sábado, 30 de diciembre de 2023

TRES PROPUESTAS

 


Margarita Alexandre (1923-2015)

El nombre de Margarita Alexandre me saltó a la vista por primera vez hace menos de un año. No sabía nada de ella. No la conocía. Escribiendo sobre las mujeres directoras del pasado, me encontré con ella y descubrí que había sido actriz entre 1941 y 1952 (como Ana Mariscal) y que había sido directora de cine entre 1952 y 1956. Nada más. Cuando fui a Bilbao hace un par de meses, Ana Gutiérrez, el alma y la fuerza del festival Zinemakumeak gara¡ me habló de ella. La conocía mucho, la acompañó en sus últimos años, fue la productora de un documental dedicado a su figura y en definitiva, fue su amiga. Amiga de una mujer de más de 90 años, llena de vida, de energía, de fuerza, y de ideas tan poco convencionales como sorprendentes. Ana, despertó mi curiosidad por saber más de ella y así fue como llegué al documental Margarita Alexandre, dirigido por Fermín Aio, que se puede ver en FlixOlé. Los que tengan ganas de verlo se encontraran con una viejecita de ojos claros, cabello blanco, menuda, que no duda en sentarse en una piedra en medio del paisaje, se pelea con un ordenador y sigue manteniendo firmes sus ideas de mujer libre, independiente, fuerte. Margarita recuerda su vida con su primer marido, el  Conde de Villamonte, Juan José Melgar y Rojas, un “marciano” en toda regla, aristócrata, elegante, pero sobre todo con unas ideas tan avanzadas y fuera de lugar en su época como en ésta. Una suerte para ella tropezarse con alguien que no solo la dejó hacer lo que quiso, incluso la impulsó  a hacerlo. Y lo que quiso fue compartir su vida con Rafael Torrecillas, el hombre al que amaba con el que vivió hasta su muerte, y lo que quiso fue hacer cine. Entre 1952 y 1956 dirigieron juntos tres películas, en 1959 decidieron irse a México, pero Cuba se interpuso en su camino. Tanto en sus memorias, La otra cara de la luna, como en el documental, una parte importante está dedicada a los más de diez años que pasó en Cuba donde llegó con Rafael Torrecillas en 1959 y donde vivió hasta el año 1971. Allí, la joven rubia se sumó a la revolución, creyó en ella, impulsó el cine cubano desde el ICAIC donde fue productora entre otros de las primeras películas de Titón, Tomás Gutiérrez Alea. Y se fue decepcionando a medida que el régimen de Castro se corrompía, se hacía mas y mas ineficaz, mas y mas represor. Hasta que no pudo más y salió de Cuba adonde vuelve con casi 90 años gracias al documental. Me ha gustado mucho conocer más a fondo esta mujer inesperada e inclasificable, hermosa y fuerte, con las ideas muy claras desde que tenía 20 años. Margarita Alexandre es una de esas mujeres ocultas que de haberla conocido antes, habría sido un referente importante para muchas mujeres. Espero que a partir de ahora lo sea para las nuevas generaciones.

La otra cara de la luna. Una autobiografía de Margarita Alexandre

Editorial Pre-Textos Contemporánea. 2023

Margarita Alexandre, Fermín Aio, FlixOlé

 


Yellowstone Serie Movistar+, SkyShowtime 5 temporadas

He pasado buena parte de estas Navidades enganchada a una serie de Movistar+ que originariamente es de la plataforma SkyShowtime. Se trata de Yellowstone, el western contemporáneo que protagoniza Kevin Costner como el patriarca de la familia Dutton, propietarios del rancho Yellowstone, el más grande del país. Es un western en toda regla, no un neo western, ni un western crepuscular. Aunque pasa ahora mismo, la primera temporada sucede en el 2018, su estructura, su planificación, sus personajes, incluso sus acciones son las de los western más clásicos. En cierto modo, Yellowstone es una prolongación de films como Horizontes de grandeza o Gigante. Tiene ese aroma de cine de los años cincuenta, de luchas entre ganaderos por la posesión del agua, aquí entre Dutton, el ganadero y las grandes corporaciones inmobiliarias que quieren convertir el rancho en una ciudad. O enfrentado a los indios, como siempre, solo que ahora los indios no arrancan cabelleras ni atacan el fuerte, viven en la reserva donde rigen sus leyes, controlan los casinos y quieren reconquistar (comprar) el rancho de Dutton para devolverlo a su estado natural. La serie juega con el melodrama, los hijos de Dutton, como en Sucesión, son unos seres descentrados manejados por la inteligente y obstinada lealtad al padre. Hay un capataz, un niño fugitivo adoptado por John Dutton que, como el Charlton Heston de Horizontes de grandeza, es el más fiel servidor del rancho. Hay una maestra, otra similitud con el film de William Wyler,  una joven y atractiva india casada con el hermano pequeño y madre del único heredero de la propiedad. La propiedad, no la fortuna. Porque Yellowstone es una propiedad y es eso lo que defienden contra todo y contra todos estos nuevos rancheros. Yellowstone tiene cinco temporadas y 53 capítulos, es una serie larga en la que te puedes sumergir durante varios días, pasearte por los hermosos paisajes  de Montana y darte cuenta de que en ese territorio, la ley (como en el viejo oeste) no existe. Lo mejor y lo peor de Estados Unidos aflora en este relato de frontera del siglo XXI que a veces parece un documental sobre la vida de los vaqueros y que tiene una historia paralela muy interesante: la forja de un cowboy que atraviesa las cinco temporadas. Política, economía, emociones, venganzas, luchas internas, miedos y lealtades dan cuerpo a este western que, al menos a mí,  me apasiona. He visto cuatro de las cinco temporadas, pero no tengo miedo al síndrome de abstinencia cuando las acabe. Hay dos precuelas, 1883 y 1923 que también se pueden ver en Movistar+. Tengo western para muchos días.

