sábado, 30 de junio de 2012

EL FOSO Y EUROPA



Un castillo tiene un foso que cruza un puente levadizo, un teatro tiene un foso que  es un puente entre los espectadores y el escenario.  Es de este foso del que trata el documental de Ricardo Iscar que acaba de estrenarse.  El castillo es el Gran Teatro del Liceo con sus almenas, sus torres y sus patios de armas. Como todo castillo el Liceo tiene un foso donde la orquesta cumple la función de unir a los espectadores con los cantantes a través de un lenguaje común que todos entienden: la música. Iscar ofrece con este film un retrato de una colectividad de individuos, con sus problemas, sus  manías, sus responsabilidades, unidos en  el esfuerzo de lograr un objetivo. Da igual de donde sean, da igual que instrumento toquen, que idioma hablen. El lenguaje de todos es uno. El foso no es un documental sobre los músicos del Liceo, ni tampoco sobre la gente del Liceo, aunque son ellos los que aparecen en pantalla; es un documental sobre la construcción de un espacio colectivo integrado por individualidades.
Es curioso que este documental se haya estrenado el mismo día en que parece que por fin se ve el principio de un camino de construcción de otro espacio colectivo: el de una Europa política y social, no solo económica. Una Europa donde poco a poco los estados/nación vayan desintegrándose para formar una unidad territorial mucho mas grande en la que las diferencias y los matices, de lengua, de cultura, de forma de vida, se amolden unos a otros como los instrumentos de la orquesta.  No se si llegaré a ver este sueño hecho realidad, o todo saltará por los aires por la intolerancia y el patriotismo mas rastrero. Pero desde luego, lo que sucedió ayer en Bruselas, es un paso de gigante. Aunque a algunos medios de comunicación casi les duela tener que reconocerlo.

sábado, 23 de junio de 2012

HERZOG Y LA CUEVA



Ayer fuimos al cine. Digo fuimos porque vino Ramón conmigo. Los dos teníamos ganas de ver el documental de Werner Herzog La cueva de los sueños olvidados. Al ser un documental y en 3D decidimos sacrificar la versión original para verlo en una pantalla grande. Fuimos al cine Urgel.  De entrada el palo de la entrada, valga la redundancia: 11 euros, diez, mas uno de las gafas. En fin, todo sea por la prehistoria. Nos adentramos en la sala  con el ánimo predispuesto a vivir una experiencia. Pero no predispuesto a sentirnos como unos náufragos en un mar de butacas. El cine Urgel tiene mas de mil localidades y en la sala, en la proyección de las 16.45, éramos siete. Tan pocos que cuando la otra pareja que había pasó cerca de nosotros, nos saludó como se hace en la montaña cuando te encuentras con alguien después de horas caminando sin ver a nadie.
Empieza la película. Nos ponemos las gafas y… lo que aparece en la pantalla es una imagen borrosamente grisácea, casi en blanco y negro, sin luz, sin contraste, sin color y cortada por arriba y por abajo de forma que las cabezas se quedan a nivel de las cejas y los nombres partidos por la mitad. La sensación de estafa era enorme.
Hasta aquí lo externo. Vamos ahora a lo interno, el documental propiamente dicho. Desde que se proyectó en febrero del año pasado en Berlín, el film de Herzog levantaba pasiones y entusiasmos. Era lógico ¿quién mejor que un director telúrico para hacer un recorrido por este lugar único? Herzog tenía todos los números para hacer un documental magnífico. Pero… creo que no le salió ninguno. Empezando por la música. Horrible, machacona, fuera de lugar. Insultante casi. Hay un momento en que uno de los científicos pide que todo el mundo calle para oír el silencio de la cueva, pero lo que nosotros oímos es un coro estridente. Y hablando de los científicos. No dudo que sean brillantes y muy inteligentes, pero no en este documental donde no paran de decir banalidades y lugares comunes “oímos los relinchos” “vemos las patas moverse”, O simplemente haciendo el ridículo como el que intenta demostrar como se cazaba con una lanza. Ninguno de ellos es capaz de transmitir un sentimiento de espiritualidad, de magia, de misterio. 
Magia y misterio que si están en la cueva de Chauvet-Pont-d’Arc y en sus pinturas perfectamente conservadas desde hace 32.000 años, por lo menos. Magia y misterio que le pedíamos a Herzog y que no nos da. Su mirada privilegiada, es uno de los pocos que ha tenido acceso a esa cueva, se queda en un documental bonito del 33 o de la 2. Incluso hay en la tele algunos mucho mejores. Para ver imágenes de la cueva y sus dibujos, en internet hay muchas de una calidad muy buena (incluidos los trailers de la película de Herzog que se ven mejor que en el cine Urgel); para empaparme del misterio, lo desconocido, el vértigo del pasado que pervive, hay muchos libros que lo consiguen con pocas líneas.
Sigfried Gideon en su libro El presente eterno: Los comienzos del arte, da una explicación del arte, el primitivo y el actual.
“El arte es una experiencia fundamental. Brota de la pasión innata del hombre de construir un medio de expresión de su vida interior. Es indiferente que el impulso básico de estos sentimientos surja de una angustia cósmica, de la necesidad de jugar, del arte por el arte, o, como hoy en día, del deseo de expresar en signos y símbolos el reino del inconsciente”.
Lamentablemente, yo no veo en el documental de Herzog ni pasión, ni angustia, ni juego. Lástima.
(quizás si hubiera visto este documental en una sala pequeñita y recogida, con una proyección excelente, en el formato clásico y escuchando la voz de Herzog y su entonación grandilocuente, me habría gustado mas. Tal como la vi, lo siento pero no se aguanta)

