jueves, 29 de marzo de 2012
HUELGA
Hoy es día de huelga. Yo me pregunto, ¿si soy autónoma y solo dependo de mi para decidir si trabajo o no, si escribo o leo o dejo de hacerlo, cómo puedo hacer huelga? ¿Me siento en la puerta de mi casa para que la gente vea que no hago nada? ¿Cómo manifiesto mi indignación, no por la reforma laboral, eso se lo dejo a los que trabajan asalariados, sino por todo, por la situación en general que cada vez nos ahoga más? Dicho esto, quiero dejar constancia que no me parece que la huelga general de hoy 29 de marzo sea una manera de conseguir salir del atolladero. La huelga es un derecho adquirido en años de lucha social que garantiza la libertad de los trabajadores de protestar contra los abusos de la patronal. La huelga fue un instrumento indispensable en las luchas proletarias del siglo XIX y el XX. Era el arma de los trabajadores (los obreros de las fábricas) que eran los únicos que podían hacer huelgas que sirvieran para algo. Pero ahora este instrumento se ha quedado completamente obsoleto. En este momento en que la patronal no tiene rostro, sino que la patronal es el estado, es decir todos y nadie, hacer una huelga no es la manera mas eficaz de conseguir que no nos sigan explotando. En este momento en el que los obreros que trabajan en fabricas son una minoría (y bastante protegida, por cierto) frente a una legión no de parados (esos ya ni los cuento) sino de gente explotada en servicios y en tareas no productivas directamente a los que esta huelga lo único que les reporta es perder un día de trabajo, o frente a los miles de autónomos que solo dependemos de nosotros mismos, no veo yo que sea lo mas beneficioso.
Hace tiempo que pienso que hay que buscar nuevas formas de protesta y de organización. Los sindicatos son una rémora del pasado y no sirven para nada a la inmensa mayoría de la población que mal trabaja. Tenemos que conseguir que no nos insulten mas, claro que si, pero no por este camino. Los indignados abrieron una pequeña ventana para que entrara el aire fresco. Lastima que con la llegada del aire frío del invierno se retiraran a meditar. No estoy segura que esa ventana sea la solución, pero en todo caso deberíamos seguir buscando vías nuevas para enfrentarnos a situaciones nuevas. Y la huelga, lo siento, me parece una medida absurdamente caduca.
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