sábado, 12 de diciembre de 2015

PASEAR



(un paseo por Santa Coloma)
1.
Andar por placer o para hacer ejercicio por un lugar, generalmente al aire libre, despacio y sin un destino determinado.
Esta es la definición de la palabra Pasear que se encuentra en cualquier diccionario. Pasear es caminar por gusto, no por obligación. Pasear es ir despacio, mirando a tu alrededor. Es mirar el cielo y el suelo; es detenerte a ver una flor o una ventana; es sentir el viento en la cara o el ruido de la ciudad. Pasear es una de las mejores cosas que se pueden hacer en la vida. No cuesta nada. Solo tener ganas y un poco de tiempo. Es algo que se puede hacer en compañía o solo. Son paseos diferentes. En compañía el ritmo se tiene que acoplar, las respiraciones se tienen que conjugar. Hay que compartir lo que se ve, lo que se descubre. Cuando paseas solo, todo fluye de una forma mas sencilla. Yo he paseado mucho en compañía de Ramon. Somos asiduos paseantes de la ciudad, desde lo más cercano que es nuestro barrio, hasta lo más alejado. Hace poco, hicimos un larguísimo paseo por Bellvitge y Hospitalet. Fue un descubrimiento: desde el contraste entre el futuro y el pasado que representa el Hotel  Hesperia al lado de la ermita románica, hasta el viaje en el espacio a una especie de Texas de bolsillo con sus almacenes y edificios bajos, pasando por un resto de gótico enclavado en una ciudad que crece con alegría. También fue muy bonito un paseo por Santaco, Santa Coloma, ese barrio de colores que trepa por la montaña al norte de la ciudad, sobre el rio Besos, subiendo y subiendo. Pasear por Barcelona es muy interesante y, aunque no lo parezca, es muy relajante.
Pasear por el campo o por la montaña o por el bosque, produce otras sensaciones. Desde la paz al miedo, el desconcierto de no saber dónde estás, la sorpresa de descubrirlo. Ir de un sitio a otro, a veces sin objetivo, por casualidad. Recorres caminos que rodean pueblos o te pierdes en senderos que suben por la montaña y apareces en una cumbre desde la que ves el horizonte. Pasear es algo que recomiendo a todo el mundo.
Todo esto viene a cuento de la película Un paseo por el bosque. No es un gran film, no es uno de esos títulos que se quedan en la memoria. Pero tiene la virtud de despertar el deseo de salir a andar, de buscar los caminos que crucen tus propios Apalaches, a veces tan cercanos como Collserola. Redford está acartonado, Nolte esta gordísimo, no son tan adorables como Lemmon y Matthau; no son tan guapos como Newman y el propio Redford. Pero son humanos y vulnerables. Y pasean juntos por los bosques y las montañas.

si quieren saber mas de paseos les recomiendo entrar en el post del blog de Ramon Herreros que habla precisamente de esto: http://ramonherreros.blogspot.com.es/search?q=pasear



(el dibujo que hizo Ramon del paseo por Santa Coloma)

2
Otro tipo de paseo es el que invita a hacer La novia, libre adaptación de Bodas de sangre de Federico García Lorca. Un paseo de dos tipos. Literario, al provocar el deseo de volver a leer a Lorca desde una perspectiva nueva: la de un poeta libre y con un lenguaje muy rico. Paisajístico, al utilizar como escenario de esa apasionada y trágica historia no la Capadocia, (sería demasiado simple y eso implica viajar antes que pasear) sino los Monegros, mucho más  cercanos y asequibles, mucho más secos y misteriosos, mucho más extraños y lunares, como la propia Novia que se mira en la luna.
La novia de Paula Ortiz y de Inma Cuesta es una novia hermosa, mejor dicho bella. De una belleza extrema que a veces molesta. En esta sociedad nuestra  vende más la fealdad y el supuesto realismo sucio que la belleza y el supuesto realismo mágico. No es un film fácil. Exige del espectador el deseo de establecer estos dos paseos mientras se deja arrullar por los versos y las estrellas.






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