sábado, 27 de abril de 2024

TRES ESTRENOS Y UNA SERIE

 

Seguimos con el disparate de los estrenos: esta semana quince películas nuevas llegan a los cines, desalojando otras quince que quizás solo han durado unos días. Es imposible verlo todo y seguro que me pierdo, y se pierden, muchas cosas interesantes. Y además en Barcelona el BCN Film Festival que este año he podido seguir mucho menos de lo que me habría gustado. Es una situación insostenible para todos y alguien debería replantearse esta política de quemar películas sin ton ni son. Entre los estrenos que me he perdido hay dos que intentaré recuperar en cuanto pueda: Rivales, de Luca Guadagnino, y Ryuichi Sakamoto/Opus de Neo Sora. Los demás, ya se verá. De las que he visto hay por lo menos tres que vale la pena destacar en el maremágnum de la semana.

 


El estreno más bonito: Ama Gloria, de Marie Amachoukeli-Barsacq

Las películas pequeñas son a veces las más grandes. Esta es una de esas películas pequeñas que se hace grande gracias a la presencia de una niña pequeña. Porque toda la película se concentra en la mirada de Cléo, escondida tras unas gafitas. Cléo es la increíble Louise Mauroy-Panzani, una niña de seis años que adora a su tata, Ama Gloria. Cléo perdió a su madre cuando era un bebé, Ama Gloria ha sido desde siempre su único referente, su único amor. Hay un padre que no entra en esta ecuación de dependencia mutua. Viven en París, pero un día Gloria recibe una noticia, su madre ha muerto en la isla, su madre cuidaba a los hijos de Gloria, Gloria debe ir a la isla a cuidar de sus hijos. Catástrofe para Cléo que consigue arrancarles, al padre y a Gloria, la promesa de que irá a verla en verano. La historia propiamente dicha empieza cuando Cléo llega a Cabo Verde. En un ambiente muy distinto, de cierta libertad y de indiferencia, la pequeña Cléo tiene que aprender a compartir a Gloria con otras personas, pero también los hijos de Gloria tienen que aprender a vivir con una madre que no conocen y Gloria tiene que aprender a no depender de Cléo y centrarse más en sus hijos. Todo esto, contado con ligereza y emoción, sin caer jamás en el sentimentalismo, sin dar un solo traspiés. Quieres a Cléo, entiendes a Gloria y te siente cercana a sus hijos. Ama Gloria es un film luminoso, de sol y aguas cristalinas (y peligrosas), de dolor y de risas. Cuando la veía pensé en la cercanía de que había entre la Frida de Verano de 1993 y la Cléo de Ama Gloria, ambas son niñas heridas que consiguen salir adelante. La (im)posible relación de la directora francesa con Carla Simón, se hizo posible gracias a una información  de Lluís Salgado: Marie Amachoukeli-Barsacq vivió un tiempo en Badalona, ¿y si conoció a Carla? ¿Y si se contaron sus historias personales, sobre las que se basan las dos películas? Si no es cierto, da igual. Ama Gloria sigue siendo una auténtica pequeña gran delicia.

 


El estreno más interesante: Siempre nos quedará mañana, de Paola Cortellesi

¿Por qué pienso que este film italiano es el más interesante? Hay varias razones. La primera es su directora, una conocida actriz italiana que ha decidido dar el paso a la dirección (aunque esto solo no lo haría interesante, son muchas las actrices y actores que dirigen). La segunda es el tipo de película que ha escogido Paola Cortellesi para dar este salto, una película en blanco y negro, ambientada en el año 1946, en plena posguerra y en pleno neorrealismo. La tercera es que este homenaje y evocación neorrealista no es nada nostálgico, al contrario, le sirve a la directora y guionista para contar una historia tan contemporánea entonces, como ahora. Y cuarto, unos actores magníficos, capaces de pasar del ridículo a la tragedia, de la violencia al baile. El título queda plenamente justificado en el film, porque efectivamente hay un mañana gracias al que, en cierto modo, existe un hoy.

