lunes, 22 de agosto de 2011

RAUL RUIZ


(estas granadas de Ramón le gustarían mucho a Raúl)
Hace un par de días murió Raúl Ruiz. Estaba muy enfermo. Todos sabíamos que era una muerte anunciada y dilatada en el tiempo. Un tiempo precioso que él aprovechó para hacer lo que mas el gustaba en el mundo: películas. Raúl es sin duda el mas prolífico (o uno de los que mas) director de cine que ha habido en los últimos cincuenta años. Porque Raúl empezó a dirigir con menos de 20 años en su Chile natal y desde entonces (1963) firmó nada menos que 114 títulos. Algunos olvidables, otros estupendos, todos personales. Inconfundibles, únicos, con su sello personal. Ese sello que le hacia moverse en un terreno entre el realismo y el fantástico, entre lo súrreal y lo irreal. Raúl era un DIRECTOR. Una de las primeras personas que escribieron sobre su cine en España fue Ramón Herreros en la revista Destino en el lejano año 1973-74, después de conocerle personalmente en un Festival de Pésaro. Raúl siempre estuvo agradecido a esas críticas y cuando Ramón dirigió la Filmoteca Nacional de España en su sede en Barcelona, los años 1975-1979, fue un asiduo visitante de la ciudad y se convirtió en un amigo. Lejano y distante, pero fiel hasta el punto de ir al estudio de Ramón a verle a él y su obra cuando venía por Barcelona. Raúl era especial, un hombre feliz, que disfrutaba con su trabajo. Un hombre con suerte que encontró en Paulo Branco un aliado fiel para poder jugar a hacer películas. Un hombre que dejó títulos memorables: Hipótesis del cuadro robado; Les trois couronnes du matelot; Tres vidas y una sola muerte; Genealogías de un crimen; El tiempo recobrado y la última, Misterios de Lisboa. En el momento de morir tenía una película en postproducción, La noche de enfrente y una en preproducción As Linhas de Torres. El, desgraciadamente, se ha ido ya a la noche de enfrente y ha atravesado las líneas de las torres de la vida. Pero su cine quedará para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario