viernes, 28 de octubre de 2016

DOS PELICULAS ESPAÑOLAS


(una iglesia del Madrid donde pasa esta historia)

Se ha estrenado este viernes Que Dios nos perdone, de Rodrigo Sorogoyen. Escribí de ella a su paso por el Festival de San Sebastián. Esto es lo que dije entonces:

Segunda controversia: Qué Dios nos perdone, de Rodrigo Sorogoyen, la propuesta española de la jornada. Aquí la división ha sido generacional. Los más jóvenes entienden y aceptan la violencia de este thriller urbano y sudoroso. Los mayores, se distancian acusándola de machista y de sensacionalista. La verdad es que este nuevo trabajo del director de Stockholm es probablemente el mejor ejemplo de traducción en el cine español del lenguaje de las series americanas de asesinos y policías Que Dios nos perdone se puede leer como tres capítulos de serie unidos en  un solo formato. Tres asesinatos de ancianas inspirados en el caso real del “mataviejas” que hace unos años fue notorio en Madrid (un tema que la relaciona con Nit i Dia de Manuel Huerga), son investigados por una pareja de policías disfuncionales y asociales. Todo ello en el contexto del Madrid veraniego del año 2011, con la figura de la visita del papa flotando en el cielo y la sombra alargada del 15 M que acababa de levantar sus campamentos. Cine sórdido, que hay que mirar con ojos no condicionados por los tópicos que determinan nuestra sociedad. También dará que hablar.

Ahora que se estrena en salas seguro que se reproducen las críticas entre unos a favor y otros en contra. Pero aquí y ahora yo querría apoyar la decisión del jurado del festival que le otorgó la Concha de Plata al mejor guión a Isabel Peña y Rodrigo Sorogoyen. Creo que efectivamente es un gran guión, aunque el guión fue una de las cosas más atacadas en San Sebastián por cierta crítica.  Solo voy a poner algunos ejemplos de porque pienso que es un buen guión:
-El encuentro del policía que hace Roberto Álamo con su mujer en la casa del pueblo, donde reacciona de una forma completamente inesperada.
-La actitud del personaje de María Ballesteros ante el policía asocial y tartamudo que interpreta Antonio de la Torre, tan poco tópica y en realidad tan comprensible.
-El encuentro fortuito con el chico que cuida gatitos. ¿Por qué no, en el contexto de un barrio cerrado donde es fácil coincidir?
Espero no haber desvelado nada de la película con estos tres puntos. Vayan a verla y decidan de qué lado se colocan.

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También se estrena La madre, tercera película de Alberto Morais, director de Las olas y Los chicos del puerto. Me sabría mal que esta historia pasara desapercibida en el marasmo de los estrenos semanales. Vale la pena verla. Morais ha demostrado tener una especial sensibilidad para retratar el paisaje y para convertir lugares neutros en espacios cargados de sentido. En este caso un pueblo de Valencia donde se refugia un chico que lo único que quiere es volver con esa madre presente/ausente toda la película. Con esta historia, Morais cierra una trilogía, al menos a mi  me lo parece, sobre las relaciones familiares, una trilogía que empezó con Las olas, (la vejez), siguió con Los chicos del puerto (los adolescentes) y acaba en esta madre que es un puente (invisible) entre ambas historias.
(De manera excepcional he puesto el cartel de la película como ilustración porque me gusta mucho y me parece que refleja muy bien lo que es el film)


1 comentario:

  1. Se observa más bien una unanimidad crítica en torno a la película de Sorogoyen. O sobresaliente o muy buena o bastante buena. No he leído ningún comentario malo o regular, aunque quizá exista.

    ¿Época gloriosa del thriller español? Quizá sea exagerado, pero sí que hay un corpus de películas de este género estupendas. Y, de lo que yo he visto, dos filmes sobresalientes: "La isla mínima" y "No habrá paz para los malvados". A ver si resisten bien el paso del tiempo.

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