 



Cartografía del cuento popular, de Nono Granero Ediciones Ekaré, 2023

Una buena amiga me ha regalado un libro precioso. Se llama Cartografía del cuento popular. Una colección de mapas para recorrer cuentos de la tradición oral. Es un libro ilustrado en el que cada mapa cuenta un cuento. Hay doce cuentos, hay doce mapas. No sabes cuál es el más bonito porque todos lo son. Cada mapa lleva una pequeña entrada que nos presenta los personajes y nos sitúa en la acción. Luego, eres libre de seguir el itinerario que quieras en busca de los secretos del cuento, los rincones de la historia. Dice el autor que todo mapa es un relato. Es verdad. Todos los mapas son invitaciones a viajes posibles. Los que nos regala este libro de las maravillas están poblados de seres fantásticos, de paisajes ensoñados, de castillos encantados, animales que hablan y princesas valientes. He viajado muy lejos con este libro y he vuelto reconfortada y contenta.

El regalo de esta última entrada del año 2023 es una mujer y una isla. Seguro que a Margarita Alexandre le habría gustado.



 

sábado, 23 de diciembre de 2023

PELÍCULAS BONITAS

 

Esta semana de Navidad apetece ver películas bonitas, confortables, que ayuden a vivir y no que te hagan sufrir. Para sufrir ya está la realidad, la privada, la pública, la cercana, la lejana. Cada uno la vive y la sobrevive como puede. El cine, al menos en estas fechas, está para acompañar. Por eso me parece importante hablar de dos películas felices (y tristes, ambas cosas están unidas) que se estrenan estos días. Una esta semana, A fuego lento, la otra el miércoles 27, Fallen Leaves.

 


A fuego lento, de Tran Anh Hung

A fuego lento se cocina mejor, a fuego lento se cocinan no solo los buenos alimentos, también las buenas relaciones. El fuego lento es lo contrario de la explosión, ya sea culinaria, ya sea amorosa. Los orientales saben cocinar a fuego lento. Quizás por eso esta película es tan francesa como oriental. En cierto modo, recordar la preciosa película vietnamita El olor de la papaya verde nos dé la clave del tono de este film tan francés. El director es el mismo, Tran Ahn Hung, el espacio es parecido una cocina. Pero en este caso, una gran cocina en un chateau en medio del campo, en el año 1885, donde Eugenie, la cocinera, se prepara para organizar una gran comida que dará Dodin, el gastrónomo para el que trabaja. Él idea los platos, ella los elabora, mejor dicho los mejora, los convierte en realidad. El trabajo entre ambos, y los pocos sirvientes que les ayudan, es armonioso, tranquilo, a fuego lento. La belleza de los platos elaborándose en esa cálida cocina, corre pareja con la serenidad de la relación que une a Eugenie y a Dodin, un amor cocido a fuego lento a lo largo de veinte años. A fuego lento es una película que se huele y se degusta, tanto como se ve. Mucho menos convencional de lo que me pareció la primera vez que la vi, esta relación es todo lo contrario de conservadora, implica un respeto mutuo, una confianza plena, un disfrute común. Es una gran metáfora de lo que debería ser cualquier trabajo en equipo: armonioso, respetuoso, feliz. Y además es muy bonita y además están Juliette Binoche y Benoît Magimel, en los personajes más dulces de toda su carrera. Un buen regalo para estos días.

 


(estas dos hojas de una foto de Ramon pueden ser Ansa y Holappa)

Fallen Leaves, de Aki Kaurismaki

Hace casi cuarenta años, un joven finlandés, grande, rubio, sin buenos modales y un poco dado a la bebida, irrumpió en el panorama internacional de una manera inesperada. Aki Kaurismaki no se parecía a nadie, ni en persona, ni su cine. A mí me deslumbró desde el primer momento cuando le conocí en Barcelona, donde vino a presentar Hamlet Goes Business. Tenía 30 años y ningún reparo en conceder una entrevista estirado en la cama. Después vino Ariel, La chica de la fábrica de cerillas, Leningrad Cowboys, Nubes pasajeras, en todas ellas fuimos conociendo a unos actores de nombres complicados pero rostros inolvidables. Kaurismaki, contra todo pronóstico, seguía haciendo cine aunque a veces pasaban varios años entre uno y otro film. Y a medida que avanzaba el tiempo, él se hacía mayor y el mundo se desquiciaba poco a poco, este rubio y serio finlandés fue dulcificando su discurso. Depurando asperezas, buscando la esencia de los sentimientos sin por ello dejar de fijarse en esos personajes anónimos que nos rodean y a los que apenas vemos. El Havre fue para mí el punto de inflexión. Ya no había desesperanza, si tristeza, pero de esa que reconforta. Consolidó esa línea en El otro lado de la esperanza y ahora, con estas hojas que caen, hojas muertas que cantaba Yves Montand y suena tan diferente en un idioma como el finlandés, cierra, o continua, su saga proletaria, con un film en el que dos almas solitarias (siempre hay almas solitarias en su cine) se encuentran por azar y consiguen establecer un vinculo salvador para ambas. Los colores, azules y rojos, la luz, la música, todo contribuye a la poesía de un amor cocido a fuego lento, con paciencia y humor en un mundo hostil frente al que lo único que importa es la solidaridad, la amistad y el amor. y de eso tienen de sobras Ansa y Holappa. Cuando sales del cine te sientes un poco mejor y miras a la gente de otra manera. Kaurismaki hace un cine que ayuda.

