(la foto es mía, pero podría estar en el film de Pinto)
¿Y ahora qué?, se pregunta
Joaquim Pinto. Ahora toca recordar, dejar memoria, hablar del pasado y del
futuro mirando el presente. ¿Y ahora qué? me pregunto yo al reencontrarme en
este diario personal filmado, con una persona que conocí hace casi 25 años en
un festival de Locarno donde se proyectaba De
tripas corazón. Pinto era, entonces, un joven cineasta portugués vinculado
al cine de Raúl Ruiz, Oliveira, Botelho por su trabajo como técnico de sonido.
Pero desde hacía un tiempo, Pinto también dirigía y De tripas corazón era su película más ambiciosa. Recuerdo una cena
en la Piazza Grande con Botelho, Chema Prado, él y otros muchos, era el año
1992. Pinto ya tenía SIDA pero yo no lo sabía.
La
verdad es que no había vuelto a pensar en él. Sus películas difícilmente se veían
en festivales y en realidad llevaba más de diez años sin rodar nada. La
enfermedad le alejó del cine. Por eso, reencontrarme con Pinto, envejecido y
enfermo, pero con los mismos ojos brillantes e inteligentes, ha sido como
reencontrar un viejo amigo a través de uno de los films más emocionantes que he
visto nunca acerca de la enfermedad que fue la plaga del siglo XX y que,
por suerte, ha dejado de ser tema
dramático porque se ha convertido en crónica. La gente ya no se muere (tanto)
de SIDA, pero vivir con la enfermedad es doloroso.
Pero
ojo, porque esta ¿Y ahora qué?, no
tiene nada de dramático y mucho menos de melodramático. Contada en primera
persona, con una cámara testigo de la vida cotidiana, de los tratamientos, de
los momentos felices, de los estados de desespero, este film que no es
exactamente un documental, sino un diario filmado a la manera de Jonas Mekas,
es un viaje por la vida más que por la muerte. Un canto a la vida en todas sus
formas: la del perro Rufus que se salva de una muerte anunciada, la de los
insectos que se alimentan de las plantas, la de las ranas de la charca, la de
los pájaros y las flores. Es un discurso sobre la necesidad de creer, de creer
en algo, no necesariamente un Dios, pero si un dios, el dios de lo más pequeño,
las células, el virus mutante y lo más grande, el sol, la luna. Y es una gran
historia de amor. La de Joaquim y Nuno que le acompaña en este viaje de
supervivencia; la de Joaquim y el perro Rufus que vive en paralelo una condena
a muerte que no es tal; la de Joaquim y el cine desde que empezó a trabajar en
el sonido; la de Joaquim y la música en una banda sonora preciosa que acompaña
la cadencia poética de su voz; la de Joaquim y la vida a la que no está dispuesto
a renunciar aunque lleve más de veinte años con la enfermedad; la de Joaquim y
el paisaje de ese rincón portugués donde nunca llueve y los incendios son una
amenaza constante lo que no le impide plantar y cuidar los árboles con todo
cariño. ¿Y ahora qué? , el título
tiene una segunda palabra Lembra-me, Recuérdame.
Eso es lo que consigue este film dulce, hermoso y tranquilo, que recordemos a
un hombre, un cineasta, un amigo.
E agora que?
Lembra-me,
se estrena el viernes 24 en muy pocos cines de España
Espero
que pronto esté en Filmin para que la pueda disfrutar mucha gente.
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