sábado, 2 de agosto de 2025

PROPUESTAS DE VERANO (1)


Vuelvo al blog después de una corta pausa. Empieza agosto, el mes donde todo se detiene y (parece) que hay tiempo para todo. De ahí mis propuestas de verano.


Un libro: Un animal salvaje, Joël Dicker

El 21 de marzo del 2020, en pleno confinamiento, hablé por primera vez de un libro de Joël Dicker, La verdad sobre el caso Quebert. Decía en la entrada: “Hay un misterio, el pasado y el presente se entrelazan, una casa en la playa, una amistad, un crimen y una crisis”. Hace poco, el 31 de mayo de este año, volví a hablar de un libro de Dicker, La muy catastrófica visita al Zoo. Han pasado dos meses y vuelvo a hablar del autor suizo porque su último libro, Un animal salvaje, me ha encantado. Dicker tiene un estilo muy personal, reconocible, pero en cada libro es distinto. Unos son mejores que otros (todos son interesantes) pero este es muy bueno. Comparte con Harry algunas cosas; un misterio, el pasado y el presente, casas bonitas, no en la playa sino en Ginebra, una amistad (más bien falsa), un crimen (un robo en este caso) y varias crisis. Con el zoo la unen la construcción del libro partiendo del hecho consumado, el robo, y viendo poco a poco como se llega hasta allí. Dicker es especialista en describir personajes que detestas, pero a los que no puedes dejar de seguir. En este libro no se salva nadie, y eso es lo mejor. No se salva nadie de la quema moral, otra cosa es que el libro no solo se salve, sino que sea adictivamente entretenido. Se lee muy deprisa y sabe mal que se acabe.

 

Una serie: Ted Lasso, Bill Lawrence, Appel TV (en Movistar)

No es una novedad ni mucho menos. La primera temporada es del 2020 y la última del 2023, son 34 episodios en tres temporadas. Hace tiempo que la descubrió todo el mundo, al menos toda la crítica. Yo acabo de verla este verano y he entendido porque se convirtió en un fenómeno mundial de las series. Bueno, lo he ido entendiendo a medida que me adentraba en la historia de este ingenuo y pollianesco entrenador de futbol americano que cambia su Kansas natal por un equipo de futbol (no americano) en Inglaterra sin tener ni idea del juego y sus reglas. La artífice de su contratación es la espléndida Rebeca Welton, dueña del AFC Richmond, un equipo de futbol que ha conseguido arrebatar a su impresentable ex marido con la intención de llevar el equipo al desastre y así destruir algo que él siempre ha querido. La llegada de Ted y su fiel compañero Beard, provoca rechazo, burla y desconfianza en los jugadores y en la afición. Pero… si quieren saber cómo consigue Ted darle la vuelta a esta situación y alcanzar varios éxitos (no todos futbolísticos), vale la pena que vean la serie entera. Y digo entera, porque es una serie que crece, no solo en duración de sus capítulos, los de la primera temporada duran 30 minutos, los de la última una hora, también en profundidad de los personajes. Todos, absolutamente todos, tienen un arco de crecimiento. Quizás el que menos el propio Ted, que sigue siendo bueno, ingenuo y pollianesco. Pero los demás crecen y cambian: la espectacular e inteligente Rebecca, el imprevisible Beard, el niño prodigio Nate, el gruñón Roy, la adorable Keely, el encantador Leslie, el pedante critico de deportes Trent Crimm, y los jugadores que merecen un párrafo especial. Jamie, el guaperas, Sam el concienciado, Rojas el tonto bueno, Colin el que tiene un secreto, Isaac el capitán y todos los demás. Si te gusta el futbol disfrutarás con los partidos (sale Guardiola en uno de los capítulos finales), si no te gusta el futbol disfrutarás viendo como se (de)construye un equipo. Si te gustan los dramas, hay algunos, si te gusta la comedia surrealista, hay mucho. Pero lo mejor de todos. Si tienes ganas de ver una serie de buen rollo, positiva, optimista, liberada de trabas emocionales y con mucho humor, Ted es tu guía. Por qué insisto en lo de pollianesco, es algo que solo entenderán los que recuerden los libros o las películas de Pollyanna. Ah! Otra cosa. Para ser una serie que trata de futbol, con muchos protagonistas masculinos, es la menos testosterónica que se pueda imaginar. Y las dos protagonistas femeninas, no solo rompen todos los esquemas previsibles en sus relaciones, también son las que suelen tener las ideas más claras y tomar las mejores decisiones. Una excelente compañía para el mes de agosto. Aprender con Ted a Creer (Believe).

