miércoles, 29 de diciembre de 2010

MALAS NOTICIAS


“He empezado diciendo que creo que nuestra historia será lo que nosotros hagamos. Si seguimos así la historia se vengará y el castigo llegará pronto. De vez en cuando, hay que recalcar la importancia de la información y de las ideas. Soñemos por ejemplo que, un domingo por la noche, la franja ocupada por Ed Sullivan, se dedica al análisis de la educación americana; y dos semanas después, la franja de Steve Allen se ocupa en un estudio minuciosos de la política americana en Oriente Medio.
¿Se vería dañada la imagen de sus patrocinadores? ¿Se alzarían los accionistas enojados y quejándose? ¿Pasaría alguna cosa aparte de que millones de personas habrían recibido un poco de información sobre temas que podrían determinar el futuro de este país y por lo tanto también el futuro de las corporaciones y empresas?
A los que afirman que la gente no lo vería, que son demasiado indulgentes, indiferentes o insensibles y que solo quieren evadirse, solo puedo responder que en la opinión de este periodista existen pruebas mas que suficientes que rebaten este argumento. Pero aunque tuvieran razón, ¿Qué tienen que perder? Porque si tienen razón y este instrumento no sirve mas que para entretener, divertir y aislar, el tubo catódico empieza ya a parpadear y pronto veremos como la lucha está perdida. La televisión puede enseñar, puede arrojar luz y si, hasta puede inspirar. Pero solo lo hará en la medida en que los seres humanos estemos dispuestos a utilizarla con estos fines. De lo contrario solo será un amasijo de luces y cables en una caja.
Buenas noches y buena suerte.”
Edgard R. Murrow, 25 de octubre de 1958
Murrow tenía razón. La historia ya se está vengando de nosotros. La desaparición del canal CNN+ y su sustitución por Gran Hermano 24 horas, es una de las noticias mas deprimentes, tristes y vergonzosas de los últimos días de un año que no ha sido precisamente alegre. Y esto no es una defensa de ese canal en concreto. Es simplemente el lamento y la constatación de que cada vez hay menos espacios donde la inteligencia, la sensibilidad, la belleza, la educación, el respeto y la opinión subjetiva, puedan manifestarse. La televisión puede y debe ser entretenimiento. Pero eso no significa que ese entretenimiento sea única y exclusivamente el que convierte al espectador en un ser de niveles intelectuales bajo cero. Un camino directo al encefalograma plano.
El discurso de Murrow está mas vigente que nunca. Y la batalla, por desgracia, mas perdida que nunca.

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