martes, 30 de septiembre de 2014

DONOSTIA/SAN SEBASTIAN 4





(el festival navega a toda vela¡¡¡)

Más cine español
Escribo estas líneas en Barcelona, de vuelta del festival. Habría querido escribirlas allí, pero no encontré el momento de hacerlo con calma. Ahora desde aquí puedo reflexionar un poco sobre algunas cosas. En especial sobre el cine español que tan bueno ha resultado en esta edición. Aún recuerdo épocas en que las películas españolas eran abucheadas por la crítica y olvidadas por los jurados. Por suerte, eso ha cambiado. Y no precisamente porque el cine español tenga una mayor protección, sino, quizás, por todo lo contrario. La incertidumbre de las escasas ayudas oficiales ha hecho agudizar la imaginación para buscar el dinero por otros lugares sin perder nada de calidad. El cine español tiene un nivel competitivo muy alto y no desmerece nada al lado de otras cinematografías. Ahora hace falta que las autoridades sean conscientes de eso y dejen de humillarlo y que los mercados internacionales se abran claramente a sus propuestas.
Además de las tres películas de las que hablé en mi entrada anterior, vi tres películas españolas mas en el festival. Por orden de entrada en escena:
Lasa y Zabala, de Pablo Malo. Bienintencionada, con una postura política muy positiva de tirar adelante y cerrar heridas, la crónica judicial de este famoso caso que puso sobre la mesa de la actualidad el GAL, no deja de ser un telefilme bien hecho. Es una lástima que un tema como éste y con actores como Unax Ugalde o Francesc Orella no haya podido ir un poco más allá de la simple ilustración del proceso de investigación de la desaparición de Lasa y Zabala. Pero a pesar de eso, bienvenida sea esta propuesta de cine político sin revanchismos ni venganzas.
Magical Girl, de Carlos Vermut. Triunfadora del festival por méritos propios, el film consiguió la Concha de Oro a la Mejor Película y la Concha de Plata al mejor director. Me alegro por ellos, pero quizás habría estado bien reconocer algún otro trabajo y repartir un poco mas los premios. Pero los jurados son los jurados y hacen lo que les parece bien sin que nadie interfiera en sus decisiones. Dicho esto, solo me queda añadir que esta falsa primera película de Vermut (él dice que Diamond Flash era un experimento) es sin duda una de las apuestas mas estimulantes del cine español 2014. Todo encaja en este puzle de historias unidas por un personaje femenino (Bárbara Lennie está espléndida como la niña manipuladora y la mujer (auto)destructiva). Todo encaja, menos una pieza que se pierde en la calle y que es la que une el conjunto. Esa pieza que Vermut deja en manos del espectador para que la coloque donde cree que falta y complete así este relato de perversiones y deseos. Hay imágenes increíbles, Alicia, la niña enferma vestida de magical girl en la sala; la casa donde Bárbara se sumerge en el mal oculto. Hay momentos de una gran ternura, y momentos de un gran dolor. Hay una narración abierta. Sacristán borda ese personaje de hombre manipulado y Luis Bermejo llena de emoción el padre capaz de todo por cumplir el deseo de su hija. Magical Girl no es una película convencional, pero eso no quiere decir que no sea asequible y disfrutable para todo el mundo que sea capaz de dejarse llevar por una historia que esconde tanto como enseña.
Murieron por encima de sus posibilidades, de Isaki Lacuesta. No entiendo muy bien que ha pasado con esta película. No entiendo que críticos de cine que encumbraron a Torrente (film mucho peor en todos los sentidos) se hayan lanzado a la yugular de Isaki por hacer una comedia gamberra, divertida y gore. Quizás la explicación sea que de Segura no se podía esperar mas que una comedia basura en todos los sentidos y cuando la hizo todo el mundo se sintió confirmado en su idea. En cambio a Isaki Lacuesta, un director considerado exquisito, difícil, un autor en todo el sentido de la palabra, capaz de hacer films como Pasos Dobles o Los Condenados, no se le perdona que se haya atrevido a dar un giro de 180 grados y se haya metido de cabeza en una ácida comedia sobre la crisis y los deseos nada escondidos del ciudadano de a pie de matar a banqueros, especuladores y políticos con sus propias manos. En la proyección que yo estuve, el público se rió, aplaudió algunos discursos, sobre todo uno de Albert Pla y participó en todo momento de la broma colectiva que es el film. Con un elenco de actores impresionante en pequeños papeles y cinco protagonistas enloquecidos, este retrato de la España mas contemporánea, es sin duda uno de las películas mas transgresoras del año. Por su libertad en la producción y en la realización y por la crítica feroz a la sociedad que nos rodea. Pero la ha hecho Isaki y eso, señores, la crítica no lo perdona fácilmente. Yo si, yo me divertí y me sentí parte del espectáculo. Por eso la recomiendo y espero que pronto tenga un distribuidor que la haga llegar a su público natural. No me parece justo que la Banda de los Panda no consiga su espacio cuando Torrente ya va por la quinta entrega.

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