viernes, 25 de julio de 2014

APOCALIPSIS


(Nunca he estado en China, asi que esta foto no es mía. Tampoco he encontrado entre las mías ninguna que me sirvieran para ilustrar este Apocalipsis. Se ve que me dedico más a fotografiar lo que me gusta que lo que no me gusta.)
Hace tiempo que pienso que estamos viviendo en medio del Apocalipsis aunque no somos conscientes de ello.  Desde la relativa confortabilidad de nuestras vidas en una Europa mas o menos tranquila (cada vez menos tranquila, todo hay que decirlo), no queremos darnos cuenta de que una gran parte de la humanidad está viviendo ya en las pesadillas de destrucción humana que anuncian las películas de anticipación futurista. Blade Runner es una realidad incluso antes del 2019. Lo que pasa es que no es una realidad (aun) en nuestro aquí y  nuestro ahora. Blade Runner y otros mal sueños futuristas, son la realidad cotidiana de China, ese inmenso país donde viven 1.350 millones de personas, casi el 20% de la población mundial.
Se sabe mucho y nada de lo que sucede en ese infierno resultante de la colaboración de un  Comunismo estatal que controla la vida de los individuos hasta el último aliento ,sin dejarles vivir en paz y un Capitalismo feroz que explota la naturaleza y la sociedad sin ningún rubor, ni nadie que denuncie su labor destructora. Solo el cine nos ha dejado ver pequeñas muestras de esa catástrofe. Y dentro del cine, un director,  Jian Zhang-ke, es el que mejor ha retratado la degradación natural y moral del tigre dormido. Su última película, Un toque de violencia, se estrena hoy en España. Pero está completamente prohibida en China. No es raro. Y no solo por lo que cuentan las cuatro historias de pequeñas violencias cotidianas, basadas en hechos reales que Zhang-ke conoció gracias a Weibo, una web de protesta interna china. Me imagino que en esa prohibición ha tenido que ver algo mucho mas profundo. Es difícil aceptar el retrato de una sociedad desintegrada y corrupta, sin ningún valor moral o cívico; es difícil enfrentarse a la imagen de un mundo donde el sol prácticamente ha desaparecido, oculto por el humo de la contaminación que no deja respirar; es difícil soportar la visión de un paisaje físico y humano completamente destruido por la acción de humanos que se comportan como termitas exterminadoras de su entorno. La violencia no es únicamente la que ejercen estos pequeños vengadores cotidianos contra las injusticias que les acosan, el auténtico pecado, la película en su título internacional se llama Un toque de pecado, es el de permitir que el país mas grande del mundo, el que mas recursos tiene, el que debería ser motor de la humanidad en el siglo XXI, sea en realidad una sociedad en ruinas, empobrecido, con unas diferencias sociales abismales y en definitiva, una amenaza para ellos mismos y para el resto de la población mundial.
La comparación con Blade Runner no es banal. No solo por su paisaje urbano desolador y oscuro. Piensen en los paraísos siderales que anunciaban los grandes carteles luminosos de la película, mundos por colonizar para escapar de la lluvia y la miseria. ¿No podemos pensar que la gran emigración china hacia los paraísos occidentales no es mas que una huida a otros mundos por colonizar para escapar de la corrupción y la pobreza?¿Acaso no podemos comparar los pequeños violentos de esta película con aquellos replicantes hartos de su explotación? Vayan a ver este film, por favor. Es magnífico, no en balde Zhang-ke es uno de los mejores directores del mundo. Vayan a verlo y piensen que podemos hacer para no acabar como ellos, para no llegar al 2019 viviendo todos en Blade Runner.

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Quería hablar aquí de dos películas un poco más alegres, aunque también un poco mas extrañas. Una se estrenó la semana pasada. Se llama La chica del 14 de julio. Es un pequeño film inspirado en los primeros tiempos de la Nouvelle Vague, los de los cortos Charlotte et son Jules o Tous les garçons s’appellent Patrick. Es en este sentido una película “antigua”, divertida, libre, absurda. Pero lo que la salva de ser una simple “a la manera de”, es el curioso macguffin que la convierte en algo muy contemporáneo: debido a la crisis económica, el gobierno ha decidido eliminar las vacaciones de verano. Todo el mundo tiene que terminar sus vacaciones antes de empezarlas. Esto hace que sus peculiares protagonistas vivan unos días acelerados y extravagantes en una road movie que empieza en Paris durante el desfile del 14 de julio y acaba en una playa de dibujos animados.
La otra película no se si se ha estrenado o se estrenará, se llama The Extraordinary Tale, es un film español al 100%, realizado al margen de la industria, hablado en inglés y que para resumirlo rápidamente, es un cruce entre el Pee-wee de Tim Burton, con un final digno de David Lynch. Búsquenla, no se arrepentirán, no es una obra maestra, pero es estimulante.

