martes, 11 de enero de 2011

DIOSES Y HOMBRES, PAJAROS Y RAMAS


“-Somos como pájaros en una rama, podemos echar a volar en cualquier momento –dice uno de los monjes.
-No, te equivocas, –le contesta la mujer– nosotros somos los pájaros y vosotros sois la rama. Si os vais, no nos queda nada.”

Este diálogo de la película De dioses y hombres que se estrena el viernes, es el punto central de la historia. Pájaros y ramas. Los monjes del pequeño monasterio cisterciense de Tibhirine, perdido en las montañas del Atlas en medio de la Argelia musulmana, son la rama donde se apoya la vida del pueblo. Cristianos y musulmanes viven en plena armonía, se ayudan, se complementan. Pero este mundo equilibrado está condenado a desaparecer violentamente con la irrupción del fanatismo, el fundamentalismo, el integrismo que arrastra en su torrente de violencia a unos y a otros; a pájaros y ramas. En 1996, la comunidad fue secuestrada, aun no se sabe bien por quién, y poco después los monjes aparecieron decapitados. La película habla de eso, del espanto que significa la pérdida de confianza, el desprecio al otro, la impunidad de quién se cree con derechos. Derechos sobre los monjes y sobre la gente del pueblo. No sabemos quién tiene mas miedo: los resignados cistercienses que saben a que se arriesgan o los habitantes del pueblo que saben que no podrán escapar de la dictadura de la intolerancia. Hay un momento en que el gobernador le dice a Christian, el prior: “la culpa de todo esto la tienen los franceses, no por la colonización, sino por la forma en que hicieron la descolonización”. No son estas palabras exactas, pero es el sentido. No se puede dominar un país y de la noche a la mañana abandonarlo a su suerte. Albert Camus lo dijo muy claro y pagó las consecuencias (aun hoy las paga). Lo que está pasando ahora es el resultado.
Pero este tema, que podría haber dado pie a una film político, es en manos de Xavier Beauvois un precioso documento sobre la vida monástica, con sus pequeños trabajos, sus rituales, sus ritmos específicos. ¿Recuerdan una película del 2005 que se llamaba El gran silencio? Bueno pues es algo asi, pero con música, con palabras, con imágenes, con objetos, con tolerancia y convivencia y con añoranza de un tiempo, no tan lejano, donde los pájaros podían posarse en las ramas y vivir en paz.

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