sábado, 18 de julio de 2015

MUJERCITAS



Latin Lover se titula la película de Cristina Comencini que absurdamente han llamado aquí Mi familia italiana. Absurdamente porque si hay alguna familia, y la hay, no  es precisamente italiana sino multicultural, casi transnacional. Latin Lover es un título que le va muy bien a la historia de este actor, seductor, guapo, maravilloso, homenaje nada encubierto a dos de las figuras emblemáticas del cine universal, Marcello Mastroianni y Vittorio Gassman. Un latin lover que dejaba una hija en cada país donde trabajaba, una italiana como es natural, una francesa, una española, una americana, una sueca y quizás alguna más. Cinco hijas como cinco soles, dos esposas, una italiana y otra española y algún  verso suelto que aparece a media historia. Viendo la película y después de escribir este párrafo, pienso que este film debería llamarse Mujercitas, o mejor aun Mujeres. La sombra de Saverio Crispo es muy alargada y protege bajo el manto de su seducción a este conjunto de mujeres y un hombre, que viven de su recuerdo y de su memoria y que en un fin de semana donde se le rinde un homenaje en su pueblo natal, descubren que quizás, solo quizás, había alguna zona oscura en su comportamiento exuberante y latinlovero.
Cristina Comencini, heredera de uno de los grandes directores de la comedia italiana donde brillaban Mastroianni y Gassman, dirige este film alegre, libre, feliz, luminoso, una historia de hermanas y de amigas, de celos y de complicidades, llena de humor, a veces ácido, pero siempre amable en el que  cuatro de las cinco hijas y las dos madres consiguen una química perfecta. En este verano más que caluroso, bochornoso y horrible, refugiarse en esta casa de la campagna con estas mujeres es garantía de pasar un buen rato con una película sencilla, inteligente y evocadora.

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Las actrices/hijas del film son todas estupendas: Angela Finochiaro, Valeria Bruni-Tedeschi, Candela Peña, Pihla Vitala; los chicos están mas que bien, sobre todo Lluis Homar, protagonista de una secuencia que es un regalo para cualquier actor. Pero yo me quedo con las dos madres: Virna Lisi, guapísima y elegante en el que sería su último trabajo. Virna Lisi tenía 77 años cuando rodó esta película en la que brilla con luz propia demostrando que la edad bien llevada, asumida con naturalidad y con dignidad no solo no es un problema, sino un añadido de belleza. A su lado, Marisa Paredes, diez años más joven, también da una lección de belleza y de saber estar. A pesar de que le toca bregar con un personaje enfadado y malhumorado, Marisa acaba por apoderarse de la pantalla especialmente cuando decide mostrarse casi a pelo, mejor dicho sin pelo, en un tour de force que muy pocas actrices, en realidad muy pocas mujeres, pueden asumir sin miedo. Marisa supera la prueba con creces y demuestra que no ha perdido nada de su elegancia y su atractivo. Sus arrugas hablan de una mujer que ha sabido vivir y que ha disfrutado mucho de la vida y de su trabajo. Sigue siendo una mujer muy hermosa que roba escenas sin esfuerzo. Su Ramona, es una Becky del Páramo que se ha hecho mayor y es mucho mas divertida. Pero sobre todo, nada almodovariana. Comencini demuestra que se puede hacer comedia coral con mujeres sin parecerse en nada al director manchego. Lo cual no deja de tener mucho mérito.

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Hace unos días estuve en Madrid y vi una exposición que me gustó mucho en el Museo Thyssen: Vogue like a painting. Son imágenes de grandes fotógrafos que evocan cuadros famosos, a veces literalmente otras por su atmósfera. Es una exposición preciosa que invita a imaginar mundos fantásticos de bosques, jardines, castillos. Pero si hablo de ella aquí es para justificar la foto que encabeza este post de mujercitas. Es una foto de Peter  Lindbergh que forma parte de la serie Una tarde encantada. Cuando la vi, no pude menos que pensar en la película de Cristina Comencini y como las casualidades hacen que las cosas que uno vive se liguen entre sí. Si están en Madrid o van a Madrid, no dejen de ir a verla, vale la pena. Y si a la salida se acercan a ver Mi familia italiana, aun mejor.

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