 

EL RINCÓN DEL CORTO

Normalmente no hablo: los cortometrajes. En parte de no hablo de cortos porque la mayoría de ellos son muy difíciles de ver, circulan por festivales  especializados y pocas veces llegan a las pantallas de cine o de televisión. Y es una lástima, porque los cortos, cuando están bien, son pequeñas historias, pequeñas películas, cuentos, tan valiosos como cualquier largo. No soy muy buena espectadora de cortos pero este año he visto varios por distintas razones y ahora que se acaba el 2023 y empieza la temporada de premios me gustaría dejar constancia de algunos que me han gustado y son candidatos en los Premios Goya o en los Premios Gaudi. Así, cuando los presenten en la ceremonia al menos podrán tener una pequeña referencia.

 


Aunque es de noche, Guillermo García López, Movistar+

El futuro y los pájaros

Aunque no lo parezca, en Madrid sigue habiendo un gran barrio de barracas, viviendas de autoconstrucción al margen de la ley. Las barracas de la Cañada Real existen desde los años sesenta. Varias generaciones han pasado por ellas. Este corto se fija en Toni y en Nasser, un niño gitano y un niño magrebí. Son amigos y están obligados a separarse. El uso de los efectos que se pueden conseguir filmando con un móvil que los dos niños usan para sus videos, le dan a esta historia de amistad truncada una dimensión casi fantástica. Leyenda y tragedia en una noche de fuego poblada de pájaros de colores.

 


Carta a mi madre para mi hijo Carla Simón, Youtube
Retrato de tres mujeres en llamas

Carla Simón sigue buscando en su biografía la inspiración para sus historias. En este corto, rodado cuando estaba embarazada de su primer hijo, la cineasta recuerda a su propia madre de dos maneras distintas: reproduciendo las fotos de su madre embarazada con su propio embarazo y con un precioso cuento dedicado a su hijo en el que recrea la vida de su madre cuando era niña, como joven madre y como la mujer adulta y mayor que pudo haber sido y nunca fue. Las tres se funden en una imagen en la playa donde el deseo de una madre perdida se pierde en las llamas de la emoción de Carla.

 


Cuentas divinas Eulàlia Ramon, Movistar+
Venganza con garbanzos

Una estupenda Celia Freijeiro es la protagonista absoluta de esta comedia negra que ha dirigido Eulalia Ramon. Hablando a cámara directamente, Mónica, una ama de casa que limpia garbanzos en un plano homenaje voluntario o no a la Jeanne Dielman de Chantal Akerman, va contando cómo ha conseguido ser feliz gracias a descubrir el gran valor terapéutico del asesinato. Casi sin variar de plano, con algunas incursiones al reciente pasado, el corto avanza en su horror cotidiano con una soltura y una frescura contagiosas. Cine directo, cine de terror, cine de la cotidianidad.


El busSandra Reina
Viaje de ida y vuelta

El tiempo que se pasa en un bus, es un no tiempo. O todo lo contrario. El tiempo que se pasa en este bus es el de unas vidas que conocemos en sus breves conversaciones, en sus risas, en sus silencios. Vidas con problemas, vidas con esperanzas, contadas en un viaje de ida y vuelta hacia la libertad. Los pocos minutos que pasamos con los pasajeros son suficientes para hacer un retrato colectivo de nuestra sociedad. Un documental rodado en un solo espacio cerrado y en movimiento que en ningún momento es claustrofóbico. El aire lo conquistan estos personajes con sus historias.

 


La loca y el feminista Sandra Gallego, Filmin

Paisaje con pareja

Una simple conversación en un parque entre un hombre y una mujer, un matrimonio. Una afirmación sin réplica. Él dice que es un feminista comprometido, ella, lo cuestiona y hace una petición: por favor, no vuelvas a decir que eres feminista. Sin complicaciones, directo a lo que quiere transmitir, con una carga de profundidad. Una comedia muy seria que desmonta hipócritas posturas muy extendidas y muy de moda. 

El regalo de esta semana es una foto de hojas de otoño que anuncian el invierno.

!Feliz Navidad a todos!



lunes, 18 de diciembre de 2023

FILMTOPIA

 

Esta es una entrada especial y muy importante para mí.

Filmtopia, la web dedicada al cine hecho por mujeres, –todas las mujeres de cualquier sector del cine, de cualquier país, de cualquier tendencia– en la que llevamos trabajando Marta Armengou y yo desde hace un año y medio, es ya una realidad con más de veinte entrevistas en nuestro canal de Youtube, doce Newsletter publicadas desde junio y una presencia continuada en redes sociales. Hace treinta días pusimos en marcha una campaña de Verkami para ofrecer suscripciones a la web de Filmtopia a precios muy asequibles. Estamos muy contentas porque hemos conseguido el objetico previsto, pero aspiramos a un paso más y llegar al segundo objetivo que nos permitirá hacer una web mejor y más completa que confiamos tener preparada en el mes de enero.

