sábado, 8 de octubre de 2011

DOS MUJERES


(¿una mujer preguntándose como escapar?)
Este fin de semana dominado por el festival de Sitges, al menos en el ámbito de Barcelona, se han estrenado dos películas importantes. Dos films realizados en cinematografías periféricas que se acercan al problema de la vida en pareja desde ángulos muy distintos, pero con puntos de enorme coincidencia. Nader y Simin, una separación del iraní Asghar Farhadi y Las razones del corazón, de Arturo Ripstein y Paz Alicia Garciadiego. Teheran y México, dos ciudades populosas, desequilibradas, monstruosamente grandes donde los seres humanos no son mas que pequeñas moscas pululando sin ton ni son. México D.F. y Teheran se parecen mucho en su desmesura y las dos provocan una sensación de atracción/odio inquietante.
Pero en estas dos películas de lo que se habla es de matrimonios rotos. Rotos por que, en ambos casos, las mujeres no pueden mas. La diferencia entre uno y otro, aparte del lenguaje cinematográfico que hace de una un melodrama sirkiano (la iraní) y de la otra un melodrama buñueliano (la mexicana) es que las dos coinciden en el hecho de que las mujeres no pueden mas con la vida que llevan.
Simin ya no aguanta mas. Necesita salir de su país y buscar una nueva vida para ella y su hija; Nader, su marido, no está dispuesto ni a irse ni a dejarla irse. La única solución es separarse. Y de ese extraño y largo proceso habla este film que sin denunciar explícitamente nada, nos estremeces con la intolerancia de una sociedad enquistada en unas tradiciones injustas en la que a pesar de todas las dificultades, son las mujeres las que avanzan sin detenerse.
En México encontramos a Emilia, un ama de casa frustrada y agobiada por la aburrida vida que su matrimonio le impone. Emilia no es exactamente Madame Bovary, no se consume por falta de amor, se consume de mediocridad. La del edificio siniestro donde sube y baja sin parar como una rata de laboratorio buscando una escapatoria imposible; la del amante despreciable que no la entiende ni la quiere; la del marido cobarde incapaz de darle lo que necesita. Emilia se consume en ese mundo claustrofóbico y sin aire. Emilia al final encontrará una salida. No es extraño que esa salida se parezca tanto a la de otra mujer impresionante en la filmografía de Ripstein/Paz, la de la reina de la noche.

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