viernes, 12 de octubre de 2012

TSUNAMI



(yo nunca he estado en Tailandia, pero tengo amigos que si, esta es una foto de una amiga que estuvo alli unos años después del tsunami)
 Se ha estrenado por fin Lo imposible, de J.Bayona. Lo imposible es una de aquellas películas que genera el deseo de verla mucho antes de que llegue al cine. Y no decepciona. Tiene todo. Espectáculo, sentimientos, amor, drama, tragedia, incluso un poquito de humor. Tiene unos actores excelentes, especialmente el adolescente Tom Holland, unos escenarios brillantes y los efectos especiales son espectaculares. Lo tiene todo para gustar al público, para ser un gran éxito. Me alegro muchísimo por Jota, un director que conozco desde que era casi un tan adolescente como Lucas luchando por superar el tsunami de la vida para conseguir sus deseos: hacer cine, peo no cualquier cine; hacer cine como Spielberg. Y lo ha conseguido.
Después de este párrafo que espero sirva para estimular a la gente a ir a verla al cine en una pantalla grande y con buen sonido, he de reconocer que tengo algún reparo a la película. No. Mentira. No es a la película. Es a la historia (no se si al guión o simplemente a la historia). Intento explicarlo.
Lo imposible está basado en la historia real de una familia española, María, Quique y sus tres hijos, Lucas, Tomás y Simón, que vivieron y sobrevivieron al terrible tsunami que asoló el Pacifico Oriental el 26 de diciembre del 2004. Su historia es impresionante y estremecedora. Por eso la han utilizado Bayona y su guionista Sergio Sánchez como trama de la película. Pero, ahí surge mi pero, el problema que siento mas que veo, es que no han ido mas allá. Las historias basadas en hechos reales deben ser fieles a los acontecimientos, pero al trasladarlas al cine deben convertirse en ficción. Esa es la clave. No deberíamos ver un docudrama sobre la tragedia de una familia, sino una ficción a partir del drama de esa familia. Tengo la sensación que impresionados por la grandeza del relato verdadero, ninguno de los dos se ha atrevido a ir un poco mas allá en el trazo de los personajes. Y por muy potente que sea lo que les sucede en esas horas trágicas, no acabamos de saber nada de ellos más allá de su intento de reunirse como sea. La realidad no es filmable en si misma. Es preciso ficcionarla, hay que perder el miedo a tergiversarla. 
Ojo, este pero mío no impide que el film sea uno de los mas importantes del cine español de los últimos tiempos. Y uno de los mas arriesgados financieramente hablando. Una prueba de que el cine español puede hacer frente a productos muy complejos y grandes. Así que, chapeau para todos ellos¡¡¡


1 comentario:

  1. Hola! Vi la peli hace poco, y al revés tuyo, yo prefiero que las películas basadas en hechos reales sean lo más fieles a la realidad posible. Sé que siempre pondrán algo que no es cierto, o quitarán hechos, o exagerarán otros, y que nunca nunca será copia fiel de lo que realmente pasó, pero -para mí, repito- mientras más se acerque mejor. Una buena peli, de todas formas, porque te hace plantearte qué hubiera hecho uno en esa situación, y qué habra pasado por la cabeza de la gente que ahí se encontraba y se encontró después... tremenda historia y experiencia, muy fuerte. Un saludo! :)

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