Filmtopia es una realidad también en los medios de comunicación que nos han dado cobertura y por las presentaciones que hemos hecho en Barcelona y en Madrid, donde estuvimos el pasado 12 de diciembre en la Librería Ocho y Medio. Explicar cuál es nuestro contenido ha sido un trabajo apasionante por la cantidad de ideas que surgen cada vez que lo exponemos.

Filmtopia no es solo una web de cine, Filmtopia no es solo una web de mujeres, es una web de cine hecho por mujeres que quiere trazar un hilo entre el pasado, reivindicando a todas las mujeres que desde las pioneras hasta ahora mismo han hecho cine y el futuro, apostando por las nuevas generaciones de mujeres que se dedican a viejas, nuevas y diferentes profesiones dentro del cine. Queremos que sea una herramienta de trabajo y de relación, un espacio de debate y de crítica, una web donde todo el mundo encuentre algo que le pueda interesar.

Somos ambiciosas sí, pero estamos convencidas de estar en el buen camino.

Si lo queréis comprobar, os invito a ver la web de Filmtopia donde están todos los contenidos que hemos hecho hasta ahora. https://linktr.ee/filmtopia_net

Este es el enlace al spot de Filmtopia

https://glad-pictogram-226020.framer.app/

Y si queréis ayudarnos con una aportación al Verkami este es el link a la campaña

https://www.verkami.com/locale/ca/projects/35099-plataforma-online-de-continguts-sobre-cinema-fet-per-dones

(recordar que si nunca habéis participado en una campaña, lo primero que hay que hacer es registrarse en la página de Verkami)

¡Gracias a todos y a todas!

 

 

sábado, 16 de diciembre de 2023

SUPERVIVIENTES

 

Las tres películas que he juntado en esta entrada hablan de grupos que se forman para sobrevivir de muy distintas maneras


La sociedad de la nieve, J.A. Bayona

Hay que ser un gran director de cine para hacer una películas obre una catástrofe  no mostrar ni una sola imagen truculenta. Hay que ser muy buen director de cine para transmitir la sensación de miedo, indefensión, desamparo y violencia, sin una sola palabra más alta que otra. Hay que ser un director de cine excepcional para conseguir hacer una película intimista y casi de cámara en un paisaje grandioso y espectacular de montañas nevadas y cielos azules. Bueno creo que con esto ya dejo claro que La sociedad de la nieve de J.A.Bayona me parece una gran película. Una película realizada por completo en España que puede competir a nivel de producción con cualquier película norteamericana.

Cuando supe que Bayona hacía un film sobre el accidente del avión uruguayo que en 1972 cayó en medio de los Andes, dejando 29 supervivientes en medio de un glaciar helado y aislado, no entendí muy bien porque se había metido en ese lio. De esa tragedia en la que murieron casi todos los pasajeros del vuelo, un equipo de rugby uruguayo y la tripulación, ya había una película, (creo recordar que no demasiado gloriosa). Entonces, ¿Por qué volver a esa tragedia? Luego pensé que la filmografía de Bayona, desde el corto que le reveló como alguien especial, Mis vacaciones de 1999, es todo menos convencional. Jota Bayona se atreve con cortos, videoclips, series de televisión documentales, ficciones fantásticas, ficciones realistas, grandes espectáculos, sabemos, además, que la realidad y sus tragedias le suelen interesar, sobre todo si tienen un componente humano. Empecé a entender porque había decidió adaptar el libro de Pablo Vierci que relata en primera persona lo que se conoció como La tragedia de los Andes. Para hacerlo podía haber caído en la tentación de buscar actores conocidos, pero no. Desde el principio tuvo claro que si los protagonistas de esta historia eran jóvenes uruguayos, sus actores serían jóvenes uruguayos. Esta decisión no solo le da a la película una verosimilitud absoluta, sin por ello caer en el falso realismo o la “verdad”. Bayona hace una película, una ficción basada además en un libro que ya manipula en cierto modo lo que allí pasó. Pero lo hace creíble y sobre todo lo hace emocionalmente compartible, sin ceder (como en algunas otras de sus películas) a ningún sentimentalismo. El horror está ahí, no hace falta verlo, lo sentimos en esos rostros, en esas miradas, en esa voz que va narrando desde un lugar que no sabemos cuál es como consiguieron sobrevivir estos chicos creando una sociedad de la nieve.

 


Muyeres, Marta Lallana

Aquí lo que tiene que sobrevivir no es tanto unas personas, que también, sino las tradiciones que se pierden en la niebla de los valles de las montañas de Somiedo en Asturias. La música, las canciones, una forma de vida que desparece y a la que este documental quiere rescatar, darle la oportunidad de dejar una huella permanente. La historia (porque hay historia) sigue a un músico Raúl Refree que encuentra en un caserío una caja llena de cintas y casetes gravadas hace años con las mujeres del valle mientras trabajaban el campo. Esas canciones, esa música, le llevan a intentar saber más y busca posibles supervivientes. Solo encuentra a dos mujeres muy viejas que viven en el valle mirando por la ventana, recordando, hablando poquito, cantando bajito. Cada una de ellas tiene a su lado una mujer más joven que la cuida y la acompaña, la completa en cierto modo. Son estas cuatro mujeres las que le dan a este documental un tono especial, único, los rostros cruzados de arrugas que hablan de un pasado de trabajo y de solidaridad, los rostros compasivos que acarician y peinan y escuchan. Con escenas en blanco y negro que parecen directamente salidas de una película de Dovjenko, con músicas que arrastran el sonido del tiempo, y con la mirada de estas dos mujeres que atraviesa la ventana de su casa y la ventana de la pantalla, Marta Lallana ha hecho un documental más que etnográfico sobre el pasado, etnográfico sobre este presente que va perdiendo la memoria, va perdiendo la perspectiva, va perdiendo el sentido de las cosas.

