domingo, 21 de marzo de 2010

LOS CONDENADOS


(bajo este árbol seco, se pueden esconder muchos secretos)
Vi Los condenados en un pase previo a su proyección en San Sebastián. No éramos muchos los que asistíamos porque la película se estaba aún acabando de montar.
Entonces le escribí a Isaki un mail con mis primeras impresiones, casi en bruto, sin tiempo a reflexionarlas.
Les decía en ese mail:
Me ha sorprendido el tema
Me ha sorprendido el enfoque
Me ha sorprendido el tono
El tema
Para gente de vuestra edad este tipo de historias debería caeros muy lejos. Son de otra generación. Durante buena parte de la película me estaba preguntando porque os habíais metido a contar esa historia y de esa manera. Hasta que llega el monólogo de Barbara Lennie y allí entiendo el sentido de la película. Lennie sois vosotros y tenéis todo el derecho del mundo a exigir que se os deje en paz con historias del pasado. (no se si conocéis un documental que se llama Calle Santa Fe, de Carmen Castillo, es estupendo y tiene mucho que ver con ese monólogo).
Pero también sois Pablo y el personaje de Pablo es el que menos me gusta. Precisamente Pablo el que me parece más odioso. Es un parásito: vive del trabajo que le da un amigo de su padre, bajo la tutela de su madre y los cuidados de su novia, tiene una admiración enfermiza hacia el comportamiento de unos hombres que no se la merecen y lo peor es la prepotencia de no darse cuenta que el mundo ha cambiado y que no se puede aplicar las soluciones de hace treinta años a la realidad actual. El asesinato gratuito de la vaca y la referencia a ETA son las dos pruebas de su inmadurez (por no decir estupidez).
Entre Silvia y Pablo, se sitúa vuestra generación, pero sinceramente creo que es ella la que tiene razón.

El enfoque
Me gusta que se cuente a partir de los silencios, de lo no dicho, de lo que se esconde bajo la alfombra de la memoria. Me gusta que no se expliquen las cosas y que se tome como conductores a los dos amigos; que poco a poco vayamos descubriendo lo que son en realidad, el peso de la culpa que no les deja vivir. Pero ¿Qué culpa? ¿La de haber matado a un amigo traidor o la de haberse equivocado de lucha? Creo que cada uno tiene una culpa distinta. El grupo que forman en esa casa aislada en medio de la selva es casi de una novela de Agatha Christie, con cadáver incluido.

El tono
Quizás es lo que más me gusta de la película, el ritmo de la naturaleza, el silencio del aire, los paseos, la cámara que sigue a los personajes en su deambular por el paisaje. Los tiempos de calma: el baño en el río y en la balsa, el baile, la canción. En algunos momentos me recordaba al Reygadas de Luz silenciosa, pero menos trascendente. Creo que es ese tono lo que la distingue por encima de todo lo demás.

Los actores
Están muy bien todos. Sobre todo Barbara Lennie que aguanta el monólogo de forma impresionante.
Pero los que mas me gustan son Martín y Vicky, quizás porque son gatos y yo adoro a los gatos.
Los perros me gustan menos, no son de fiar. Como Andrea y sobre todo Pablo.
El uso de los animales es muy interesante. Desde las hormigas y moscas hasta la vaca del sacrificio. Todos tienen una razón de ser.
También me gusta el uso de la música, tanto la compuesta para el film como la canción.
Ya veis, me gustan muchas cosas.

No he vuelto a ver la película, pero el próximo martes día 23 a las 20.00 en el CCCB de Barcelona, tendré oportunidad de revisarla de nuevo y sobre todo de hablar con Isaki Lacuesta (el nombre que esconde a Isa y a Iñaki en una sola personalidad), en la sesión de Fila Zero de la ESCAC. Una sesión a la que puede acudir todo aquel que esté interesado en saber más de esta película y de sus creadores.

1 comentario:

  1. Gracias por el comentario, muy interesante que alguien escriba sobre el cine de Isaki Lacuesta. Uno a veces se harta de tanto Cameron y tanto Scorsese. Bien está que se hable del autor de "La leyenda del tiempo", una película que me parece de las obras españolas más destacadas del siglo XXI.
    Aún no he visto "Los condenados": cuando me quise dar cuenta, la habían quitado. Y eso que vivo en Madrid. Para alguien que viva en Albecete, León o Lérida, tal hazaña (ver "Los condenados") es casi ciencia ficción. Eso sí que es un avatar. Un saludo muy cordial de

    Luis S.
    Ah, si tiene curiosidad, visite mi página de divagación cinematográfica. Contiene más de 1500 comentarios, todos míos:
    www.elcineenquevivimos.es

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