sábado, 18 de octubre de 2014

MUJERES (MALAS)

Antes de empezar una aclaración sobre duraciones. Me han comentado que debería haber dicho en la anterior entrada que Sueño de invierno duraba 196 min. No sé si debería, pero podría haberlo hecho. Si no lo hice, fue porque a mí no se me hizo larga. Vi la película como si fuera un concierto, con distintas melodías según los personajes, ritmos y cadencias, pausas y actos. Así que sí, es cierto, podría haberlo escrito. Lo hago ahora. No recuerdo quién me dijo por primera vez que las películas duraban una hora y media porque eso es lo que dura un sueño. No tengo ningún dato para comproba si es verdad o no. En todo caso es bonita como idea que justifica esa duración estándar. Quizás por eso esta película que dura tres horas se llama Sueño de invierno, debe ser que efectivamente es un sueño muy largo, casi una hibernación.


(Ramon nunca pinta mujeres malas.solo mujeres inquietantes o hermosas)


1 Primera mujer
También es muy larga la película de David Fincher, Perdida. Dura 147 minutos que pasan volando. Como un sueño, una pesadilla y un cachito de otro sueño. Un guión impecable, escrito por la autora de la novela Gillian Flynn, nos va metiendo en una historia que cambia de narrador casi sin darnos cuenta y nos sumerge en una manipulación tan enorme que parece inconcebible. En la historia de Nick y Amy nada es lo que parece, pero ni mucho menos es lo que nosotros creemos que será. Fincher se coloca justo detrás de todo y mueve sus personajes a su antojo. ¿Es un Fincher puro? No lo sé. ¿Es una película que descoloca? Seguro. En todo caso, lo que es cierto es que tiene un casting perfecto. Hay un momento que le dicen a Nick, “tu problema es que no generas empatía”. No me puedo imaginar  un actor menos empático que Ben Affleck. Por eso funciona tan bien como Nick. Y qué decir de la rubia Amy. Una rubia que le encantaría a Hitchcock, porque, como Kim Novak, tiene las cejas oscuras y el pelo rubio. Y esa combinación casi siempre es letal.



2 Segunda mujer

También es letal nuestra segunda protagonista, Bárbara. En un concurso entre manipuladoras natas no estoy segura de quién se llevaría el premio, si la rubia Amy o la morena Bárbara. Bárbara es Bárbara Lennie, el vértice de un triángulo imposible, o mejor aún, la pieza del puzle que hace que todo coja sentido en Magical Girl. Cuando se estrenó en San Sebastián donde ganó los dos premios gordos, ya escribí de esta seca y cortante película. Recupero parte del texto para los que no lo leyeran:Magical Girl, es sin duda una de las apuestas mas estimulantes del cine español 2014. Todo encaja en este puzle de historias unidas por un personaje femenino (Bárbara Lennie está espléndida como la niña manipuladora y la mujer (auto)destructiva). Todo encaja, menos una pieza que se pierde en la calle y que es la que une el conjunto. Esa pieza que Vermut deja en manos del espectador para que la coloque donde cree que falta y complete así este relato de perversiones y deseos. Hay imágenes increíbles; hay momentos de una gran ternura, y momentos de un gran dolor. Hay una narración abierta. Sacristán borda ese personaje de hombre manipulado y Luis Bermejo llena de emoción el padre capaz de todo por cumplir el deseo de su hija. Magical Girl no es una película convencional, pero eso no quiere decir que no sea asequible y disfrutable para todo el mundo que sea capaz de dejarse llevar por una historia que esconde tanto como enseña.” Ahora, en el momento de estrenarse comercialmente, lo que me parece más interesante es la coincidencia en la cartelera de dos personajes femeninos muy parecidos, manipuladores y autodestructivos, en  films tan distintos en todos los sentidos como son Perdida y Magical Girl.  Da qué pensar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario