sábado, 11 de septiembre de 2010
PREOCUPACIONES
(este cuadro de Ramon podría ser también un monolito)
Estoy un poco preocupada. Llevo casi tres semanas sin escribir en el blog. La primera porque estuve fuera, pero las otras dos, porque lo que se estrena es tan poco estimulante que no me apetece decir nada. Podría comentar que el último Woody Allen me ha gustado mas que los anteriores (cosa no demasiado difícil), pero sin ir mucho mas allá; que Lope me parece una puesta de largo de Águila Roja con todo lujo de producción; o que la película de Jane Campion me aburrió mortalmente al no ser capaz de encontrar en ella ni un brizna de la emoción romántica propia del tema. También que Submarino, del ex niño prodigio danés, es uno de los films mas sórdidos y agobiantes del año. Podría hablar de la película de Achero Mañas, pero no la he visto aún.
Tengo la sensación de que en estos quince días no se ha estrenado nada bueno que justifique pagar siete euros para verlo. No quiere decir que no haya visto nada interesante. Los avances de las películas españolas de San Sebastián y Sitges anuncian una cosecha otoñal muy digna de tenerse en cuenta: Elisa K, Pa Negre, Aita, El Gran Vázquez, pero también Bicicleta, cuchara, manzana, sobre el ex president Pasqual Maragall y la particular mirada de Isaki Lacuesta a la figura de Ava Gardner en La noche que no acaba. También he visto Guest, de José Luis Guerín. Bueno solo un trozo porque no contaba con una duración de dos horas y cuarto y tuve que irme antes de que acabara. Y el avance de algunas de las apuestas fantásticas de Sitges tampoco está mal: The New Daughter y su cine de terror mas clásico en el que la banda sonora es la auténtica protagonista o Los ojos de Julia, donde Belén Rueda vuelve a sufrir en una casa con fantasmas.
Con estas películas y todas las que no son españolas, confío que el próximo festival de San Sebastián y el ya cercano Sitges, me devuelvan las ganas de ir al cine. Mientras tanto me refugio en mi videoteca donde este año he redescubierto una joya olvidada Roxie Hart, de William Wellman, un film de 1942 interpretado por una Ginger Rogers pelirroja. El humor de sus diálogos, la carga de profundidad de su políticamente incorrectísimo guión y mas incorrectísima protagonista, la agilidad de la puesta en escena y los números musicales, todo se conjuga en una película que merece ser recuperada. En realidad todo William Wellman merecería ser reeditado en DVD con copias en buen estado. Descubriríamos un director mucho mas moderno que algunos contemporáneos.
2
Hoy es 11 de septiembre. Se cumplen 9 años del atentado a las Torres Gemelas. Y al recordarlo, me he dado cuenta de algo que hasta ahora no había percibido. En algunas de las imágenes de ese terrible día, las dos torres parecen gigantescos monolitos como el de 2001. Monolitos negros, limpios, perfectos, destruidos por la energía del mal. Es una buena metáfora: el futuro representado por lo desconocido que abre puertas, destruido por un pasado que tiene sus raíces en la barbarie y el oscurantismo.
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