 


Dejar el mundo atrás, Sam Esmail, Neflix

Aquí también hay supervivientes de una catástrofe que nunca vemos, solo imaginamos. Una familia típica americana, (aunque menos de lo que cabe esperar de una serie de Netflix), que espera pasar un fin de semana idílico en una lujosa casa en la playa, se encuentra de golpe con unos inesperados compañeros, un padre y su hija negros que llaman a la puerta al anochecer. Pero esa llegada no es la primera cosa extraña. Antes han tenido que salir corriendo de la playa porque un barco gigantesco se dirigía directamente hacia ellos. Su infinita soberbia urbanita les impide preguntarse exactamente porque, hasta que aparecen ese padre y esa hija que son, en realidad, los dueños de la casa que vienen huyendo de la ciudad. Todo empieza a desmoronarse cuando se dan cuenta que no hay internet, no funcionan los móviles, no hay televisión… ¿Cómo van a poder vivir sin todos eso? Y además, los animales tienen comportamientos muy raros, y además las familias desconfían unas de otras (en especial las mujeres, la esposa de una, la hija de la otra) y además…. Además el mundo tal como lo han conocido ya no existe. Lo de menos es porque ha pasado esto, no importa si es un ciberataque ruso, iraní, chino… que más da. Lo único que cuenta es que son analfabetos para vivir en esa nueva realidad. Solo la hija, Rose, es capaz de darse cuenta de que pasa algo especial. Y será ella la que acabe por centrar la película justo en el momento en que está más descentrada con la formación de dos grupos humanos, por un lado los hombres y sus miedos, por otro las mujeres y sus miserias. ¿Y el final? Pues que cada uno decida como quiere que siga. En todo caso Rose, ha encontrado lo que más quería, en realidad lo único que quería: ver como otro grupo humano llega al final de su historia en el ultimo capítulo de su serie favorita. Y hablando de series, en realidad esta película es una serie con los capítulos enlazados uno detrás de otro. Su estructura en episodios, sus puntos álgidos de final, son típicos de las series. Las mentes pensantes de las plataformas se han dado cuenta de que la gente consume las miniseries de un tirón, como un todo y han decidido ofrecérsela en una sola unidad, sin pausas ni créditos. Solo un apunte para los actores. Ethan Hawke es un marido y padre superado por los acontecimientos, Julia Roberts es una madre dominante y despótica que arrastra a los demás, Charlie Evans es un adolescente que no se entera de nada y justamente por eso será el primer castigado por la situación y Farrah Mackenzie, es una Rose llena de ambigüedades y percepciones. En cuanto a los visitantes/dueños. Mahershala Ali es hombre elegante y culto y su hija Myha’la Herrold, es una adolescente soberbia y un tanto racista (si los negros pueden ser racistas). Dejar el mundo atrás no solo deja un mundo ¿en guerra? Deja unos espectadores perplejos esperando ya, la segunda temporada, perdón la segunda película.  Una curiosidad para nada banal. Detrás de esta interesante película están nada mas y nada menos que Barak y Michel Obama. Saquen sus conclusiones después de verla sabiendo este dato.

El regalo de esta semana es un cuadro de un mundo que no me gustaría dejar atrás.



 

sábado, 9 de diciembre de 2023

SIMILITUDES

 

Siempre he sabido que un mismo tema puede dar origen a muy distintas historias, muy distintos productos. Esta semana tenemos un buen ejemplo. Se ha estrenado, por fin, Anatomía de una caída, de Justin Triet, estupenda y merecida Palma de Oro del último Festival de Cannes. Casi al mismo tiempo que veía la película francesa, vi entera en dos tandas, la serie de Aina Clotet, Això no és Suècia. Quizás si hubiera visto la película hace semanas o meses y no hubiera visto la serie casi al mismo tiempo, no habría sido tan consciente de sus similitudes. No pequeñas, por cierto. Las dos hablan de un matrimonio con hijos pequeños. En ambas están los roles cambiados, Sandra en el film, Mariana en la serie, tienen, o intentan tener, una vida profesional, mientras que sus maridos, por cierto, y es otra coincidencia, los dos se llaman Samuel, han renunciado a su carrera para cuidar de los hijos y de la casa. Curioso. Pero aun es más curioso que sea un suicidio por caída desde una gran altura el desencadenante de la crisis emocional, moral, sentimental que atraviesa a estas dos mujeres. Hasta aquí lo que las relaciona, a partir de aquí tenemos que hablar de dos productos muy diferentes.

 


Anatomía de una caída, de Justine Triet

El film de Justine Triet se puede definir como un thriller judicial, no en vano el juicio de Sandra ocupa prácticamente dos terceras partes del film. Pero Anatomía de una caída es mucho más que una gran película de juicios (también Anatomía de un asesinato de Preminger era más que una gran película de juicios). Hay muchas capas en esta historia de reproches mutuos entre Sandra y Samuel. Ella, escritora de éxito que no duda en depredar su entorno para alimentar sus ficciones; él, escritor fracasado que no duda en culpabilizar a su mujer de su incapacidad para escribir una gran novela. Ambos arrastran un resquemor oscuro que viene del momento en que su hijo Daniel tuvo un accidente y se quedó parcialmente ciego. La película es fría, seca, distante, hermética como su protagonista. Justine Triet dibuja a una Sandra ambigua en sus sentimientos y a un Samuel manipulador y sin escrúpulos. Desde la primera secuencia sabemos que estamos ante una historia incómoda, provocadora, como la música que Samuel pone a todo volumen para impedir que Sandra realice una entrevista. A partir de ahí, el espectador debe decidir por sí mismo: la directora no se posiciona, expone, observa, acompaña y deja que sea Daniel el que al final encuentre una ¿posible? explicación a la tragedia. Pero ¿es verdad o no es verdad lo que Daniel cuenta? Excelente en todos los sentidos el film lo es aún más por el trabajo de Sandra Hüller, una actriz realmente excepcional.

