domingo, 8 de febrero de 2015

TIMBUKTÚ



(un árbol de Ramón que evoca los únicos momentos felices de esta película)
Tombuktú es un nombre que nos hace soñar en aventuras. Películas que pasan en el desierto, con tuaregs,  apuestos aventureros y damas dispuestas a arriesgar la vida por un amor. Al menos eso pasaba en Tombuktú, la película de Jacques Tourneur de 1958.  En esta Timbuktú que se estrena esta semana, también hay desierto y tuaregs. Pero los aventureros ya no son apuestos y las damas arriesgan la vida simplemente por no querer ponerse guantes para vender pescado. El mundo ha cambiado. A peor sin duda.
Abderrahmane Sissako, uno de los grandes directores de cine africanos, lo sabe y lo denuncia. Y lo hace sin miedo.  Lo hace porque puede hacerlo, porque es un hombre negro y musulmán que no está dispuesto a ver como se secuestra su religión en nombre de un Dios malvado y terrible. El Timbuktu de Sissako es un infierno en la tierra. Tomado por un ejército de fundamentalistas, la vida en esta hermosa ciudad se hace insoportable. Se prohíbe la música, se prohíbe fumar, las mujeres no solo deben llevar el burka, deben cubrirse también las manos para no provocar el deseo de los guerreros. El fútbol es abolido y los niños escapan a la prohibición jugando con un balón imaginario. La lapidación de una pareja que viven juntos (no son adúlteros, solo viven juntos sin casarse) es ejecutada sin  piedad. Y entre todo esto, una familia que intenta vivir en paz de sus vacas y sus tierras, se ve arrastrada a una tragedia griega por una estupidez. O una tragedia neorrealista, porque algo hay de neorrealismo en esta película extraña y estremecedora que acaba con dos niños corriendo sin dirección, huyendo no se sabe de qué, buscando no se sabe el qué. Como tantos otros.
El estreno de esta película ha coincidido con tres noticias aparecidas hoy en los periódicos. No son ficciones sino una realidad demasiado terrible para ser verdad:
-Félix Flores habla en un artículo en La Vanguardia de la publicación de un documento del Estado Islámico en el que explican cómo deben vivir las mujeres bajo su Califato.  Es un horror. Quién quiera leerlo lo puede hacer en este enlace. http://www.lavanguardia.com/internacional/20150206/54425892913/estado-islamico-mujeres-normas-deben-vivir.html#ixzz3QzeGwris 
-EFE cuenta que se han reanudad las clases en una ciudad de Siria donde estaban suspendidas desde octubre para reelaborar los programas y reeducar a los profesores. El EI considera que ya están reeducados y pueden enseñar la sharía o ley islámica tal como ellos la imponen.
El Estado Islámico quema vivos a tres civiles en Irak acusados de dar información al ejército irakí y obliga a toda la población a verlo.
Timbuktú, la película, es casi un cuento de las mil y una noches al lado de lo que está pasando.


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Contrapunto feliz
Ayer se entregaron los Premios Goya. Felicidades a los que ganaron, y a los que no ganaron. No hubo perdedores en una noche que se alegraba de que el cine español esté vivo y con unas excelentes películas. Pero felicidades sobre todo a los que pensaron en ese número musical con el que se inauguró la ceremonia. Unir la tradición del cine español de toda la vida con el presente y cantar juntos Resistiré, fue emocionante. Muy emocionante. 



(no suelo poner imágenes de otros en este blog, pero esta me encanta. Asunción Balaguer es, como dijo González Macho, un ejemplo. Un puente entre el pasado y el futuro)



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