viernes, 18 de octubre de 2013

STUPOR MUNDI


La semana que viene estaremos en la SEMINCI de Valladolid. Hablo en plural porque vamos Ramon, el director del documental STUPOR MUNDI, Hilari M. Pellicé  y yo.
Hace un año mas o menos empezamos la aventura de este documental sobre Ramon y la gente que tiene cuadros suyos. Lo que era un proyecto  indefinido se fue haciendo lentamente a medida que se realizaban las entrevistas con amigos, coleccionista y críticos y a medida que avanzaba el trabajo de Ramon con una modelo en la construcción de un cuadro. El resultado es un documental insólito en sus contenidos donde la gente habla de cómo se vive con la obra de Ramon y qué se siente posando para él.
Todo este trabajo ha tenido su recompensa en la invitación a participar en la SEMINCI de Valladolid donde STUPOR MUNDI se proyectará el martes 22 a las 18.00 horas en el Museo Patio Herreriano.

Gracias Javier (Angulo, director de la SEMINCI) por el regalo.

A DE ADÈLE, A DE AZUL


(dos chicas azules de Ramon)
Como la semana que viene no podré escribir (bastante me cuesta en mi ordenador con una sola mano) cuelgo ya un comentario sobre La vida de Adèle que se estrena el viernes 25.

Hay una cosa que me gusta mucho en las películas, cualquier película: ver crecer los personajes. Da igual que la historia dure una tarde o toda una vida. Los personajes tienen que ir de A a B. Como sucede en La vida de Adèle. Adèle comienza siendo una adolescente dulce, hermosa, llena de dudas y acaba siendo una mujer fuerte y hermosa, llena de dolor. Desde que su mirada se cruza con el cabello azul de Emma, la vida de Adèle cambia y se tiñe de ese azul en todos sus aspectos. Esa es otra de las cosas que me gustan en las películas, que los espacios y los colores, la ropa y los muebles, den tanta o mas información que los diálogos. Adèle es azul y en ese azul se sumerge con placer infinito.
Placer es una palabra clave en este film. Placer y amor. Porque esta es una historia de amor con sexo mostrado sin miedo, sin falsos pudores, con la pasión de una relación que va mas allá del deseo. En ese sentido Adèle y Emma viven su amor plenamente y lo muestran de una manera explícita.  Por eso, cuando llegue el dolor, las dos lo vivirán mal, aunque de distinta manera.
Una acotación marginal. Me produce una envidia terrible ver como en las escuelas francesas se enseña a amar la literatura, su literatura. Una de las consecuencias mas nefastas de los años de la dictadura franquista es el profundo rechazo que existe hacia la cultura y la historia española. Y no estoy hablando de Catalunya, hablo de toda España. No existe, como en Francia o Alemania o Italia un orgullo por lo que se ha hecho, al contrario, se desprecia y se intenta ningunear todo lo que se puede.

Me pregunto si las cosas no irían mejor si en las escuelas de todo el país se leyera a escritores catalanes, gallegos, vascos, andaluces con total normalidad y en sus lenguas originales, sintiéndolos como propios y de todos. Y al mismo tiempo en las escuelas de Catalunya se leyera a los escritores castellanos no como una imposición, sino como un placer. Aunque, ahora que lo pienso, me conformaría con que simplemente leyeran. Lo que fuera.

sábado, 12 de octubre de 2013

CANÍBAL

(se comería el caníbal a esta chica, creo que si)