sábado, 16 de junio de 2012

ADOLESCENTES


(¿le gustaría este paisaje de Ramon a Wes Anderson?)
1. MOONRISE KINGDOM
Escribo este texto escuchando la banda sonora de Moonrise Kingdom que se puede encontrar en la web oficial de la película. Es una delicia, como lo es la película. Claro que, como las buenas delicatessen, no gustan a todo el mundo. A mi si. Me encanta el universo visual de Wes Anderson con sus casitas de muñecas, con sus gorros rojos, con sus faros recortados contra el cielo. Me interesan las constelaciones familiares que construye, excéntricas, anómalas, diferentes. Familias con padre y madre, pero sin autoridad ni paterna ni materna. Grupos, siempre grupos, en los que los individuos buscan y encuentran un lugar, un espacio para seguir siendo uno sin dejar de ser muchos.
Me fascina como usa la música de Benjamín Britten, un compositor que dedicó una buena parte de su música a los niños, en especial esa perfecta Guía de orquesta para jóvenes que, por favor, no se pierdan al final de los créditos. O François Hardy o las canciones de Hank Williams que nos envían directamente al campamento indio de Peter Pan.
Peter Pan, ¿Por qué será que siempre acaba saliendo Peter Pan? Incluso aquí. Claro que si nos paramos a pensar, Suzy es una Wendy que lee cuentos a los niños perdidos y Sam es un Peter Pan vestido de (verde) explorador. Y todo pasa en una isla de nunca jamás con un Capitán Garfio encarnado en Asistenta Social. Perfecto.
Hay cuatro condiciones que permiten disfrutar mucho mas esta película.
  1. No dudar de que detrás de la realidad que vemos puede (y hay) otra realidad.
  2. Saber que el amor no tiene edad y que a los 12 años se puede estar dispuesto a morir de amor.
  3. Vivir las aventuras que se inventan en el patio trasero o en un balcón.
  4. Disfrutar rompiendo reglas establecidas.
  5. Aceptar que la familia puede tener muchas formas.
 Y sobre todo dejarse llevar por esos personajes que son como instrumentos de una orquesta acompañando a los dos solistas.