 


El estreno más valiente: Mamífera de Liliana Torres

La directora catalana se atreve con un tema incómodo, poco estudiado y sobre todo muy poco representado. Las mujeres que no quieren tener hijos, que no sienten el instinto maternal, sin que por eso dejen de ser sensibles, cariñosas, cuidadoras e incluso gustarles los niños. Liliana nos coloca frente a un dilema. Lola y Bruno no quieren tener hijos, los dos llevan mucho tiempo viviendo juntos y están bien. Ya tienen una edad. Pero, sorpresa inesperada, Lola se queda embarazada y se plantea qué hacer. Durante los tres días que imponía la ley española antes de un aborto, Lola y Bruno se ven obligados a replantearse su vida. Sin ninguna intención moralizante, sin ánimo de afirmar que es lo bueno y que es lo malo, Mamífera nos obliga a mirar de frente una situación cada vez más común. Y lo hace con humor, de forma luminosa, resaltando el respeto entre Lola y Bruno, y el cariño de un grupo de amigas en las que Lola encuentra apoyo, aunque todas ellas tengan hijos. Porque Mamífera habla de Lola, pero también de otras maternidades, y de las distintas maneras de afrontar la vida. Lo mejor del film de Liliana Torres es el tono suave con que trata este tema tan duro junto con las preciosas ensoñaciones que puntúan con collages los sueños de Lola durante estos tres días. Mamífera es un film que te obliga a pensar.

 

EL RINCÓN DE LAS SERIES



Bellas Artes de Gastón Duprat, Mariano Cohn y Andrés Duprat Movistar+

Hacía tiempo que no me reía tan a gusto con una serie, hacía tiempo que no veía una representación tan palpable de la estupidez humana, hacía tiempo, mucho, que nadie se atrevía a poner en imágenes al emperador desnudo; el del arte contemporáneo, el de la corrección política, el de los ismos de todo tipo, el del conservadurismo más feroz disfrazado de modernidad. Cuando el pedante Antonio Dumas se presenta a un concurso para dirigir un museo de arte moderno en Madrid, sabe que no lo escogerán porque “soy viejo, soy hombre, soy blanco, soy de origen europeo y lo peor soy heterosexual”. Contra todo pronóstico Dumas es seleccionado y ahí empieza su cruzada contra la estupidez, auténtico macguffin de la serie, representada en la estatua de un famoso escultor continuamente vandalizada por su supuesto machismo en un pasado remoto. Dumas convive como puede con su ultramoderno programador que cada vez le propone cosas más absurdas, establece una complicidad con su estupenda secretaria y se enfrenta una y otra vez a una ministra de cultura analfabeta, pero muy correcta políticamente, mientras mira compulsivamente videos de gatitos en el móvil. Son seis capítulos muy cortos, de menos de 30 minutos, que vale la pena ver seguidos. Al final te das cuenta de que en realidad todos los personajes, menos Marisa, la secretaria, son odiosos. Empezando por Antonio Dumas, un estupendo Oscar Martínez que repite con los hermanos Duprat en un personaje que parece un hermano gemelo del insufrible escritor de El ciudadano ilustre y el amargado director de Competencia oficial. Si quieren divertirse un rato desmontando falsos dogmas de modernidad, no dejen de verla. 

El regalo de esta semana es un cuadro que  no sé si le gustaría a Antonio Dumas.