Hoy se estrena Caníbal de Manuel Martín Cuenca. La historia de un señor que mata mujeres y se las come. Es cierto, de eso va esta película. Pero si solo fuera eso, no estaría escribiendo de ella. En el cine de Martín Cuenca nada es tan sencillo como aparenta. Este no es film de género, no es una película de terror. Es un experimento abstracto y helado sobre una pasión caliente y muy física. Es, también, una historia de amor.
Es evidente que Chabrol ha estado muy presente a la hora de enfrentarse a este hombre que mata al que me resisto a llamar asesino. Sin embargo, a mi me evoca mucho mas otro director francés, mejor dicho, una película en concreto de otro director francés. Monsieur Hire, de Patrice Leconte. Y me la recuerda por la forma de mirar. Es eso lo que mas me interesa de este hombre aparentemente normal, que hace bien su trabajo y es miembro aceptado de la sociedad. Carlos mira, no habla, mira. A Alexandra, a Nina, a la calle, a la Virgen. El acto de mirar le redime de sus acciones malvadas.
Si Caníbal me interesa y me parece un film a tener en cuenta es también por la manera como esta rodada. Granada no parece Granada, pero es Granada. Una ciudad fría y vertical. La verticalidad de los encuadres, con puertas y ventanas que fragmentan la imagen, es uno de los elementos que contribuyen a la sensación de abstracción de un film dominado por el blanco y el marrón, con una sola nota de color, el vestido rojo de Alexandra/Nina.
Hay un tercer punto de interés. Carlos mata mujeres jóvenes que le gustan, pero cuando se enamora, es incapaz de matar. Esta diferencia entre el deseo sin amor y el amor sin deseo, es uno de los elementos mas inquietantes de una película hermosa y absolutamente personal.

2
También se han estrenado esta semana otras dos películas interesantes.
Prisioneros, de Denis Villeneuve. Lo mejor de este espeso y laberíntico film es el policía Loki que interpreta Jake Guillenhaal. Todos los demás personajes son previsibles, pero él no y eso le da a la historia una dimensión más allá del thriller de asesino de niñas y ajustes de cuentas con Dios. 

El médico alemán, de Lucia Puenzo. Historia de nazi en Argentina, narrada de una forma bastante convencional, ambientada en unos paisajes de la Patagonia espectaculares, escapa al síndrome telemovie por el duelo que se establece entre Alex Brendemühl, frío y seco como un témpano y la pequeña Florencia Bado, una niña con la sensualidad infantil a flor de piel.


sábado, 5 de octubre de 2013

DE PELIS Y LIBROS

Como no puedo escribir mucho me he dedicado estos días a ver pelis y leer libros


(Le lion vert es una buena ilustración para esta película)


He visto una película magnífica Gravity, de Alfonso Cuarón. Desde 2001 no había vuelto a sentir esa fascinación por el silencio del espacio infinito. La Tierra, dos personajes flotando en el vacío, bailando en su soledad. Una mujer que, como Ripley, lucha por su supervivencia. Su respiración puntúa la película que alcanza momentos de una emoción y belleza impresionantes. Aunque no es el tema central de la historia, hay en Gravity un  segundo asunto que da mucho que pensar. La enorme acumulación de basura que está lanzando la humanidad al espacio, un problema del que no somos conscientes, pero que cada vez es mas agobiante y peligroso. Si no que se lo pregunten a Matt y Ryan. De visión obligada en 3D.

(Aprovecho para recordar que el 23 de septiembre del 2011 colgué en el blog un cuento escrito en 1982, llamado Blade, que hablaba de los peligros de la basura espacial. Si alguien lo quiere leer, allí lo encontrará.)

También he visto La herida, de Fernando Franco, flamante Premio Especial del Jurado en San Sebastián. Reconozco el trabajo de Marian Álvarez, pero no comparto el entusiasmo general que ha despertado. El personaje no evoluciona, no cambia. Nos dicen los papeles que es una mujer enferma, pero no nos lo dice la película. Ana está enfadada con el mundo, le duele el mundo, pero no vamos más allá de su rabia. Se ha relacionado este film con el cine de Jaime Rosales, yo creo que no tienen nada que ver. Rosales trabaja los encuadres hasta el milímetro y siempre coloca su mirada lejos del actor. Franco, en cambio, utiliza el  modelo Dardenne de fijarse en la nuca y el rostro de su actriz sin dejarla respirar ni a ella, ni al espectador. Si hay algún referente claro de esta película seria una mezcla de Haneke, sin su maldad, y los Dardenne, sin su fuerza.





He leído la última novela se Stephen King, 22/11/63. ES BUENÍSIMA.  No es exactamente una novela de terror, no hay monstruos ni amenazas apocalípticas. Pero da mucho miedo lo que sugiere. ¿Qué pasaría si cambiáramos el pasado? Es lo que intenta su protagonista tras un viaje en el tiempo que le lleva de 2011 a 1958. Espléndida en su escritura y en su estructura, es un retrato perfecto de una época, 1958-1963,  vista desde ahora mismo. De lo mejor que he leído en mucho tiempo.