(el río Tormes en una foto mía de hace muchos años)
2- ICEBERG
El mismo fin de semana que la película de Anderson se ha estrenado una película española que también habla de adolescentes buscando su sitio en el mundo. Es Iceberg, de Gabriel Velázquez. Si Anderson utiliza toda una orquesta con dos solistas, Velázquez lo que pone en escena es un cuarteto de cuerda. Cuerdas tensas por los momentos que atraviesan sus personajes. Mauri, Rebeca, Jota y Simon pasan por una situación difícil, están solos, sin adultos en los que confiar o a los que mirar y con el río como único refugio. Todo sucede en las orillas del Tormes a su paso por Salamanca, un paisaje tranquilo y sensual en el que los dramas de estos cuatro chicos se reflejan como un espejo. Es una película de silencios internos y de sonidos de la naturaleza. Es hermosa y suave y vale la pena que no pase desapercibida.

3. Una pequeña reflexión.
Las películas con adolescentes tienen un grave  problema. No encuentran su público. Le sucedió a Blog, de Elena Trapé, le ha pasado a Els nens salvatges, de Patricia Ferreira y puede pasarle a Iceberg. ¿Por qué? No estoy muy segura pero creo que los adolescentes, primero, no van al cine; segundo, no les gusta verse reflejados como son o como los adultos creen que son;  y los adultos, primero tampoco van al cine; a los adultos no les gusta ver como son sus hijos.  ¿Quién va al cine entonces? Casi nadie desgraciadamente. Los pocos que van son de edades intermedias, las que están demasiado cerca de los adolescentes para querer recordar como era; y demasiado cerca de los adultos para querer saber como serán.



jueves, 7 de junio de 2012

ROSALES, LA MUERTE Y MONDRIAN



(un paisaje del Delta del Ebro de Ramón. Líneas y espacios llenos de sentido)
Mañana se estrena la nueva película de Jaime Rosales, Sueño y silencio. Lo digo de entrada: es preciosa. Pero lo que me ha sorprendido mas es el carácter de resumen que tiene respecto a sus tres películas anteriores. Sueño y silencio es el punto final de un capítulo que empezó a escribirse con Las horas del día.
De su primera película, Rosales rescata el gusto por los encuadres recortados por las puertas, las paredes, las ventanas; de su segunda película, La soledad, toma el dolor de la pérdida absoluta, el vacío que nada ni nadie puede llenar después de una muerte injusta; de la tercera utiliza la mirada lejana dejando a los personajes moverse en silencio en el paisaje.
Con las tres comparte la idea de la muerte, tema presente en toda su filmografía. Muerte violenta y absurda en todos los casos. En Las horas del día, provocada por un asesino frío y despiadado que no necesita motivos; en La soledad y Tiro en la cabeza, provocada por asesinos fríos y despiadados que creen tener motivos. Y en esta, provocada por la estupidez de la vida que nos rodea. En los cuatro films, la muerte se siente, se intuye, te hace daño.
Rosales ha ido destilando su discurso cada vez mas, dejándolo  reducido a lo esencial, al puro esqueleto del dolor. Es un camino muy parecido al que llevó a Mondrian a ir convirtiendo sus figuras en líneas. La referencia a Mondrian no es gratuita, Rosales construye sus planos con líneas rectas que crean espacios en el cuadro. Si estamos en un interior, siempre habrá una puerta, una ventana, una pared que limite lo que se ve; si estamos en el exterior siempre habrá una línea del horizonte que divida el plano en dos partes, arriba y abajo. Tanto en uno como en otro, la figura humana, el ser, estará en el centro del  encuadre, sola casi siempre, nunca dos, A Rosales solo le interesa uno, mientras el otro queda cortado, fuera de campo. Como en Mondrian, donde a medida que destila su pintura va expulsando las otras líneas hasta llegar al cuadro en blanco. (Ramon me corrige. No era Mondrian el que llegó al cuadro en blanco, fue Malevich. Perdón, pero en todo caso, el argumento sigue siendo válido)
Por eso creo que Sueño y silencio es un punto y final. Aquí los sentimientos llevados hasta lo esencial siguen siendo sentimientos. Pero Rosales corre el peligro de, si sigue por ahí, acabar mostrando mas los vacíos entre líneas que las líneas.