viernes, 19 de abril de 2024

MUCHO CINE


Los críticos llevamos unas semanas un poco desquiciadas entre festivales en casa (los más difíciles de seguir porque la vida cotidiana se impone sobre la vida festivalera) y estrenos a punta pala, dicho rápidamente. Esta semana once estrenos, algunos muy gordos como Civil War, de Alex Garland, que no he podido ver pero aun sin verla pone los pelos de punta por lo que se de ella: una distopía casi real ahora mismo. Otros son pequeñitos y modestos, pero huelen a interesantes, como Hate Songs de Alejo Levis, un experimento en un solo espacio y con tres actores, que nos recuerda el horror de un auténtico genocidio, el que  se vivió en Ruanda en 1994 cuando el grupo étnico Hutu asesinó en tan solo 100 días a 800.000 personas de la minoría Tutsi. El film es la recreación de una recreación. Hate Songs cuenta como veinte años después, es decir en 2014, se recreó en un estudio de radio, un programa que en los días de la matanza incitaba al odio con sus canciones y sus consignas. Lo mejor de esta película, pequeña, que no habla de una guerra civil sino de un exterminio civil, es que me ha hecho mirar a la Ruanda de ahora mismo y me he quedado asombrada al descubrir que es un país, tranquilo, próspero, donde la memoria histórica no se ha olvidado, pero no se usa como arma arrojadiza para crear más división y odio, sino para integrarse en un proyecto común. Ruanda, escondida en el corazón de África, es un ejemplo en muchos sentidos.

De los once estrenos de la semana, cuatro estaban dirigidos por mujeres. No está mal. De los cuatro, solo he visto dos y es de esos dos de los que quiero hablar en esta entrada.

 

                                        (la auténtica Clémentine Delait)

Rosalie, de Stéphanie Di Giusto

Me gusta mucho esta película. Es muy clásica en su forma, incluso un poco demasiado académica. Pero creo que es una buena elección de la directora francesa. Si lo que cuentas es bizarro y extraño, si lo que pones en imágenes es una historia que se sale de los cauces habituales, quizás lo mejor es que la manera cómo la cuentas sea la mas sencilla posible. Y la historia de Rosalie es extraña, sin duda. Todo pasa en un pequeño pueblo francés el año 1870. Rosalie (estupenda Nadia Tereszkiewicz), es una joven tímida y  bella que llega al pueblo para casarse con Abel (estupendo Benoît Magimel). Pero Rosalie no es una mujer como las demás, Rosalie tiene un secreto que intenta ocultar a todos: Rosalie es una mujer barbuda, peluda. Lo que Marco Ferreri en una de sus películas más salvajes, La donna scimmia, convertía en un cruel cuento de explotación de un fenómeno de feria, ahora es una historia de amor. Rosalie, inspirada en el personaje real de Clémentine Delait, es una preciosa historia de amor entre dos personas profundamente heridas. El film tiene tres partes muy claras, la primera es el rechazo de Rosalie, avergonzada de su barba; la segunda es la autoafirmación de Rosalie, orgullosa de su barba; la tercera es la hipocresía respecto a la barba de Rosalie. Con una cuidada ambientación y personajes muy bien dibujados, la hermosa y no convencional Rosalie nos enseña algunas cosas: hay que aprende a quererse a si mismo; hay que aprender a aceptar la diferencia; hay que aprender a vivir de una manera libre. Bonita y barbuda.

 


La quimera, de Alice Rohrwacher

Hacer una película después de Lázaro feliz, era francamente un reto. La directora italiana tenía el listón tan alto, que corría el riesgo de decepcionar. La quimera no decepciona, ni mucho menos, pero si tengo que reconocer, que, al menos para mí, no llega a la altura de Lázaro feliz. Eso no quiere decir que no sea una propuesta absolutamente recomendable: los cuentos siempre son bonitos. Y La quimera es un cuento etrusco. Hay un príncipe melancólico y sumido en la tristeza. Arthur, Josh O’Connor más cerca de Lawrence Durrell que de Carlos de Inglaterra, es un arqueólogo que poco tiene que ver con Indiana Jones. Arthur tiene un don, sabe encontrar los tesoros escondidos en las profundidades de esa tierra donde la historia fluye. Arthur no busca la riqueza, eso se lo deja a los siete enanitos Tombarelli (ladrones de tumbas) que le siguen por todas partes. Arthur quiere encontrar a su Bella Durmiente, su Blanca Nieves, la hermosa Benjamina, perdida en la bruma de los fantasmas y los muertos. Que la música que acompaña a Arthur sea el Orfeo y Eurídice de Monteverdi, da la clave argumental de este film, pero no la de la película. Alex Gorina me dio la definición más precisa de lo que es La Quimera, una película sobre la Ruina, con mayúscula. Una ruina materializada en esas piezas rotas y sucias que Arthur descubre; una ruina representada en ese viejo palacio donde viven una mujer que es quizás la ruina más valiosa, Isabella Rossellini, la madre de la perdida Benjamina y sus crueles hermanas. Una ruina. Si la pienso bajo esta idea, La quimera me gana en muchos sentidos. Porque lo que me parecía una debilidad del film, su dispersión, su falta de encaje entre algunos fragmentos del relato, de repente, se convierte en una ventaja. La quimera es un tesoro roto en distintos pedazos que debemos unir nosotros como hacen los restauradores con las piezas que recuperan de las excavaciones. Y como ellos, hacer que las verdaderas, las importantes, no se confundan con las nuevas que usamos para intentar darle forma. Para mí, la pieza fundamental de esta ruina etrusca es el personaje de Italia, Carol Duarte, la mujer tierra que salva a Arthur de las quimeras perdidas. 