 


Això no és Suècia/Esto no es Suecia de Aina Clotet, TV3 y RTVEPlay

La serie de Aina Clotet se puede definir como una comedia negra. Comedia sin duda, porque las absurdas situaciones en las que se encuentra la pareja Mariana/Sam y sus dos hijos Lia y Maxito, hacen reír o sonreír. Negra porque en realidad, si nos alejamos un poco, esas situaciones son absolutamente trágicas en su ridiculez. Ridículas sí, menos la auténtica tragedia que desencadena todos los miedos e inseguridades de Mariana: un suicidio inesperado. A través de ocho capítulos que empiezan siempre en el mismo escenario, una terapia de grupo de padres en la que exponen sus temores, sus dudas, sus errores, la serie sigue a Mariana en sus miedos; miedo a parecerse a su madre; miedo a no saber reaccionar ante sus hijos; miedo a no entender el porqué de ese suicidio. Miedos que transitan su vida desastibilizándola por más que ella intente ser perfecta y hacerlo todo bien. La serie empieza cuando Mariana y Samuel deciden irse a vivir a Vallvidrera, lejos de la ciudad, en un barrio de bosques y jabalíes que conviven con los humanos con naturalidad. Els porquets, les llama Mariana. Es esta naturalidad la que hace que se alternen los idiomas con la misma fluidez y cotidianidad que cualquiera que viva en Barcelona conoce. Partiendo de una idea de Sergi Cameron y Aina Clotet, dirigida a cuatro manos por la propia Aina y Mar Coll, y protagonizado por Marcel Borras, su pareja en la vida real y ella misma como Mariana, Esto no es Suecia es casi un documental de cómo se enfrenta una determinada generación de treintañeros de clase media a los retos de la maternidad, la paternidad, la profesión, la educación, la solidaridad, la comprensión y la tolerancia. Un fresco urbanita en el que mucha gente se podrá reconocer.

 

EL RINCÓN DE LA RAREZA


Robot Dreams, de Pablo Berger

Me acordé del libro Yo, Robot de Isaac Asimov mientras veía Robot Dreams de Pablo Berger. Cuando llegué a casa, busqué el libro y en su primera página me encontré con

Las tres Leyes Robóticas

-Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.

-Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto cuando estas órdenes están en oposición con la Primera Ley.

-Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no esté en conflicto con la Primera o Segunda Leyes.

Manual de Robótica 56.ª edición, año 2058

Me pregunté si el delicioso film de Berger, tan lleno de ideas visuales y de sentimientos, basado en una novela gráfica para niños escrita por la norteamericana Sara Baron, cumplía estas tres leyes. Y sí las cumple. Robot Dreams cuenta la historia de una amistad nacida de la soledad. Dog/Perro, vive solo y siente que le falta algo. Cuando descubre que puede tener un compañero Robot no duda en comprarlo, construirlo y convertirlo en su mejor amigo. Robot corresponde a esta amistad, protege y cuida a Perro y le acompaña en sus juegos hasta una playa donde su destino se verá truncado. Las dos primeras leyes se han cumplido. En esa playa donde Robot se queda varado, paralizado, sin energía, entra en juego la tercera ley de Asimov. Mientras Perro intenta (inútilmente) encontrar nuevos amigos, los osos hormigueros, Muñeco de Nieve, Pato, Robot, desde su posición quieta y desvalida, sueña imposibles reencuentros con Perro, ve cómo pasan las estaciones, llega la nieve, vuelve la primavera, y sufre las consecuencias de su obligada inmovilidad. Pero el destino, por muy cruel que parezca, encuentra un camino para que los amigos vuelvan a sentir que están ahí, a través de la música, una canción ochentera pegadiza y bailable que Perro y su nuevo amigo Robot, al que esta vez cuidará con más atención, escuchan en la calle, música que Robot ha puesto para que Perro sepa que sigue vivo. Pablo Berger se adentra en el territorio desconocido de la animación en 2D con la misma intrepidez que hizo con el cine mudo y en blanco y negro en Blancanieves. Pero Robot Dreams no es exactamente cine mudo, es más bien un musical de canciones y música, (Berger vuelve a contar con Alfonso de Vilallonga) en la Nueva York de los años ochenta, con la silueta de las Torres Gemelas en el horizonte, convertida en el tercer protagonista de la aventura de Perro y Robot. Sin dejar de ser fiel a la historia de Sara Baron, Berger, con la colaboración imprescindible de José Luis Ágreda como Director de Arte y Benôit Feroumont como Director de Animación, dibuja una ciudad llena de animales humanizados, calles y tiendas, parques y rascacielos, donde la historia de amistad y nostalgia de Perro y Robot encuentra su mejor escenario. Y aprovecha de paso para hacer una serie de homenajes al cine de todos los tiempos: Chaplin sin duda, pero también las niñas de El resplandor, o Freddy Krueger, Busby Berkeley o El Gran Lebowski de los Coen (y seguramente muchas más que no he reconocido). Robot Dreams se promociona como una de esas raras películas que están hechas para un público que va de 9 a 99 años. Es decir, todos.

