viernes, 29 de marzo de 2013

DESTELLOS DE DIAMANTES



Hace muchos años, cuando trabajaba en el Festival de Sitges, recuerdo una conversación con Alex Gorina que entonces era su director. Me acuerdo que hablábamos de la posibilidad de hacer un festival por Internet; de cómo sería  y como se podría organizar. En aquellos años, estoy hablando de 1995, 1996, la red estaba todavía en mantillas, pero ya se podía imaginar cual iba a ser su futuro. Aquella idea tan loca en ese momento, se ha convertido en una realidad. Hay varios festivales de cine en Internet y uno de los mejores es el Atlántida Film Fest  que se puede seguir desde la plataforma Filmin.
Durante un mes se podrán ver todos los títulos del festival al módico precio de 20 euros (10 si ya eres abonado a la plataforma). Es una iniciativa estupenda que permite ver películas no estrenadas y que posiblemente tardarán mucho en estrenarse. Mi particular selección ha comenzado con un film que desde su estreno en el Festival de Sevilla del año pasado tenía ganas de ver: el Otelo de  Hammudi Al-Rahmoun Font, producido por Escándalo y la ESCAC.
Este Otelo inesperado está ambientado en un plató donde se rueda una nueva versión de la obra de Shakespeare. Una pareja de actores no profesionales encarnan al moro celoso y a la rubia Desdémona. Los miembros del equipo de rodaje son los figurantes de lujo que acompañan la tragedia dirigidos por un Yago que no es otro que el propio realizador. Este planteamiento podía haberse quedado en un experimento de cine en el cine, un artefacto visual previsible. Si no lo es y por eso merece ser destacado es por la capacidad de crear una situación violenta –violentar, no viene exactamente de violencia sino de violación- que sabe provocar el realizador en una determinada secuencia, utilizando la vulnerabilidad de los actores, manipulándolos y conduciéndolos por dónde él quiere ir desde el: “si tu no quieres, no lo hacemos” a “acabaréis follando por que yo lo quiero”. Esa secuencia es uno de los momentos de cine mas perturbadores que he visto en mucho tiempo.



(este hotel no está abandonado, pero sería un buen escenario para Diamond Flash)
Ya puesta en materia de españoles y raros, busqué en la misma Filmin una película de  la que había leído y oído muchas cosas y que no había visto hasta ahora. Ya se que llego tarde a todo lo que se ha dicho de ella, pero no importa. Diamond Flash, de Carlos Vermut, fue una sorpresa. No se que me esperaba, la verdad no lo había pensado, pero desde luego no esa historia tan simple y al mismo tiempo tan imposible de contar, con un superhéroe, una bruja, secuestradoras, mujeres maltratadas, y niñas que sufren abusos. De todo eso hay en esta película, pero en realidad no se habla de nada de eso. Cinco mujeres: Violeta, Elena, Juana, Lola y Enriqueta, transitan por los distintos capítulos de esta historia fascinante que te mantiene atento a la pantalla las dos horas que dura. El ritmo de la narración, la potencia de las imágenes –especialmente el capítulo del hotel abandonado- y  la interpretación de las actrices en sus duelos cara a cara son los elementos que utiliza Vermut para conseguir que este film, realizado sin ningún tipo de ayuda oficial, pero con una enorme profesionalidad, sea una de las mejores pruebas de la vitalidad del cine español menos encorsetado en viejas y caducas estructuras de producción.

En cuanto a los estrenos, recomendar Los últimos días, de los Hermanos Pastor. De esta película he escrito en Fotogramas y en Time Out Barcelona. Si alguien quiere leerlo estos son los enlaces.


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