El regalo de esta semana es una mujer (posible) etrusca


 

 

 

 

 

sábado, 13 de abril de 2024

DESCUBRIMIENTOS (DE TIERRAS Y DE CINE)

 

 

Hispanoamérica, José Luis López Linares

Siempre me ha interesado el cine documental que hace José Luis  López Linares. A veces conecto más con sus temas, otras me siento más lejos, pero siempre tienen algo que me despierta ideas o me remueve pensamientos. Con Hispanoamérica, su último trabajo sobre la memoria, me ha pasado algo muy especial, he visto y escuchado conceptos sobre la presencia española en el nuevo continente que tienen mucho que ver con lo que yo misma llevo pensando y defendiendo desde hace tiempo, todo hay que decirlo, sin demasiado éxito: no hubo una conquista de México porque México no existía. Hubo una conquista del imperio azteca en la que participaron los pueblos indígenas sometidos a un imperio, el mexica, de una crueldad y tiranía absoluta. No hubo una colonización en el sentido clásico del término, hubo un mestizaje y un sincretismo de culturas. No hubo una destrucción de una forma de vida, hubo una simbiosis de formas de vida. Los trescientos años de virreinatos, no colonias, –los virreinatos tenían la misma consideración y derechos que las provincias españolas, por precarios que fueran en uno y otro lado del mar–, son los más ricos de la historia americana. En América Latina no se destruyó, se construyó. Hubo una mezcla que dio origen a los que hoy son los pueblos criollos. Y esa riqueza es algo que desde las nuevas corrientes indigenistas y anticolonialistas, no solo se combate, sino que se niega y se intenta manipular en nombre de una idea disgregadora en lugar de una idea integradora. El documental de López Linares da la voz a historiadores, músicos, artistas, políticos de distintos países para que sean ellos los que reivindiquen la historia común, .no sólo con palabras, sobre todo con hechos, con documentos, monumentos, iglesias, colegios, hospitales y ciudades, porque España creó ciudades donde convivían las culturas. Lo de común es importante, porque antes de la llegada de los españoles, había reinos, imperios poderosos, pero aislados unos de otros. Fue la presencia española la que dio sentido a la idea de Hispanoamérica. Este trabajo debería verse en las escuelas de toda América Latina y en las escuelas de España. A ver si se empieza a tener una idea menos maniquea y manipulada de una realidad que está muy viva y muy presente. Aparte de esto, el documental es de una gran belleza en sus imágenes barrocas y de una gran riqueza en su reivindicación musical, quizás la forma más bonita de mostrar la integración de los dos mundos. Un pequeño apunte personal. Cuando yo estudiaba en México, en el Colegio Madrid se celebraba una fiesta de fin de curso cada año. Hasta tercero de primaria, es decir entre los 6 y los 9 años, los bailes que hacíamos las niñas eran mexicanos, la bamba, el jarabe tapatío, las guajiras michoacanas, eran bailes con vestidos largos, llenos de colores y volantes y con los brazos hacia abajo. En cuarto hacíamos una tabla gimnástica. Y a partir de quinto, sexto y la secundaria, los bailes eran españoles, con vestidos mas monocromos, rojos o azules, muñeiras, jotas, sardanas, lagarteranas y con los brazos hacia arriba. Siempre me llamó la atención esto de los brazos. Y me gustaría que alguien me lo explicara. Es curioso.

