoise Hardy, (por cierto ausentes de la banda sonora del film en el que sí se escucha a The Animals o Nico), y la que se vivía en la Francia de los años 90. No estoy tan segura que las adolescentes de ahora mismo tengan las cosas tan claras como las tiene Martine o las tenía Claire. En ese sentido US Go Home es un film casi antropológico, pero en otro sentido es profundamente moderno y evocador de un tiempo que muchos podemos recordar. Como curiosidad señalar que el guión está escrito por Claire en colaboración con Anne Wiazemsky, la fotografía es de Agnès Godard y el montaje de Dominique Auvray. Muchas chicas juntas para una pequeña joyita. US Go Home se puede ver en Youtube.

https://www.youtube.com/watch?v=5Dc1bbbfbIA&t=80s 

El regalo de esta semana es un cuadro de mi hermana Flora conmigo.


 

 

 



sábado, 1 de junio de 2024

AÑORAR EL PASADO, PENSAR EL FUTURO


Dos estrenos poco convencionales, y en las antípodas uno del otro, pero los dos muy representativos de nuestro extraño tiempo. Dos documentales de vida cotidiana de gente de ahora mismo. Uno, Los últimos pastores, es un canto al pasado que nunca volverá, el ensueño de la desaparición de una forma de vida. El otro, Diario de mi Sextorsión es una pesadilla del presente y sobre todo del futuro. Verlos uno detrás de otro, como he hecho yo, ha sido un contraste. No estoy segura que la vida de los pastores sea envidiable, pero si estoy segura que la mala experiencia que pasa la chica del diario es un auténtico horror.

 


Los últimos pastores, Samu Fuentes

“Desde hace más de 5000 años los pastores habitan estas montañas de los Picos de Europa. Para los hermanos Mier, pastores desde los 13 años, éste sigue siendo su hogar. El año pasado tuvieron que vender su rebaño de ovejas. El lobo y las continuas restricciones administrativas, están haciendo desaparecer las reciellas de ganado en estos puertos de montaña…y con ello, a sus pastores. Fernando y Manolo son dos de los últimos pastores.” Estas palabras abren el documental Los últimos pastores con una imagen de niebla que poco a poco se va disipando. Oímos los cencerros del ganado. Es el primero de los sonidos del silencio que domina estas imponentes montañas. Durante buena parte del documental solo oiremos sonidos de la naturaleza, ladridos de un perro amigo, pájaros, la lluvia y la voz del pastor que habla un lenguaje incomprensible: “la lengua del pastor” que solo entienden sus animales. Fernando o Manolo, no sé cual, está en la Majada de Tordín a más de 1.200 metros de altura en los Picos de Europa. Está solo con las pocas cabras y vacas que le quedan. Manolo o Fernando, está más abajo, a 680 metros, en los invernales de Vierru, en una cabaña más grande y sobre todo más poblada: allí hay gallinas, cabras, caballos, un burrito, un perro amigo y una gata cariñosa. Hay un sonido que les acompaña y que nos permite saber en qué año estamos. Si no fuera por la radio, esta escena pastoril podría pasar hace cien años o trescientos años. Pero la radio nos sitúa en el ahora mismo, con un recordatorio constante de los problemas ambientales y del cambio climático y sus repercusiones en la naturaleza. A lo largo de un año, seguimos a los hermanos en su trashumancia entre un lugar y otro, con un pequeño paréntesis invernal en el pueblo Arenas de Cabrales. Ellos viven, no sobreviven, en ese entorno hermoso, grandioso, imponente, sobrecogedor y liberador. Viven porque este es el trabajo que han escogido. Son los últimos que han hecho queso de Cabrales de verdad, ya no lo hacen, demasiadas restricciones sanitarias. Durante todo el viaje de estos dos hombres hay una presencia invisible, poderosa, amenazadora, el lobo. El lobo protegido que se come a los animales, el lobo con el que se puede competir, pero no convivir. El lobo, la principal amenaza a la que se enfrentan estos pastores y que nunca vemos, solo sentimos. De todos modos, creo que este documental no se debería llamar los últimos pastores, sino los penúltimos. Porque hay todavía un rayo de esperanza, un niño que quiere seguir esa senda. Ojala lo consiga.