(El mismo día que escribía este texto, leí en La Vanguardia un artículo titulado “En verano me casaré con mi novio holograma”, en el que se cuenta la historia de la artista catalana Alicia Framis que ha creado un holograma a la medida al que define como “Una herramienta contra la soledad”. Quizás sin saberlo, o quizás intuyéndolo, Sara Baron se adelantó con su historia a lo que ya es una realidad: la convivencia emocional entre humanos y seres artificiales.) 


FILMTOPIA ALCANZA SU OBJETIVO



Hemos alcanzado el primer objetivo con la campaña de Verkami, estamos muy contentas, pero aun quedan quince días para conseguir un poco mas que nos ayude a hacer una web mejor y mas completa. !!!Gracias a todos por vuestro apoyo¡¡¡ 

 Este es el enlace a la web: https://glad-pictogram-226020.framer.app/

Este es el enlace a la campaña https://vkm.is/filmtopia

El regalo de esta semana es uno de los retratos que Ramon hizo con Aina Clotet cuando preparaban el cartel de Elisa K de Jordi Cadena y Judith Colell



sábado, 2 de diciembre de 2023

DE NOCHE

 


Sobre todo de noche, de Víctor Iriarte

Los fantasmas nos acompañan, sobre todo de noche. Fantasmas que son nuestra vida, fantasmas buenos que nos conforman y nos arropan. No es de fantasmas de lo que habla esta delicada e inclasificable película de Víctor Iriarte. O sí, quizás sí. La historia de Sobre todo de noche es la de un melodrama, casi un culebrón: una mujer joven que se ve obligada a dar su hijo en adopción, dedica toda su vida a intentar encontrarlo, saber qué pasó con él, por qué le mintieron. Mientras le busca, descubre la siniestra trama que hay detrás de la pérdida de su hijo. Vera traza un plan y encuentra la pista de Egoz, y tras la pista encuentra a Cora, la madre adoptiva, la que ha cuidado y amado a su hijo. Vera y Cora se conocen en un lugar inesperado, en Portugal, al lado de un rio donde los tres, la madre 1 y la madre 2 junto con el hijo de ambas, van escribiendo una partitura emocional. Con estos mimbres Víctor Iriarte ha hecho un film de una sensibilidad especial, a flor de piel, tranquilo, aunque desafiante, en el que brillan las dos madres, Vera, Lola Dueñas con su voz envolvente y su voluntad de hierro, Cora, Ana Torrent con su música refugio y su capacidad de entender, y entre ellas, Egoz, el hijo, Manuel Egozkue. No hace falta más, ellos y un paisaje y un mapa y una mirada sobre las manos, los rostros. A veces pienso que las cosas cuando llegan en el momento justo, brillan por si solas. Creo que Víctor Iriarte no habría podido hacer esta película hace diez años. Se necesita una madurez emocional, una vida vivida para poder contar la historia de Vera, de Cora y de Egoz sin resentimientos, sin sentimentalismo, sin afán de revancha, aunque esté contando una venganza. El guió, escrito por Isa Campo, Andrea Queralt y el propio Víctor, se divide en tres episodios. El primero, dominado por la figura y la voz de Vera, es casi un thriller o un film de terror o las dos cosas; el segundo, encierra en un círculo musical a Cora y Egoz a los que seguimos en su viaje hacía el origen; el tercero es luminoso y discurre con la placidez del rio donde van a confluir las tres vidas. Víctor Iriarte viene a continuar una línea invisible que comienza con el Javier Rebollo de El muerto y ser feliz, continua con La arquitectura emocional y el Mapa de León Siminiani y culmina en este melodrama sin drama, una película conmovedora, hermosa, llena de fantasmas que aparecen sobre todo de noche.

 


(esta foto no es de Cristina, es de Ramon, pero está hecha casi al mismo tiempo que ella viajaba por España y, de alguna manera, refleja la misma realidad oculta)

Cristina García Rodero: La mirada oculta, de Carlota Nelson

Oculta es la palabra clave de este documental. Oculta la figura de Cristina García Rodero, una de las grandes fotógrafas del siglo XX que sigue activa y llena de energía en el siglo XXI; oculta la España que retrató hace cincuenta años en España oculta, un libro mítico; oculto casi su estreno en medio del marasmo de oferta de este fin de semana. Pero en realidad Cristina García Rodero no es una mujer oculta o que se esconda, todo lo contrario. Cristina mira, observa, fija con su cámara ese momento, ese instante que pasa desapercibido, que por sí solo conforma una imagen única. En 1973, cuando Cristina tenía 23 años, ganó una beca de la Fundación March para hacer una investigación que ella decidió invertir en un viaje por la España profunda retratando fiestas, costumbres, mitos, rostros, lugares, una España oculta. Desde entonces, Cristina no ha dejado de observar a su alrededor, ya sea en la India, ya sea en un pueblo gallego. Para celebrar los cincuenta años de la publicación del libro, la joven Cristina de 73 años aceptó que la cámara de Carlota Nelson la siguiera en su aventura fotográfica, algo no siempre fácil dada su enorme capacidad de colocar su menuda y enérgica figura entre la multitud mas abigarrada. El resultado es este documental que se estrenó en la Fundación March recordando que gracias a su beca pudo existir el libro y ella misma. Un documental que no es un álbum de fotos, ni una biografía, ni un retrato, es un viaje que acompaña a Cristina, una fotógrafa que detesta que la miren, ella que ha hecho del fotografiar, del mirar a los demás toda su vida.