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Este post de Apocalipsis y cine bizarro no podía acabar sin una referencia a nuestro apocalipsis particular y nuestra bizarrería sectorial. Como si las cosas no estuvieran ya bastante mal en general, con un enemigo dispuesto a terminar como sea con el cine español sin contemplaciones (Hacienda lo tiene muy claro), los productores han decidido empezar su pequeña guerra privada. Razón no les falta de querer pedir cuentas a Ramón Colom y su depredadora actitud al frente de Fapae, la federación de productores que reúne a todas las asociaciones de productoras del estado. Pero antes de tirar sobre el pianista, deberían preguntarse si no se merecen lo que les está pasando; si no han estado tantos y tantos años viviendo en un limbo de privilegios; si no es hora de que se planteen realmente que la industria tiene que dejar de funcionar con criterios del siglo pasado  y empezar a mirar al futuro; si no es el momento de que las cosas se hagan de otra manera. El cine español no debería sufrir este maltrato por parte de todos. Que lo haga Hacienda ya es malo y sería el Apocalipsis; pero que se disparen al pie los que son el propio cine español, entra en el terreno de la bizarrería.

martes, 22 de julio de 2014

PERSONAS

ÁLEX ANGULO
No tengo palabras. Me cuesta creerlo. Álex Angulo formaba parte de mi paisaje cinematográfico desde hace tanto tiempo, que no puedo imaginar que ya no esté. Era de esas personas que uno quería sin conocerle y que aún querías más cuando le conocías. Llenaba la pantalla de humanidad y de humor. En Hola ¿estás sola? de Inciar Bollaín estaba adorable; con Álex de la Iglesia bordaba la tragicomedia. Siempre encontraba el registro justo. Álex Angulo era de la raza de actores españoles que siendo iguales, eran siempre diferentes.

SUSANA DE LA SIERRA
Susana de la Sierra dimitió la semana pasada de su cargo como Directora General del ICAA. Dimitió, supongo, por agotamiento. No se puede estar dándose golpes contra un muro infranqueable que no ofrece ni un solo resquicio y al mismo tiempo sentirse empujada por los que quieren que lo rompas. Acabas asfixiada. Susana luchó por que el cine español no fuera cayendo en picado, aguijoneado continuamente por Cristóbal Montoro que se propuso el hundimiento del sector como principal objetivo de su ministerio. Bueno, el cine y toda la cultura. Porque aunque no sea tan evidente y tan enconado como lo del cine, Montoro se ha propuesto acabar con cualquier cosa que suene a Cultura ante la indiferencia de Mariano Rajoy y un gobierno que no entiende que la Cultura (y el cine) no son solo adornos de lujo innecesarios. Son una industria que da trabajo a mucha gente, que llena las arcas de la Seguridad Social cuando funciona y que produce unos índices de paro tremendos cuando se paraliza. Susana hizo lo que pudo, pero no pudo más. No sé si su sucesora tendrá mas margen de movimiento. Lo dudo porque en este país, como ya he dicho en otras ocasiones, la derecha no entiende que su función no es meterse en la vida de la gente, ni regular sus gustos, ni organizar su ocio según sus ideas y deseos. Digo la derecha porque es la que ahora gobierna, pero el entrometimiento se puede aplicar igual a la época socialista. ¿Tendrá derecho alguna vez  España a tener un gobierno no intervencionista, que nos deje vivir en paz sin ordenarnos qué pensar, qué hacer? Mientras tanto, el cine español hace lo que puede. Y menos mal que la imaginación, la solidaridad y la capacidad de sacar agua de los desiertos permite que se hagan películas estimulantes y de muy buena calidad. Eso si, pagando miserias o casi no pagando.

