sábado, 2 de mayo de 2015

MANDARINAS

(preciosas mandarinas dibujadas por Ramon para este blog)

Las mandarinas son frutas muy especiales. Más dulces que las naranjas, menos ácidas que los limones, las mandarinas se sitúan en un terreno intermedio entre ambos cítricos. Como Ivo. El viejo Ivo que se encuentra en medio de una de esas guerras nacionalistas y de religión, tan absurdas como crueles, que asolaron los Balcanes en el último tercio del siglo XX. Ivo es carpintero y se ha quedado solo en un pueblo abandonado donde únicamente vive su amigo y vecino Markus. Ivo y Markus son estonios, pero su familia lleva instalada en Georgia de hace varias generaciones. Ivo no se quiere ir de su casa ni de los campos de mandarinas que cuidan amorosamente entre Markus y él. Pero nadie vive al margen del mundo y si uno no va a la guerra, la guerra viene a uno. Un estúpido y violento enfrentamiento entre georgianos que reivindican esas tierras  y chechenos mercenarios a sueldo de los rusos, deja a Ivo con una naranja y un limón metidos en su casa. Lo que pasa en esa casa, como la mandarina consigue hacer un jugo común con todos ellos, es lo que cuenta esta película tranquila, de una belleza sencilla que huele a azar a pesar de la guerra. Una historia que ya se ha contado otras veces. Jordi Batlle recordaba en su crítica en La Vanguardia un film de Isasi Isasmendi del año 1961, que se llamaba Tierra de todos con un argumento muy parecido en la guerra civil española; o el referente obligado de En tierra de nadie, de Danis Tanovic. Si Mandarinas tiene interés al margen de su argumento es gracias precisamente a ese tono sereno sin dogmatismo, respetuoso, donde no hay buenos o malos: solo hay un hombre digno que es capaz de transmitir esa dignidad a los demás.

2 comentarios:

  1. Podeis verla en @CinemaCatalunya a Terrassa. Jo ho fare. Gracies Nuria.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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