BASE 3

Continua el Base. Ayer fue el dia FOTOGRAFIA. Bueno fue el dia de muchas otras cosas, pero con una dominante Foto.
1.Proyección. Min Dit, Los niños de Diyarbakir, de Miraz Bezar. Director turco-aleman que rueda en una ciudad kurda. Para presentarla Isabel Casez, directora de fotografia, francesa que vive en Berlin. Rodar con niños es una pesadilla, pero no en este caso en el que los niños de la calle, pero sobre todo la niña protagonista era de una inteligencia y sensibilidad increible. Sin miserias, sin violencia, sin caer en un solo tópico, con un giro narrativo que sorprende a todo el mundo. Una película que da para hablar mucho de cine, de foto (se rodo en HD y se pudo pasar a 35 gracias a la ayuda en la producción de Fatih Akin) , de politica, de kurdos y turcos. Una idea flotando por encima de todo: la venganza tiene muchas formas y cuando quieres conseguir algo lo logras. Se estrena dentro de pocos meses.
2. El mismo mensaje, no el de la venganza, pero si el de la tenacidad, es el que lanzó Claudia Llosa en una espectacular, divertida y conmovedora conferencia. Claudia sin miedo y con una sinceridad apabullante, contó el proceso de su llegada al cine y tambien sin miedo, dejo muy claro que en una pelicula hay que dejarse el corazón. Historias andinas, pedir permiso a la tierra para que lo que siembras de fruto, es decir para que la pelicula salga bien. Sincretismo no solo religioso, tambien cinematografico. Aprender haciendo cine, respetar a todos en un rodaje y creer mucho en lo que haces. O lo que es lo mismo: sacar Tiempos Santos a la vida para hacer lo que de verdad quieres hacer (quien no sepa que es el Tiempo Santo, en Madeinusa, primer film de Claudia Llosa se explica muy bien).
3.Volvemos a la fotografia. tener en una sala a David Omedes y a Oriol Puig desentrañando la manera de transformas una fábrica, un hotel, un almacen, en La Zarzuela, el Congreso o la Acorazada Brunete, fue un auténtico regalo. Director de fotografia y director de arte de 23 F, el dia mas dificil del rey, su conferencia permitió comprobar una vez mas que el cine es la magia de Méliès aunque esté contando una historia de Lumière. Una lección.