Aprovecho esta oportunidad para rescatar un texto que escribí hace un tiempo y que tiene mucho que ver con este documental:

“Nunca entendí el significado ideológico del 12 de octubre. Lo justo habría sido contar el encuentro entre dos mundos, dos civilizaciones, crueles las dos, violentas las dos, pero cada una con muchas cosas buenas para enriquecer la convivencia. Los españoles trajeron un idioma común y una organización territorial y política que ha dejado una huella imborrable en toda Latinoamérica; los pueblos indígenas aportaban su visión del mundo. Ni una ni otra eran perfectas, pero juntas crearon un mundo mejor. Los tres siglos de conquista española dejaron una herencia enorme que los dos siglos de independencia no han hecho más que dilapidar llevando al continente a la práctica ruina económica y moral en la que vive actualmente.” El documental Hispanoamérica, me da un poco la razón.

 

Seis películas para un festival. D’A 2024

Se pude decir que destacar solo seis películas en un festival que ha propuesto 120 títulos es más bien poco. Quizás si, pero es evidente que es imposible verlas todas; es evidente que entre lo que ves te puedes encontrar con sorpresas y decepciones; es evidente que tienes que escoger en función de tus gustos, pero también de tus necesidades profesionales. No es lo mismo ir a un festival para ver cine y disfrutarlo, que ir para cubrirlo para un medio que te condiciona de alguna manera. Teniendo en cuenta todo esto, me parece que puedo estar contenta de que este D’A 2024, en el que he visto más de veinte películas, seis se me hayan quedado en la memoria.


(portada del disco Una semana en el motor de un autobús donde está la canción 

Segundo premio de Los Planetas)

Segundo Premio, Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez

Tenía muchas ganas de ver la última película de Isaki, realizada esta vez en colaboración con Pol Rodríguez, otro director que me gusta mucho. Sabía que era una especie de biopic de un grupo de música de los noventa, Los Planetas, que la verdad, no conocía de nada. Pero lo que no sabía es que me iba a encontrar con una película Romántica y Melancólica a partes iguales. Un film que habla de la existencia y la autodestrucción, de la amistad y la creación. Una película que pasa en Granada, una ciudad misteriosa, una combinación de mar y nieve, de hielo y vapor, de árabe y cristiano, de agua y fuego. Agua que corre por arriba, fuego que circula escondido. Es impresionante como se puede reflejar un estado de ánimo con una mirada, un gesto, una canción. Segundo premio es un premio gordo. Y el inicio de una nueva etapa en el cine de Lacuesta. Felicidades.

 


Tríptico, de Daniel Grandes, María Martín-Maestro, Albert Olivé

Este film lo firman tres directores, pero lo habrían podido firmar los seis alumnos de la UPF que lo han concebido como un trabajo colectivo que viene a demostrar que sin una productora detrás y sin subvenciones, se puede hacer una película. Una gran película. Lo que hace falta es ganas, antes que nada, imaginación, colaboración y saber lo que quieres contar. Las cuatro cosas se conjugan en este film sorpresa de la sección que lidera Carlos Losilla, Un impulso colectivo. ¿Cómo hacer una película con muy poco? Un solo escenario, en este caso un enorme piso de techos altos y grandes estancias que uno de los personajes hereda inesperadamente. Dos personajes, un chico y una chica que empiezan a vivir en ese piso. Una situación externa: la pandemia que justifica que nunca salgan de ahí. Una situación interna: están rodando una película en la que ellos son y no son los protagonistas. Y tres cuadros misteriosos: uno feliz, uno trágico, uno en blanco. Con estos elementos se construye un film de suspense, de terror en algunos momentos, de amor, de reflexión sobre la representación. Y pasa volando y llega el final y dices, ¿qué pasará ahora? Espero que lo que pase es que todos ellos, los de delante y los de detrás de la cámara sigan adelante. Son el futuro.