LOLA SALVADOR 
Una de las cosas de las que puede estar mas contenta Susana de la Sierra es que uno de sus últimos actos públicos (¿el último?) fue presidir la comisión que le otorgó el Premio Nacional de Cine a Lola Salvador. Lola, guionista, productora, maestra, mujer decidida de una gran inteligencia y sobre todo una gran persona (discutidora y peleona, eso si), se lo merecía hace muchos años. Yo me alegré mucho. Felicidades Lola.

viernes, 18 de julio de 2014

EL ESCORIAL



Esta semana he asistido a uno de los Cursos de Verano en El Escorial organizado por la  Universidad Complutense. Fernando Lara dirigía el curso titulado IMÁGENES DE UNA TRAGEDIA: LA I GUERRA MUNDIAL Y EL CINE, y me invitó a participar con una conferencia sobre la película JOHNNY COGIÓ SU FUSIL, de Dalton Trumbo.

Ha sido una experiencia estupenda. No solo por ver de cerca como funciona este tipo de reuniones académico-veraniegas que siempre había contemplado desde la lejanía. También por conocer gente nueva, como Emilio G. Romero, autor de un libro sobre el cine de la I Guerra Mundial, o Carolina Martínez, inteligente y cariñosa secretaria del curso. Sobre todo ha sido apasionante porque me ha permitido acercarme a la primera guerra mundial de una manera muy especial. Me explico. Como casi todo el mundo, yo pensaba que sabía todo lo que era necesario saber de la llamada Gran Guerra. Como casi todo el mundo, seguro que no sabía más que un conjunto de lugares comunes. Asistir a estas conferencias, donde a partir del cine se analizaba que fue y que significó la I Guerra Mundial, ha sido tremendamente aleccionador. Y no en el sentido historicista. Más bien me ha servido para darme cuenta de que cien años después, estamos casi en el mismo sitio. ¡Que terrible lección!
Hay una frase en Senderos de gloria, de Stanley Kubrick, que me parece ejemplar y muy actual. La dice el Coronel Dax/Kirk Douglas en voz baja, pero sus superiores la escuchan y le exigen repetirla y decirles de quién es.
El Coronel Dax dice: “El refugio de los canallas es la patria”.
Es una frase de Samuel Johnson, un pensador inglés del siglo XVIII. Una frase que tenía su plena justificación en 1914, ante la barbarie  desatada en Europa y que vuelve a tener pleno sentido cien años después en una Europa (y un mundo) dominado por la idea de Patria, Nación, Identidad, Bandera, Himno. Separación. En definitiva, por los mismos criterios que imperaban entonces. Y cuando hablo de Patrias y Naciones no me limito a los pequeños territorios en los que nos movemos en nuestro entorno (España, Catalunya, Galicia, Euskadi…) ideas sentimentales y culturales absolutamente necesarias (las identidades de cada pueblo son indispensables para enriquecer al conjunto, pero son inaceptables cuando se convierten en imposiciones o sirven para establecer separaciones). También me refiero y con mas miedo, a las Patrias y Naciones de unos canallas mucho mas peligrosos que están llevando a Europa a una nueva conflagración, no con un ejército de armas, pero si con un ejército de poderes económicos. Alemania, Rusia, Francia, Inglaterra, vuelven a jugar en el tablero de Europa una partida que tiene al gas y la energía como arma arrojadiza y los territorios centroeuropeos como escenario de la primera confrontación.
Pero bueno me he  ido por las ramas (aunque, como dice Manuel Hidalgo, para eso están las ramas, si no, no habría árboles). Quiero volver al curso de El Escorial y a compartir algunas de las cosas que he descubierto. Por ejemplo una que me impresionó mucho. No tenía la menor idea del papel que jugó el rey Alfonso XIII en la primera guerra mundial. Siempre había pensado (y en parte lo sigo pensando), que uno de los problemas del atraso de España respecto a Europa fue el mantenerse al margen de las guerras mundiales. Pero lo que nunca me había parado a pensar es que hizo el rey durante ese periodo. Entre otras cosas, el rey Alfonso XIII creó en 1917 lo que se llamó la Oficina Pro-Cautivos, seguramente una de las primeras organizaciones de acción humanitaria internacional. La montó en el Palacio Real y la financió íntegramente de su fortuna personal. Esta oficina consiguió localizar, informar y en muchos casos liberar a soldados de ambos bandos perdidos en la barbarie que lanzaba millones de hombres unos contra otros. Utilizando sus contactos internacionales (hijo de austro-húngara, casado con británica) hay documentos que demuestran que consiguió salvar a 70.000 civiles, 21.000 soldados, intervino a favor de 136.000 prisioneros de guerra… Alfonso XIII tuvo un papel muy importante que la historiografía oficial se ha encargado de borrar de los libros. La republicana, porque no se podía concebir alguna buena acción del rey destronado; la franquista, porque no se podía permitir que se supiera que la monarquía había hecho algo inteligente y bueno; la de la transición, porque en su afán de cerrar heridas (mal, muchas veces) se olvidó de reivindicar lo que había de bueno en la historia de España.  Me he vuelto a ir por las ramas, pero la historia se escribe así, leyéndola como nos conviene, borrando lo que no nos gusta. Mintiendo casi siempre.

