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En realidad debería decir Barcelona día 1 porque vuelvo a estar en casa. Ayer sábado no pude escribir para dar cuenta de los premios del festival, premios que tienen mucho que ver con España (ya tengo eñes¡¡¡) puesto que 18 comidas, el film de Jorge Coria, ganó el Premio a la Mejor Dirección. Desde el momento de su proyeccón en el festival se vio que la nutriente (es una definición de una crítica italiana) película gallega tenía muchos fans, entre el público, la crítica y el jurado. 18 comidas es un film atipico. Rodado en nueve dias, dedicando una jornada entera a cada uno de los grupos/parejas que aparecen, filmando el desayuno, la comida y la cena en un mismo día, en secuencias de hora y media donde los actores improvisaban a partir de una idea matriz, y conducidos por el director en uno u otro sentido según se desarrollaba el tema, el film es una curiosa y muy especial combinación de comida y sentimientos. O mejor dicho de como los momentos en que nos sentamos alrededor de una mesa de desayuno, comida o cena, son los momentos en que mas desprotegidos estamos. Dos cosas a destacar, el trabajo de los actores procedentes de Galicia, Madrid, Barcelona, y Macedonia y la música que interviene justo donde debe para ayudar a crear las atmósferas necesarias. Un premio mas que merecido.
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Otro premio para España. Este otorgado por un jurado popular de 40 jóvenes estudiantes llegados de toda Italia que debían distinguir a una de las seis películas de la Reseña Española. Y escogieron, con una gran diferencia, 53 días en invierno de Judith Colell, por "el mensaje positivo" del film y por "la forma en que etan narradas las tres historias". Que bien¡¡¡ Todas las películas españolas les gustaron y sobre todo les sorprendieron, pero yo nunca habria pensado que el premio se lo dieran a 53 dias.
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La Mejor Película del festival según el jurado fue la italiana Dalla vita in poi, de Gianfranco Lazotti, Un film fresco y divertido, pero de una ternura sutil. Historia de amor entre dos personajes completamente distintos: una guapa e inteligente chica con atrofia muscular, condenada a una silla de ruedas y un preso guapo y arisco, condenado a la cárcel por asesinato. Estos dos personajes se encuentran gracias a un engaño tipo Cyrano de Bergerac, pero su historia, aunque las premisas no lo parezcan es la de un amor ligero y divertido con una moraleja absolutamente positiva que se agradece un montón.
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