(Una
pequeña explicación a las fotos que ilustran este texto. Me he pasado nueve
días en lugares cerrados, en interiores: viendo cine, escribiendo, haciendo
entrevistas, comiendo de vez en cuando. Por eso las fotos que acompañan mi
semana de otoño son de Interiores)
Ha terminado el festival de San Sebastián que hace el número 40 en mi cuenta particular.
No paro de constatar el tiempo que ha pasado desde que estoy metida en este
sarao del cine. A veces pienso que debería parar, pero reconozco que hay algo
adrenalínico que me impulsa a seguir yendo a Donostia: la gente, encontrarme
con viejos amigos, hacer entrevistas, ver películas. Esto último es
para mí lo menos atractivo. Porque las películas se acaban viendo en un sitio o
en otro (si merecen ser vistas), pero la gente que encuentras y entrevistas,
solo pasa una vez. Un festival es sobre todo CINE, por eso he seleccionado entre todo lo que he visto, bueno, buenísimo, malo, malísimo, nueve títulos que me
han dejado una huella.
1-ORWELL 2+2-5, de Raoul Peck
Una
gran película política. No es un documental, no es una ficción. A partir de la
vida de George Orwell, y utilizando materiales originales y películas de
ficción, se cuenta su evolución y su tremenda actualidad. El paralelismo de sus
palabras en 1949 con lo que está sucediendo ahora mismo, es impresionante. Peck
lo ilustra, no lo enfatiza, no hace falta. Lo que me impresiona más no es lo
que cuenta de Ucrania, Estados Unidos o Birmania. Lo que me impresiona más, es
constatar la cantidad de regímenes totalitarios que hay en el mundo, no todos
de derechas, y darme cuenta de cuántas de las cosas que se exponen en esta lección de historia, están
sucediendo ahora mismo en España. Una película que debería ser de obligada
enseñanza en las escuelas y que deberían ver todos los miembros de cualquier
gobierno.
2-NOUVELLE VAGUE, de Richard Linklater
La
película más feliz que se ha hecho nunca sobre un momento tan importante y
definitivo del cine como fue el nacimiento de la Nouvelle Vague. El rodaje de A bout de soufle en la mejor época de los
chicos de Cahiers, cuando todavía eran amigos y no habían empezado a acuchillarse
unos a otros, es la excusa para mostrar que se puede hacer cine sin saber nada
de como se hace y disfrutando. Con excelentes caracterizaciones de los actores, no
solo físicas, sobre todo emocionales, es un placer reencontrarse con mitos del
cine moderno haciendo literalmente lo que les da la gana. Un divertimento
estupendo que te estimula a ver o revisar la mítica película con una mirada
libre de mitomanías.
3-AMÉLIE ET LA
MÉTAPHISIQUE DES TUBES, Maïlys Vallade,
Liane-Cho
Han
Una
delicia. Amélie es Dios y Dios es un tubo que come y expulsa, observa y decide
que no vale la pena comunicarse con nadie. Amélie es un bebe que a los dos años
y medio descubre el placer y a través del placer, descubre que la vida puede
ser muy divertida. Basado en una novela falsamente autobiográfica de Amélie
Nothomb que acaba diciendo “Luego ya no volvió a ocurrir nada más", Amelie es un precioso film de animación que sublima el
dibujo japonés de Miyazaki, el dibujo belga de línea clara y la delicadeza de
las acuarelas. Un regalo para niños y adultos.
4-UN SIMPLE ACCIDENTE, de Jafar Panahi
Panahi
sigue siendo el gran maestro en filmar historias clandestinas en un solo
espacio y con muy pocos elementos, un taxi, una casa, o una camioneta. En la última
película que le ha valido ganar la Palma de Oro del Festival de Cannes, el
director iraní se adentra en una historia tenebrosa de venganza, sin perder el
sentido del humor y la ironía. A veces berlanguiana, siempre Azcona, con unos
toques de los hermanos Marx, el descubrimiento de un antiguo torturador lleva a
sus víctimas a secuestrarlo y….(no cuento más). Panahi es la prueba de que no
hace falta ponerse trágico, ni victimista, para contar las
humillaciones de un régimen miserable y la dignidad de unas gentes que lo
soportan como pueden.
5-LOS DOMINGOS, de Alauda Ruiz de Azúa
-La
tía Maite es la única sensata en esa casa; la tía Maite es una intolerante que cree que
es la única que tiene la razón.
-El
padre está superado por la situación: el padre se la quiere sacar de encima.
-La
monja la manipula sin que ella se dé cuenta; la monja la deja elegir
libremente.
-A los17
años nadie sabe qué hacer en su vida; a los 17 años eres ya una persona adulta.
-Lleva
años manipulada por la religión; lleva años viviendo en un caos y necesita un
poco de orden en su vida.
-Tiene
fe; tiene miedo.
-¿Qué
harías tú si tu hija te dijera que quiere….?
Son
algunas de las cuestiones que se han debatido en comidas, cenas, pinchos o
colas. Los domingos provoca la
discusión. Ya sólo por eso vale la pena. Pero además, es una gran película.
6-EL ÚLTIMO ARREBATO, de Marta Medina y Enrique López
Lavigne
El que
no se dejé arrebatar por Arrebato, no
entenderá el arrebato de este arrebato que seguramente no será el último porque
Arrebato seguirá arrebatando a los
que sientan que el cine es arrebato. Película maldita que sigue chupando los
fotogramas de los arrebatados. (Perdón por ser un poco arrebatada)
7-HISTORIAS DEL BUEN VALLE, de José Luis Guerín
Historias
del buen narrador, del buen observador, del guía de la caravana. Mirar,
escuchar, ponerse al nivel de los ojos, conjugar las distintas lenguas incluida
la de las plantas, las diferentes músicas, incluida la del agua, reivindicar
una isla de singularidad en medio del uniforme paisaje urbano. Porque la vida
está llena de voces, de colores, de agua que corre. Vallbona, un pequeño barrio de la periferia de Barcelona, es una
anomalía urbana un SI lugar lleno de vida. Guerín la capta sin manipularla con
una mirada limpia de ideas preconcebidas. Cada uno saca sus propias
conclusiones.
8-LA TOUR DE
GLACE, de Lucile Hadzihalilovic
La
reina de las nieves de H.C. Andersen,
encarnada en una Marion Cotillard fría por fuera, cálida por dentro; cuento de hadas en un plató de cine de los años sesenta; nieve falsa que cae de
un cielo de forillos. Las imágenes maravillosas que consigue esta directora
francesa evocan un mundo que no se parece a nada. Una de las películas más
bonitas del año.
9-RONDALLAS,
de Daniel Sánchez Arévalo
!Qué gusto da encontrarse con una película feliz! Y eso que lo que se cuenta en Rondallas, nace de una tragedia, el naufragio de un barco que deja a una pequeña aldea pesquera gallega sumida en la tristeza. Pero la rondalla es capaz de volver a sacarlos adelante, volver a ilusionarlos y volver a hacer que suene la música en sus plazas. Con un humor subterráneo pero muy eficaz, actores que se sienten cómodos en sus personajes, y la colaboración de las gentes del pueblo, Sánchez Arévalo hace una película que invita a bailar.
Me doy
cuenta de que entre las nueve películas que he escogido como las que recordaré de
este festival hay cuatro españolas. Me parece bien. Ha habido más películas que
me han gustado, iré hablando de ellas cuando se estrenen.
Para compensar tanto encierro, el regalo de esta semana es una nube de Barcelona que me mandó Ramon uno de los días que estaba en San Sebastián.