He aprendido muchas mas cosas en este curso. El valor del concepto de la tierra de nadie; la colaboración entre soldados enemigos, miembros de una misma clase, pero también el odio entre pueblos que desembocó años mas tarde en la II Guerra Mundial; la incompetencia de los mandos (Senderos de gloria), la utilización de los hombres como carne de cañón (Johnny cogió su fusil), el dolor por las muertes inútiles (Remordimiento). He aprendido que esa guerra fue la primera guerra con rostro en la que no se enfrentaban ejércitos profesionales, sino civiles transformados en soldados y lanzados a una matanza. He aprendido como se interpreta desde el cine el mismo tema según sea el momento en que se realiza la película. Y sobre todo he aprendido que la historia, desgraciadamente, se repite.

En fin, no quiero dar una idea pesimista, al contrario. El curso de El Escorial me ha dejado con una esperanza. Mientras sepamos plantar cara a los canallas que usan las patrias para enfrentarnos, seremos capaces de seguir adelante.

Dejo aquí un enlace con un documental de la 2 que cuenta la historia de la Oficina de Cautivos.


Por si hay alguien interesado les recomiendo el libro de Emilio G. Romero,
La primera Guerra Mundial en el Cine, El Refugio de los canallas. T&B Editores, 2013.

Y como siempre hay coincidencias interesantes e imprevistas, también les recomiendo el artículo que Luis Foix publicó en La Vanguardia del 16 de julio, titulado Semejanzas con 1914. Este es el link

Aprovecho para colgar mi conferencia sobre Johnny cogió su fusil en el otro blog que tengo y que está tan abandonado el pobre. Si alguien tiene curiosidad o interés, ésta es la dirección del blog

http://nuriavidaltextos.blogspot.com



sábado, 12 de julio de 2014

DERECHOS



El jueves 10 de julio se proyectó de forma simultánea en 80 ciudades españolas el documental Yo decido. El tren de la libertad, realizado por un colectivo de mujeres cineastas en apoyo a las movilizaciones que se produjeron el 1 de febrero de 2014 en contra de la reforma de la Ley del Aborto del ministro de justicia Alberto Ruiz-Gallardón.
Es un documental de batalla, puro cine militante, cine de discusión y de  debate. Lo que no impide que tenga algunos momentos divertidos, el número en el metro, o emocionantes, las mujeres cantando todas juntas. Es un documento tanto como un documental, que recoge el sentimiento de una buena parte de la población, femenina y masculina, que no está de acuerdo con la modificación de una ley que ha funcionado bastante bien durante un montón de tiempo. Y que, en todo, caso, debería cambiarse para mejorarla, no para empeorarla y proyectarla al pasado mas tenebroso.
Pero lo peor de todo no es esta reforma de la ley del aborto que restringe los derechos de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo y sobre su maternidad. Lo peor es que esta reforma se suma a una serie de medidas que han ido recortando las libertades adquiridas durante treinta años en muchas materias: en salud pública (la mas sangrante y dura de soportar), en educación, en ayudas sociales, en derechos de los trabajadores, en cultura… Parece que en pleno siglo XXI la derecha española no haya aprendido que ser de derechas no significa ser un controlador de la vida de las personas. Merkel es de derechas, como lo era Tatcher, Sarkozy o Berlusconi. Pero ninguno de ellos confundía una política económica que maltrata y explota a las clases medias y bajas, con una política social o moral que las vigila. La tendencia a la ingerencia en la vida privada de las personas, a querer legislar lo que por fuerza tienen que ser decisiones privadas, es una constante de los partidos de derecha y ultraderecha en España, convencidos de tener la única verdad posible. 
En este tema del aborto, el estado solo tiene una función: garantizar que se haga en las mejores condiciones sanitarias posibles. Y si me apuran tiene otra función, facilitar y promover la educación sexual entre la gente joven para evitar embarazos no deseados. Pero sobre todo, su principal función no es la de preocuparse de los no nacidos; su principal función debería ser ocuparse de los que ya han nacido, garantizarles educación y cuidados, permitir a todos tener una vida mejor, en lugar de impulsar una sociedad desigual, con menos derechos cada día que pasa y con mas problemas para sobrevivir.
(la película Yo decido, se puede ver en distintas plataformas de Internet de forma completamente gratuita. Basta con poner en el buscador el título y aparecen las páginas para verla)