 


Filmtopia

Hemos llegado casi a la mitad de la campaña del Verkami de Filmtopía, la web especializada en cine hecho por mujeres. Estamos muy contentas de la recepción, casi hemos alcanzado el objetivo que nos habíamos planteado, pero necesitamos un poco más. Este es solo un recordatorio de que aun estáis a tiempo de contribuir a que Filmtopia sea una realidad aun mejor. Gracias a todos los que han participado. Gracias a todos los que participarán.

Este es el enlace a la web: https://glad-pictogram-226020.framer.app/

Este es el enlace a la campaña https://vkm.is/filmtopia 


El regalo de esta semana es una foto de 1971, es de Ramon y me gusta mucho esa puerta que me enmarca.



 

 

sábado, 25 de noviembre de 2023

DOS DE DOS

 

Primera de Dos: Teresa y Napoleón

He juntado dos películas que en realidad solo tienen en común una cosa: son historias de personajes reales, a partir de ahí, nada.

 


Teresa, de Paula Ortiz

El acercamiento de Paula Ortiz a la figura de Santa Teresa parte de una obra teatral de Juan Mayorga, La lengua en pedazos. Este título ya nos da una primera pista: se trata de lengua, de lenguaje, de dialogo. Un dialogo imposible entre Teresa y un Inquisidor, entre Blanca Portillo y Asier Etxeandia. El lenguaje barroco de la que sabe y el lenguaje prosaico del que no entiende. Intentar seguir toda la complejidad poética y mística del pensamiento de Teresa es muy difícil, sobre todo para un espectador contemporáneo. Por eso Paula Ortiz ofrece recursos para refugiarse y dejarse llevar por ese torrente de palabras convertidas casi en una cantata recitada, prodigiosa Blanca en este sentido, y enmarcarla en la belleza infinita de sus espacios, sus encuadres, sus luces y sombras. Al salir de ver la película me vino a la cabeza una definición: la Teresa de Paula Ortiz es materialismo espiritual. Una mirada fascinada a una mujer avanzada a su tiempo, una representación barroca y pictórica, Caravaggio y José Ribera se dan la mano en esos claustros y cocinas, frente a una experiencia mística profundamente espiritual (y física). Teresa es un espectáculo de dos personajes. No hace falta más.

 


Napoleón, de Ridley Scott

Todo lo contrario del Napoleón jockeriano de Scott y Phoenix del que prefiero no hablar mucho, (ya se ha dicho casi todo). Tan solo dejar constancia de que me aburrí muchísimo, que eché de menos al Scott épico de 1492 y que me parece una lástima que alguien que ha hecho films memorables que están en la historia del cine, se haya dejado seducir por esta grandilocuencia vacía. Un Jocker enloquecido travestido en Napoléon autista. Una pena.

 

Segunda de Dos El amor de Andrea y Scrapper

¿Qué une estas dos películas tan diferentes?: el padre.

 


El amor de Andrea, de Manuel Martín Cuenca

Un padre ausente al que Andrea busca y necesita. Andrea es Lupe Mateo Barredo (un descubrimiento). Andrea vive con su madre y sus dos hermanos pequeños en un Cádiz luminoso, blanco, radiante. Pero Andrea tiene una nube. Su padre los abandonó y ella quiere saber porque. Necesita encontrarlo y hablarle, entender. El argumento es sencillo, la puesta en escena es fría, los personajes complejos. Martin Cuenca no cae nunca en sentimentalismos, ni lamentaciones. Andrea se traza un plan y lo sigue, y el director la sigue a ella sin abandonarla nunca. Cádiz, Sanlúcar, el río, las playas, los parques, ponen la luz, Andrea pone la melancolía y la tenacidad. Y Martin Cuenca lo sobrevuela todo en un film que te va entrando poco a poco.

 


Scrapper, de Charlotte Regan

Aquí el padre ausente aparece cuando nadie le espera. Ni le necesita. Ni siquiera pensaba que existiera. Georgie es Lola Campbell, Georgie tiene doce años, su madre ha muerto y ella ha decidido vivir sola. Imaginativa, inteligente, encuentra la manera de engañar a los servicios sociales y la forma de ganarse la vida, mientras construye en secreto una torre para llegar al cielo donde está su madre. Georgie solo tiene un amigo, Ali. Y de pronto, en ese mundo estable y controlado de colores pastel y espacios acotados, irrumpe un padre casi adolescente que surge de la nada. Jason no es aun un adulto, Jason es irresponsable como un Peter Pan de treinta años, Jason quiere a esa hija que nunca conoció. Georgie es unaWendy organizada y metódica, Georgie aprenderá a querer a ese padre que nunca conoció. Este argumento, casi de telenovela, se convierte en manos de la joven directora inglesa Charlotte Regan (tenía 27 años cuando rodó la película) en una fábula, un cuento bonito y tranquilo, sin trampas escondidas, limpio y cristalino. No hay malos ni buenos, hay vida en este suburbio de casitas pintadas de colores. 

El regalo de esta semana es un cuadro de Ramon inspirado en el Monasterio de Sant Jeroni de la Murtra donde se rodó buena parte de la Teresa de Paula Ortiz