TAORMINA DIA 5

(los gatos forman parte de la vida de esta ciudad)
Hoy no voy a hablar de cine, de peliculas. Hoy voy a hablar de cosas que pasan y que nos hacen la vida mas dificil. En especial a los que intentan promover manifestaciones culturales de cualquier tipo. En especial a la gente que tiene una cierta sensibilidad. Esta es una historia real. Todo empezo el domingo por la noche. En el escenario, Lola Duenas entrega el premio de honor a Robert de Niro. El actor agradece a una larga lista de personas de la politica local. Entre el publico asistente al Teatro Antico, todos los aludidos. Mas uno que, ante su asombro, ve como no es citado por la estrella. No olvidemos que estamos en Sicilia, es decir mafia nos guste o no, y en Italia, es decir Berlusconi nos guste o no. Unamos ambos conceptos y nos sale mafia berlusconiana. Ya tenemos el coctel preprado para una reaccion furibunda.
El politico palermitano no citado por De Niro, decide que el festival es una mierda y que hay que clausurarlo inmediatamente. Horror, todo el mundo reunido. No puede ser es un enorme desprestigio, es imposible. El mafioso palermitano berlusconiano decide entonces que, si no se puede cerrar, si se le puede fastidiar. El Palacio de Congresos de Taormina cuenta con dos salas. Una grande, la Sala A y una mas pequena, la Sala B. Normalmente funcionan las dos para dar cabida a una programacion ambiciosa, rica y muy variada. Pero nuestro amigo de la mafia decide que por "razones de seguridad", a partir de ese momento no se pueden hacer proyecciones al mismo tiempo en las dos salas. Y manda a los bomberos y a la policia para impedirlo. Resultado, el equipo del festival tiene que rehacer todo el programa en una noche para reacomodar las peliculas de forma que no coincida una proyeccion arriba con una proyeccion abajo. Caos, cansancio, cambiarlo todo en una noche. El mafioso berlusconiano de Palermo se frota las manos. No lo ha cerrado, pero en menudo lio ha metido a esos "romanos" que vienen a Taormina (la guerra entre regiones en Sicilia tiene tintes epicos) a darnos lecciones. Ja.
Sinceramente, se puede luchar con recortes presupuestarios; se puede convivir con concesiones al gran publico que te permiten hacer una programacion rigurosa y seria en el concurso y las retrospectivas; se puede aceptar que el Palacio no tenga aire acondicionado en un lugar que lo minimo son 30 grados a la sombra. Pero no se puede luchar ni aceptar la arbitrariedad de un poder despotico, arrogante, inculto, irrespetuoso y prepotente. Yo al menos, tiraria la toalla y que lo hagan ellos.