No quiero acabar este post sin hablar de una película que se acaba de estrenar. El abuelo que saltó por la ventana…. No es una gran película, es irregular y tiene momentos que baja, pero tiene otros muy divertidos y sobre todo tiene un protagonista adorable en su inocencia. El abuelo… me sirve para reivindicar otro de los derechos imprescindibles en nuestra sociedad: el derecho a una vejez digna y el derecho a una muerte mas digna aun. Yo decido, el tren de la libertad, dio la voz a las mujeres que llenaron las calles. Quizás haya que empezar a pensar un Yo decido, el tren de la libertad que de la voz a los mayores  abandonados a su suerte. 

domingo, 6 de julio de 2014

VENTANAS ABIERTAS


(un cuadro también es una ventana abierta donde, a veces, podemos encontrar un gato)
 Ventanas abiertas. Que bonito titulo Open Windows. Abramos las ventanas para que entre el aire, para ver el horizonte, para darnos cuenta que el mundo es muy grande y se extiende más allá de nuestro pequeño espacio. Ventanas abiertas, luminosas que dejan ver lo que hay dentro tanto como permiten ver lo que hay fuera. Nacho Vigalondo ha abierto las ventanas. Pero no las de vidrio y madera con persianas y cortinas. Ha abierto las ventanas del ordenador llenando la pantalla de fragmentos de una historia contada a varias voces y desde distintos puntos de vista. No es lo mismo que las ventanas abiertas de verdad, pero si tiene algo en común: nos dejan ver lo que hay fuera y a la que te descuidas, se cuelan para ver lo que hay dentro. Espías. Muchos espías para inmiscuirse en la vida de otros. O de otra, como es el caso de Open Windows. Otra que es Sasha Grey, una mujer  muy especial que ha reivindicado el derecho a hacer cine porno, que tiene un discurso claro sobre la sexualidad y que acepta participar en películas como esta, pequeñas y experimentales.
No voy a hablar del argumento de este film de suspense, me voy a centrar en dos cosas que me llaman la atención. Una es la elección de actores protagonistas. Que Vigalondo haya  pensado en Sasha Grey, mito del cine adulto y a Elijah Wood, mito del cine para toda la familia, no deja de tener gracia. Sasha y Frodo juntos producen un cierto cortocircuito.
El otro elemento que me interesa de este curioso (aunque fatigante film) es el del tiempo. Vigalondo está obsesionado con el tiempo. Desde su primer famoso cortometraje, A las 7.35 de la mañana, pasando por el tema de su primer largo, Los Cronocrímenes, el tiempo ha sido el factor dominante en su cine. No he visto Extraterrestre, así que no se si allí también es importante. En todo caso, en estas ventanas abiertas, el tiempo de la acción es el tiempo real de la película. Todo sucede en una hora y media más o menos. Todo menos un final rocambolesco que Vigalondo se saca de la manga para, como en los folletines de principios del siglo pasado, mostrarnos un protagonista /Fantomas que cambia de cara continuamente.
Vale la pena acercarse a esta Ventana indiscreta de la era Internet. Vale la pena por lo que tiene de fundacional: contar una historia con múltiples voces a la manera de un cuento de las mil y una noches o como aquel Manuscrito encontrado en Zaragoza donde llegaba un momento que no sabías quién te estaba contando qué. La multipantalla de ventanas abiertas puede dar mucho juego en la unipantalla del cine. Pero ojo, hay que cuidar las historias,  hay que vigilar que unas pantallas no anulen a las otras, que la incorporación de nuevos personajes no acaben haciendo olvidar los anteriores. Mantener el hilo. Todo esto es el riesgo que Vigalondo ha corrido. En algunas cosas ha salido victorioso, en otras no. Pero reconozcámosle el valor de intentarlo.