 


Camping du lac de ÉlèonoreSaintagnan

¿Se han encontrado alguna vez tirados en medio de la nada porque el coche se ha estropeado donde menos te lo esperas? Este es el punto de partida de este cuento moderno narrado en primera persona por la propia directora. Cuando su coche se avería en una carretera de la Bretaña francesa, ella, debe pasar unos días en un camping cerca de un lago. Estamos fuera de temporada, pero hay algunos habitantes permanentes que viven todo el año en ese camping atraídos por una leyenda medieval, en el lago hay un pez monstruosamente grande que nadie ha visto nunca y que ellos intenta pescar, o al menos ver. Mientras espera pacientemente que arreglen su coche, ella se dedica a recoger relatos diferentes, a escuchar canciones de otro tiempo, a recorrer las orillas gravando sonidos de pájaros y de animales. Y descubre un mundo tranquilo y sereno como tranquilo y sereno es el film que hace esta joven realizadora francesa. Un cuento en el que te gustaría vivir, aunque el final sea un toque de atención sobre los peligros del cambio climático. La sequia no solo deja al descubierto ruinas de pueblos abandonados; puede dejar al descubierto peces monstruosos a los que hay que salvar.

 


Hors Saisson Stèphane Brizé

Fuera de temporada. Eso es lo que quiere decir este título y es lo que cuenta este film que rápidamente definiría como un cruce entre una película de Hong Sang-so y Claude Lelouch. Tiene tanto de los films invernales y de hoteles vacíos del director coreano, sin comida ni bebida, como del edulcorado Un hombre y una mujer, pero sin música. El resultado es una historia de amor truncada en el pasado, recuperada en el presente en ese balneario donde se refugia un actor en crisis después de abandonar el que debería ser su primer trabajo en el teatro. En la atmósfera azul y blanca del balneario, el actor no recuperará la serenidad, pero si encontrará un viejo amor con el que revivir momentos de melancolía más que de otra cosa. Podría ser un poco más corta, podría no tener varios falsos finales, pero a pesar de eso no me olvido de ella y del rostro desconcertado de Guillaume Canet o los ojos entornados de Alba Rohrwacher. Por eso la dejó aquí entre las cinco del D’A.

 


Música de Angela Schanelec

Hay algo musical en este film de la directora alemana. El título no está puesto porque sí. Y no solo porque la música barroca, Vivaldi, Monteverdi, Bach, jueguen un papel importante en la historia, sobre todo porque es la música la que al final salvará al héroe de este mito. Estamos ante la recreación de un mito: el Edipo de Sófocles. Claro que no hace ninguna falta saber esto para disfrutar de las imágenes y el ritmo de este film musical. Pero si lo sabes, puedes llenar los vacíos de las grandes elipsis que usa como si fueran movimientos de una misma composición. Primer movimiento, un bebé es abandonado en una cueva donde lo encuentra un pescador. Segundo movimiento, un adolescente con heridas en los pies, mata sin querer a un hombre en las rocas. Tercer movimiento, el joven herido, entra en la cárcel donde conoce a una funcionaria y se enamoran. Cuarto movimiento, al salir de la cárcel encuentra a la funcionaria, se van a vivir juntos y nace una hija. Quinto movimiento, la mujer hace una llamada telefónica y descubre un secreto. Ya no cuento más, pero aun hay un sexto movimiento. Siempre con la música barroca como contrapunto del paisaje seco y rocoso de las costas griegas. Cuando se estrene volveré sobre Música para recordarles que no la dejen pasar.

