viernes, 18 de julio de 2014

EL ESCORIAL



Esta semana he asistido a uno de los Cursos de Verano en El Escorial organizado por la  Universidad Complutense. Fernando Lara dirigía el curso titulado IMÁGENES DE UNA TRAGEDIA: LA I GUERRA MUNDIAL Y EL CINE, y me invitó a participar con una conferencia sobre la película JOHNNY COGIÓ SU FUSIL, de Dalton Trumbo.

Ha sido una experiencia estupenda. No solo por ver de cerca como funciona este tipo de reuniones académico-veraniegas que siempre había contemplado desde la lejanía. También por conocer gente nueva, como Emilio G. Romero, autor de un libro sobre el cine de la I Guerra Mundial, o Carolina Martínez, inteligente y cariñosa secretaria del curso. Sobre todo ha sido apasionante porque me ha permitido acercarme a la primera guerra mundial de una manera muy especial. Me explico. Como casi todo el mundo, yo pensaba que sabía todo lo que era necesario saber de la llamada Gran Guerra. Como casi todo el mundo, seguro que no sabía más que un conjunto de lugares comunes. Asistir a estas conferencias, donde a partir del cine se analizaba que fue y que significó la I Guerra Mundial, ha sido tremendamente aleccionador. Y no en el sentido historicista. Más bien me ha servido para darme cuenta de que cien años después, estamos casi en el mismo sitio. ¡Que terrible lección!
Hay una frase en Senderos de gloria, de Stanley Kubrick, que me parece ejemplar y muy actual. La dice el Coronel Dax/Kirk Douglas en voz baja, pero sus superiores la escuchan y le exigen repetirla y decirles de quién es.
El Coronel Dax dice: “El refugio de los canallas es la patria”.
Es una frase de Samuel Johnson, un pensador inglés del siglo XVIII. Una frase que tenía su plena justificación en 1914, ante la barbarie  desatada en Europa y que vuelve a tener pleno sentido cien años después en una Europa (y un mundo) dominado por la idea de Patria, Nación, Identidad, Bandera, Himno. Separación. En definitiva, por los mismos criterios que imperaban entonces. Y cuando hablo de Patrias y Naciones no me limito a los pequeños territorios en los que nos movemos en nuestro entorno (España, Catalunya, Galicia, Euskadi…) ideas sentimentales y culturales absolutamente necesarias (las identidades de cada pueblo son indispensables para enriquecer al conjunto, pero son inaceptables cuando se convierten en imposiciones o sirven para establecer separaciones). También me refiero y con mas miedo, a las Patrias y Naciones de unos canallas mucho mas peligrosos que están llevando a Europa a una nueva conflagración, no con un ejército de armas, pero si con un ejército de poderes económicos. Alemania, Rusia, Francia, Inglaterra, vuelven a jugar en el tablero de Europa una partida que tiene al gas y la energía como arma arrojadiza y los territorios centroeuropeos como escenario de la primera confrontación.
Pero bueno me he  ido por las ramas (aunque, como dice Manuel Hidalgo, para eso están las ramas, si no, no habría árboles). Quiero volver al curso de El Escorial y a compartir algunas de las cosas que he descubierto. Por ejemplo una que me impresionó mucho. No tenía la menor idea del papel que jugó el rey Alfonso XIII en la primera guerra mundial. Siempre había pensado (y en parte lo sigo pensando), que uno de los problemas del atraso de España respecto a Europa fue el mantenerse al margen de las guerras mundiales. Pero lo que nunca me había parado a pensar es que hizo el rey durante ese periodo. Entre otras cosas, el rey Alfonso XIII creó en 1917 lo que se llamó la Oficina Pro-Cautivos, seguramente una de las primeras organizaciones de acción humanitaria internacional. La montó en el Palacio Real y la financió íntegramente de su fortuna personal. Esta oficina consiguió localizar, informar y en muchos casos liberar a soldados de ambos bandos perdidos en la barbarie que lanzaba millones de hombres unos contra otros. Utilizando sus contactos internacionales (hijo de austro-húngara, casado con británica) hay documentos que demuestran que consiguió salvar a 70.000 civiles, 21.000 soldados, intervino a favor de 136.000 prisioneros de guerra… Alfonso XIII tuvo un papel muy importante que la historiografía oficial se ha encargado de borrar de los libros. La republicana, porque no se podía concebir alguna buena acción del rey destronado; la franquista, porque no se podía permitir que se supiera que la monarquía había hecho algo inteligente y bueno; la de la transición, porque en su afán de cerrar heridas (mal, muchas veces) se olvidó de reivindicar lo que había de bueno en la historia de España.  Me he vuelto a ir por las ramas, pero la historia se escribe así, leyéndola como nos conviene, borrando lo que no nos gusta. Mintiendo casi siempre.