 


Diario de mi Sextorsión, Patricia Franquesa

Podemos situar este kafkiano documental en las antípodas de la calma que se respira en el film de los pastores. Aquí estamos en un entorno urbano (nunca lo vemos, pero es Barcelona), la lengua que escuchamos es la del ordenador tecleando, llamadas en el móvil, avisos de WhatsApp, algún mensaje de voz. Lo que vemos es el lenguaje digital que nos rodea continuamente: pantalla de ordenador, pantalla de móvil. Con estos elementos Patricia Franquesa nos permite entrar en su diario. Un diario muy especial, el diario de su sextorsión. Todo empieza cuando en un viaje a Madrid, le roban el portátil. Poco después, Patricia empieza a recibir mensajes de chantaje: alguien ha accedido a sus archivos, fotos y videos y la amenaza con hacerlas públicas si no paga el dinero que le piden. Patricia lo denuncia, vemos la burocracia de la policía y de la justicia siempre en los documentos del ordenador. Pero no sirve de mucho. Así que Pati, decide hacer algo, adelantarse al chantajeador. El documental es intrigante, un thriller cibernético que habla de un problema lamentablemente muy presente en nuestros mundo. Los hackers que abren todas las puertas de nuestra intimidad. Las pocas veces que me han robado, el móvil o el bolso, me he sentido absolutamente estúpida, vulnerable, desprotegida. Me imagino que esta sensación aun se hace más aguda cuando lo que te roban son las tripas de tu pensamiento, los materiales que solo quieres para ti. Es una pesadilla. Patricia Franquesa decidió convertir este mal sueño en algo creativo (a Joaquín Jordá le habría encantado) y transformar su mala experiencia en un aviso para todos. Creo que debemos agradecérselo, aparte de que ver este docucibernético es toda una experiencia visual.

 

EL RINCÓN DE LAS SERIES



La oferta, Michael Tolkin Movistar Sky Showtime

Esta serie debería ser de visión obligada en las escuelas de cine. No solo para los futuros productores, para todos los que quieren trabajar en el cine. Es la mejor lección que se puede dar. Son diez capítulos en los que se cuenta como se gestó la producción de El Padrino en el año 1972. Está basado en el libro de Albert S. Ruddy, productor de la película, donde recoge con todo detalle los miles de grandes y pequeños problemas que hubo que sortear para llegar a estrenar la que es una de las mejores películas del siglo XX. Es una serie rigurosamente cronológica, empieza antes de que Mario Puzo escribiera el libro que le haría famoso y poco a poco se van siguiendo los pasos de su producción. Hay dos personajes principales, Ruddy interpretado por MilesTeller y Robert Evans, el legendario director de la Paramount, artífice de éxitos indiscutibles desde El bebé de Rosemary, Love Story o Chinatown, encarnado por Matthew Goode. Estos dos hombres son los que sacaron adelante el proyecto de la película que haría de Coppola un referente imprescindible para entender el cine americano. El humor, el miedo, la mafia, los amigos, los enemigos, Hollywood, Nueva York… es un disfrute que enriquece el recuerdo de El Padrino. Anthony Ippolito está estupendo como Al Pacino, en cambio Justin Chambers no es creíble como Marlon Brando. Pero da igual, porque todos tenemos a Brando en la cabeza. Ver este largo making of de cómo se hizo El Padrino es algo apasionante.

Me entero ahora mismo, domingo a las 10.00, de que el productor Al Ruddy murió hace unos días a los 94 años. Sin quererlo, le he rendido un último homenaje por su trabajo.

El regalo de esta semana es el invisible lobo de los pastores.