Escribo esta entrada el
viernes 29 de noviembre y me doy cuenta
que hace un mes de la terrible tragedia de la DANA en Valencia. ¡Un mes ya! Y
las cosas no parecen haber mejorado mucho en las desoladas tierras de la huerta
valenciana. La semana pasada decía que no podemos olvidar lo que está pasando
en Siria, en Afganistán, simplemente porque no ocupen las primeras páginas de
los diarios. Tampoco podemos, ni debemos, olvidar lo que pasó y sigue pasando
en Valencia. Es una cuestión de dignidad. No me vale saber quién lo hizo peor
(mal lo hicieron todos) lo que interesa a la gente que sigue sacando barro de
sus casas es que la ayuden, no que le tiren mas “fango” encima y no se ocupen
de solucionar sus problemas más inmediatos. No debemos permitir que pase el
silencio por encima de la realidad. Lo del silencio viene a cuento del estreno
de una película que me ha gustado mucho., Por
donde pasa el silencio y Bird,
son los dos estrenos que esta semana
merecen destacarse.
Por donde pasa el silencio, Sandra Romero
Opera prima de una directora
muy joven, este film se mueve en el terreno fronterizo del documental y la
ficción. Es una ficción, si, pero con personajes reales. Pasa en Écija, cerca
de Sevilla, en Semana Santa. De hecho, la primera lectura del título viene de las
calles por donde pasa el Paso del Silencio en la Semana Santa del pueblo. Pero
el silencio no es solo ese. El silencio tiene otra lectura más profunda: es el
silencio de la ausencia, de la incomunicación, de la distancia. La historia es
la de tres hermanos: Antonio, Javier y María Araque. Antonio y Javier son
mellizos, María es más pequeña. Antonio se fue a Madrid hace mucho y vuelve
para pasar la Semana Santa con su familia; Javier tiene una ligera discapacidad
y María sueña con irse fuera. En esos días de silencio y de ruido, Antonio
tendrá que tomar una decisión: quedarse o irse. Sandra Romero conoce a estos
hermanos desde hace muchos años, por eso puede contar su historia y a la vez
contar una ficción. Pero lo más interesante es ver como, a través de esta
familia, se traslucen muchos de los problemas de eso que se llama (no sé si
correctamente) la España vaciada: la gente joven que tiene que emigrar, el
abandono del campo, la crisis económica, las relaciones familiares complejas,
ser homosexual en un pueblo, el peso de las tradiciones, la dificultad de
volver. Todo esto está en una película que fluye en un silencio ruidoso por las
calles nocturnas de Écija.
Bird, Andrea Arnold
Bird
no
es la película que te esperas de Andrea Arnold, una directora británica que
suele observar a sus personajes con cierta frialdad y un realismo nada
complaciente. La descubrí en el 2006 con Red
Road, una de las primeras películas que ponía en una pantalla el control de
las cámaras de seguridad que vigilan día y noche las calles de una ciudad. Su
segundo largo, Fish Tank se fijaba en
una familia en la que la llegada del nuevo compañero de la madre desequilibra a
la protagonista de 15 años. Arnold nos descolocó un poco con una negra
adaptación de Cumbres borrascosas en
el 2011 y aun más con un documental inesperado, Vaca, el mundo visto a través de los ojos de una vaca lechera. Pero
con Bird, Armold da un paso hacia un
nivel fantástico con la aparición en escena de Bird, el hombre pájaro que salta
y busca a su desaparecida familia con la ayuda de Bailey, una adolescente en
una familia desestructurada de un suburbio de Kent. Bug, su padre, es mas inconsciente
que ella y tiene varios hermanos repartidos entre dos casas. Bailey debe lidiar
con las excentricidades de su padre (Bug quiere montar un negocio de venta de
baba de sapo alucinógena) y la tóxica relación de su madre con un hombre
violento. Pero Bailey no es una niña desvalida. Bailey mira el cielo lleno de
animales que vuelan, pájaros, mariposas, y cuando conoce a Bird, siente que un
rayo de luz y de cielo y de aire, entra en su vida. Reconozco en Bird el cine de Arnold en ese retrato
realista de un suburbio inglés y en el personaje de Bailey, pero hay mucho más
humor y mucha más imaginación del que normalmente tienen sus películas. Y sobre
todo hay una libertad y frescura que hace de Bird un film que ayuda. La propia Arnold lo reconoce al reivindicar
el humanismo y la sensibilidad por encima de todo
EL RINCÓN DEL CORTO
Estos días he estado viendo cortos. Un corto es una película corta, pero no pequeña. Hay cortos de una gran complejidad y de una gran profundidad. La gracia de un corto es que dure lo que tiene que durar para contar lo que se quiere contar, ni un minuto más, ni un minuto menos. Entre los que he visto por distintos motivos me gustaría destacar los tres cortos de Pilar Palomero que se pueden ver en Filmin. Es interesante descubrirlos ahora, después de conocer las películas que la han convertido en una de las mejores directoras españolas del momento. Sobre todo, después de ver Los destellos. Porque estas tres piezas de cámara son como un prólogo a Los destellos, son una especie de semilla plantada en 2015, 2017 y 2019, que ha ido creciendo poco a poco hasta florecer plenamente en la luminosa película que es Los destellos.
La
noche de todas las cosas, del 2015. ¿Cuál es la semilla de La noche de todas cosas? Las
antigüedades, los objetos perdidos que esperan pacientemente una nueva vida,
como la que les da Isabel en la película. La casa y el jardín. Y el abuelo.
Pero también la madre enferma que la pequeña Joana intenta acompañar.
Horta, del
2017. ¿Cuál es la semilla de Horta?
El pueblo, su historia, su luz, la niebla, el tren (ahora el autobús). El
bosque y los campos donde perderse paseando como hacen Isabel y Madalen. Los
retratos y los recuerdos que llenan la casa de Ramón.
Agenda
1958, del 2019. ¿Cuál es la semilla de Agenda 1958? La madre, el silencio, la complicidad entre madre e
hija. La memoria y el misterio. Algo que pasó y no sabemos que fue ¿Cómo era la
abuela? ¿Cómo eran Isabel y Ramón?
En estas tres pequeñas
historias está el punto de partida de su tercera película. Las dos primeras, Las niñas y La maternal, nacen de otras vivencias, de otros recuerdos, de otras
necesidades. Pero Los destellos
trenza un hilo directo con estos tres cortos.
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