He aprendido muchas mas cosas en este curso. El valor del concepto de la tierra de nadie; la colaboración entre soldados enemigos, miembros de una misma clase, pero también el odio entre pueblos que desembocó años mas tarde en la II Guerra Mundial; la incompetencia de los mandos (Senderos de gloria), la utilización de los hombres como carne de cañón (Johnny cogió su fusil), el dolor por las muertes inútiles (Remordimiento). He aprendido que esa guerra fue la primera guerra con rostro en la que no se enfrentaban ejércitos profesionales, sino civiles transformados en soldados y lanzados a una matanza. He aprendido como se interpreta desde el cine el mismo tema según sea el momento en que se realiza la película. Y sobre todo he aprendido que la historia, desgraciadamente, se repite.

En fin, no quiero dar una idea pesimista, al contrario. El curso de El Escorial me ha dejado con una esperanza. Mientras sepamos plantar cara a los canallas que usan las patrias para enfrentarnos, seremos capaces de seguir adelante.

Dejo aquí un enlace con un documental de la 2 que cuenta la historia de la Oficina de Cautivos.


Por si hay alguien interesado les recomiendo el libro de Emilio G. Romero,
La primera Guerra Mundial en el Cine, El Refugio de los canallas. T&B Editores, 2013.

Y como siempre hay coincidencias interesantes e imprevistas, también les recomiendo el artículo que Luis Foix publicó en La Vanguardia del 16 de julio, titulado Semejanzas con 1914. Este es el link

Aprovecho para colgar mi conferencia sobre Johnny cogió su fusil en el otro blog que tengo y que está tan abandonado el pobre. Si alguien tiene curiosidad o interés, ésta es la dirección del blog

http://nuriavidaltextos.blogspot.com



2 comentarios:

  1. Hola Núria!
    Acabo de leer tus reflexiones interesantes sobre el curso de verano en El Escorial y me has convencido de que los que no estuvimos hemos perdido una buena ocasión de aprender algo más de lo que salía en nuestros libros de historia en los años 60.
    Sólo quiero dejar un comentario y matiz sobre la frase de Samuel Johnson formulado en el siglo XVIII: "El refugio de los canallas es la patria". Los poderosos en la historia han utilizado tanto las patrias como las religiones para manipular las masas y justificar sus guerras y otras salvajadas. Las matanzas más grandes en la historia se han hecho y sigue haciéndose en nombre de naciones y religiones. Esto es lo que considero condenable, aún más cuando te enteras que los mismos protagonistas suelen esconder sus verdaderos motivos: enriquecimiento y poder.
    Soy ateo y no tengo patria pero con los años he aprendido –hablando con la gente (sobre todo fuera de las grandes urbes)– que los sentimientos religiosos y nacionales muchas veces son tan arraigados que no vale la pena intentar convencer. Estos sentimientos forman parte de su crecimiento y formación y los debemos respetar como parte de su cultura, simplemente es inútil intentar ignorarlos. Las "imposiciones" son casi siempre obra de la manipulación por parte de los que mandan y no de culturas o sentimientos, sea hoy en Catalunya o Ucrania.
    La consciencia popular todavía no ha llegado más allá, eso era lo que comentaba Darwin sobre la frase de Marx: "La religión es el opio del pueblo" (en realidad, antes formulada por Bruno Bauer, amigo personal de Marx). Desgraciadamente creo que el comentario de Darwin todavía es válido. Mejor orientar la artillería contra los Pujol, Mas y todos los que hacen un falso uso de sentimientos populares para enriquecerse. La posición "anti" fácilmente tiende a caer en un fanatismo igual o peor que el que pretende combatir. Y, me quedo con la frase que tu bien dices al final: "Mientras sepamos plantar cara a los canallas que usan las patrias para enfrentarnos, seremos capaces de seguir adelante."
    Un saludo
    Jonas

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy completamente de acuerdo contigo. Los sentimientos propios no solo son respetables, son riquezas. Idioma, cultura, esa cosa tan denostada llamada folklore, ideas religiosas, son elementos consustanciales de los individuos. Lo que es inaceptable es imponerlos por la fuerza a los "otros". Y por desgracias, siempre hay algún "otro" al que machacar.

      Eliminar