 

Un estreno: Una película inacabada, Lou Ye

En enero del 2020 en España vivíamos en la inopia de lo que en China estaba sucediendo en la ciudad de Wuhan. En febrero nos empezaban a llegar noticias extrañas que hablaban de un virus. En marzo, nos cayó encima el rayo: la pandemia, el confinamiento, los muertos… tres meses tardamos en reaccionar y ser conscientes de lo que pasaba. En China, mientras tanto, llevaban desde finales de enero confinados y sin información. Este es el contexto histórico de Una película inacabada. Dos veces inacabada se podría decir, o dos veces inacabada y una vez terminada. Todo empieza cuando un director de cine decide recuperar las imágenes rodadas diez años antes, en 2009, de una película que quedó inacabada por falta de presupuesto. A finales del 2019, el director consigue reunir al mismo equipo técnico y de actores, más gordos, con familia pero con el mismo entusiasmo, para rodar un final a esa historia. El rodaje durará cuatro semanas y tiene que terminar antes del fin de año chino, el 25 de enero. Quedan solo tres días para acabar cuando empiezan a llegar noticias de que pasa algo raro, rumores que se cuelan en el hotel donde vive el equipo. Todo pasa muy deprisa, cas sin darse cuenta, se encuentran atrapados en ese hotel, lejos de sus casas, con la prohibición de salir de la habitación. Son los primeros momentos de la pandemia y nadie sabe qué hacer. La película queda inacabada de nuevo. La de la ficción, porque la real se va construyendo como un puzle con conversaciones de móvil,  videos privados, imágenes documentales de televisión, momentos de angustia y de soledad. Centrada en el protagonista masculino de las tres películas, la del 2009, la del 2019 y la que estamos viendo, el film consigue transmitir la sensación de desamparo e incertidumbre que se vivió en China y poco después en todo el mundo. La recomendación del director a su equipo fue: grabarlo todo, las rutinas, las comidas, las conversaciones con la familia. Hay que dejar testimonio. Con material rodado ahora mismo y con imágenes de archivo del momento, Una película inacabada se erige en un testimonio casi documental de cómo empezó todo. Un recordatorio necesario, especialmente porque no cae nunca ni en el miedo, ni en el pánico, ni en la conspiración. Es un film profundamente humanista y con algunos rasgos de humor sobre un tiempo y un país que no están tan lejos. El cine como motor de la memoria colectiva. No estoy segura que a las autoridades chinas les haya hecho demasiada gracia mostrar como gestionaron el inicio de la pandemia, pero para el público de este 2025, es imprescindible. (No tengo constancia de lo que pudo suceder en España con los rodajes que estaban en marcha el 13 de marzo del 2020. Me gustaría saberlo).

 

Un festival: Atlántida Film Fest en Filmin

Es el único festival que conozco que tiene dos patas, una presencial en Mallorca y otra On Line en Filmin, Atlántida Film Fest es una excelente oportunidad de sumergirse en un mar de cine y descubrir tesoros escondidos. Dura hasta el 25 de agosto y hay de todo. Exploren y arriesguen, a ver que encuentran. 

El regalo de esta semana es la ilustración que utilicé en el blog el 26 de enero del 2020, sin saber que en China empezaban los confinamientos. Todo es memoria.



 

 

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