 


Historia de pastores, Jaime Puertas

La película más rara del festival, de las que yo he visto al menos. Estaba dentro de la sección Un impulso colectivo, donde caben este tipo de rarezas. Historia de pastores pasa en un futuro cercano, el 2027, en el campo granadino que se ha quedado sin agua y donde los cortijos se han convertido en ruinas arqueológicas. Hay un misterio, una extraña piedra caída del cielo, una excavación de un poblado neolítico, una atípica estudiante de geología que busca un cortijo perdido. Y hay dos pastores, uno, José, sufre una extraña erupción cutánea; el otro, Jonás, es el heredero de una saga de pastores que han visto un ángel. Todo pasa en un contexto de cotidianidad pueblerina, de vidas rutinarias, de cielos ardientes y ovejas de cristal. Si son capaces de imaginar todo esto en una película que cuenta cuentos y tiene como estrellas drones que vigilan permanentemente desde el cielo, se harán una idea de lo que es este film inclasificable, lleno de imágenes impactantes, donde la rareza empieza con una becaria de pelo blanco y arrugas y sigue con un hombre iluminado mientras otro hombre atraviesa, literalmente, al otro lado de la realidad. Lo raro en lo más cercano. 

El regalo de esta semana no es un cuadro ni un dibujo, es una foto de mi hermana Flora en una fiesta de fin de año de El Colegio Madrid, con los brazos en alto, como corresponde a la muñeira que supongo bailaría justo después. 


 

 

 

 

 

sábado, 6 de abril de 2024

CARTAS

 


Pequeñas cartas indiscretas, Thea Sharrock

Una entrada corta esta semana en la que ha empezado el D’A y hay pocos estrenos.

Una entrada de cartas indiscretas que  trastornan la hipócrita armonía de una pequeña ciudad costera completamente inventada.

Una película sencilla, no simple, que se apoya en sus dos actrices, Olivia Colman como solterona reprimida y malvada y Jessie Buckley como irlandesa libre y desprejuiciada.

Todo ambientado en los años 20 en una pequeña localidad costera inglesa, cuando el conflicto irlandés estaba en pleno apogeo.

Un argumento que le habría encantado a Agatha Christie, sobre todo en el mejor personaje de la historia, la policía de origen indio (atención a Anjana Vasan) que es la primera mujer policía en el pueblo, con lo que eso significa en racismo y desprecio por parte de sus superiores. Y una vecinas que no dudan en establecer complicidades para llegar al fondo del asunto de esas cartas maliciosas y obscenas que reciben un día si y otro también.

La historia parece escrita para ser una comedia de la Ealing, los estudios ingleses que llenaron de risas inteligentes y en blanco y negro los años 50  con Alec Guinness como estrella principal. Pero también se la puede relacionar con El cuervo, el clásico por excelencia de las cartas envenenadas, dirigido por H. Clouzot en 1943 en la Francia ocupada y plagada de colaboracionistas.

Solo un pequeño apunte, en este tiempo en el que ya no se escriben cartas en papel, las maldades se han multiplicado por mil gracias (o desgracias) a las redes sociales que amparan el anonimato y facilitan la difusión de fake news, secretos de todo tipo y más que otra cosa, lo que buscan es hacer daño. No estoy segura que con el tema de lo que se dice en twit, o como se llame ahora, se pudiera hacer una comedia tranquila como esta.

 

Un pequeño ciclo de cartas

Cartas denunciantes. El cuervo H.G. Clouzot, 1943

Cartas amenazadoras. El cabo del terror, J.Lee Thompson, 1962 y El cabo del miedo, Martin Scorsese, 1991

Cartas de amor. Carta de una desconocida, Max Ophüls, 1948

Cartas vengativas: Expiación, Joe Wright, 2007

Cartas malvadas. Diario de un escándalo, Richard Eyre, 2006

Carta que siembra dudas. Carta a tres esposas, J.L. Mankiewicz, 1949

Cartas emocionantes. Cartas desde Iwo Jima, Clint Eastwood, 2006

Carta para el futuro. Carta a mi madre para mi hijo, Carla Simon, 2022

 

El regalo de esta semana es una chica escribiendo cartas bonitas.