sábado, 1 de abril de 2017

PAISAJES


(los Picos de Europa fotografiados por Ramon)
La montaña
Me gusta mucho la montaña. Todas. Me siento bien en las alturas. A lo mejor porque nací a 2000 metros de altitud, aunque no precisamente en una montaña. México DF esta en un altiplano que, como su nombre indica, es alto y plano. Pero siempre me gustó ir a las montañas. Y en España las hay extraordinarias. Los Pirineos, cercanos y accesibles (aunque  aveces difíciles de subir); la Sierra Nevada granadina, legendaria y moruna; El Guadarrama de Navacerrada, veraniego y amable. Pero sobre todo, los Picos de Europa, la cordillera Cantábrica, la más salvaje y abrupta de la península, la que invita más a la aventura. Son estas montañas las que retrata Cantábrico. Subyugado por sus picos y sus rocas, sus bosques y sus ríos, el director Gutiérrez Acha, que ya había explorado el rio Guadalquivir, se adentra en la vida de estos parajes en busca de osos, lobos, pájaros e incluso hormigas. Sin un guía que lo conduzca como hacía en Guadalquivir siguiendo a un pequeño zorro, Cantábrico se abre en diversas direcciones como un abanico de posibilidades a lo largo de un año que va de invierno a otoño. Lo mejor de esta película es las ganas que te entran de conocer los Picos si no has estado nunca o de volver ya mismo para disfrutar de uno de los espacios naturales más vírgenes que quedan en nuestro país.


(el Torcal de Antequera podría ser el desierto de este film)
Desierto
Solo unas líneas para hablar de Últimos días del desierto, de Rodrigo García, una película no apta para cualquier espectador, que recrea un episodio de la vida de Jesús ahora que se acerca la Semana Santa. Lo mas potente de la propuesta es la fotografía de Emmanuel Lubezki,, capaz de hacer del desierto una sinfonía de colores, de formas y aristas que se reflejan en el rostro de Ewan McGregor desdoblado en Jesús y su propio demonio. Pero lo que más me ha interesado es algo que subyace en esta terrenal mirada del hombre santo: la difícil, por no decir imposible, relación de los hijos con los padres. El hijo con el padre en la familia que acoge a Jesús antes de entrar en Jerusalén; la del propio Jesús con su padre, un Dios lejano y perturbador. Si Rodrigo no fuera hijo del escritor García Márquez quizás esta relación no me habría llamado la atención. Es probable que ni siquiera escribiera de esta película. Pero Rodrigo García ES hijo del nobel de literatura con el que tuvo una conflictiva relación y eso le da al film una especial capa de ironía.


(un chateau francés parecido a los del reino de Kentz donde duerme la bella)
Bosque

Esta si es una película que me gusta. Bella durmiente de Ado Arrietta, antes Udolfo Arrieta y mucho antes, simplemente Adolfo Arrieta. Su Bella durmiente es excéntrica e inclasificable. Baste decir que se puede definir como una mezcla de Brigadoon, de Vincente  Minnelli (el uso del tiempo, los cien años que en una pasan en una noche y en otra duran un siglo), con Piel de asno de Jacques Demy (los espacios cuidadosamente buscados, el ambiente, la princesa); de El extraño caso de Angélica, de Manoel de Oliveria (dos bellas durmientes esperando a ser despertadas) con La bella y la bestia, de Jean Cocteau (el surrealismo de la narración, la belleza de las imágenes).Un extraordinario cóctel que hace de Bella durmiente un cuento con música, filmado en castillos de ensueño, con príncipes azules y princesas blancas. Sin olvidarnos de los ángeles, obsesión de Arrieta desde sus primero trabajos, hasta las hadas, en este caso dos hadas estupendas: el hada buena que interpreta Agathe Bonitzer y el hada mala que se encarna en una Ingrid Caven arrolladora. Una última cosa: Bella durmiente no es un producto Disney, lo digo como advertencia para que nadie se lleve a engaños. 

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