domingo, 3 de junio de 2012

ALINEADOS


Se ha estrenado esta semana una película  de Lawrence Kasdan titulada ¡Por fin solos! Es muy mala, la verdad. Bueno, mas que mala, tonta, desaprovechada, perezosa. Es la historia de una matrimonio maduro (Diane Keaton y Kevin Kline) que han perdido el gusto por la vida. Un perro viene a darle un poco de alegría a su rutinaria existencia, pero cuando el perro se pierde en las montañas, deberán enfrentarse a sus problemas. Nada nuevo bajo el sol. Pero hay en esta insulsa historia una idea brillante. ALINEARSE, por favor, no confundir con ALIENARSE, es todo lo contrario. Un personaje secundario, una especie de gitana con visiones, es la que da con la clave de lo que les pasa a Keaton y Kline: no están alineados.
Me gusta este concepto y me parece que explica bastante bien lo que está pasando en el mundo. Nuestra sociedad, nuestro modo de vida, nuestra manera de relacionarnos NO ESTA ALINEADA. El alineador que nos alinee será nuestra salvación. Desde aquí propongo que en lugar del grito Indignados, empecemos a reivindicar el de ALINEADOS.
Por ejemplo, alinearnos con un nueva idea de Europa. No una Europa de los dineros únicamente, sino una Europa  estado único donde los diferentes países se diluyan en unos ESTADOS UNIDOS DE EUROPA, como reivindican algunas personalidades sensatas del mundo de la industria, la cultura o la economía. Nunca los políticos, claro. Si me tiene que mandar Merkel, pienso yo, me gustaría haberla podido elegir. Esto entronca con otra idea de la construcción del futuro. La Europa alineada del futuro tiene que ser una Europa de Ciudades/Región, no de Estados surgidos de una división de fronteras impuesta por criterios de un nacionalismo trasnochado. Ciudades motor de grandes regiones económicas y culturales enmarcadas en  una red que se integre en un tejido colectivo.

Y hablando de Europa y de Alemania y de España y de la guerra financiera. Desde hace varios días detecto en artículos, tertulias y conversaciones una cierta sensación de déjà vu. ¿Cómo? Me dirán ustedes. Si, un déjà vu histórico. Después del crack del 29 y la gran depresión, surgieron en Europa dos tendencias antagónicas: el populismo de derechas, que desembocó en los fascismos, el populismo de izquierdas, que llevó a los frentes populares. Mas o menos, y salvando todas las distancias, como empieza a pasar ahora. Este enfrentamiento se resolvió trágicamente en el campo de pruebas de armamento y de poder que fue la Guerra Civil Española. España como terreno de experimentación de las tecnologías de la destrucción. Con perdón, como ahora. Hay países que están muy mal: la intervenida Grecia, el abandonado Portugal, la tecnócrata Italia. Pero lo que está pasando en España es diferente. Aquí se están probando las armas de destrucción masiva de las finanzas a ver hasta donde se puede llegar. España es un territorio no depauperado con una economía que puede soportar las pruebas nucleares de los armamentos financieros. Es una sensación terrible. Porque, no olvidemos que al acabar la guerra civil se desembocó en una guerra mundial. El tercer Reich alemán intentó imponerse al mundo democrático. Y ahora… no soy ni la primera ni la única que piensa que estamos ante un cuarto Reich alemán que también intenta imponerse al mundo a través de las finanzas.
Por favor, que nos devuelvan a la línea correcta¡¡¡