(no es Frankfurt, es Berlín, pero es igual de frío y vacío)
A finales del mes de mayo pude ver en el DOCS
Barcelona un documental titulado Master
of the Universe/Confesiones de un banquero. Me impresionó mucho. No solo
por la belleza abstracta y futurista de una ciudad de cristal, acero y hielo,
dominada por el vacío y el silencio. Me impresionó porque su único personaje,
Rainer Voss, era capaz de darnos una lección de economía que en palabras
sencillas y muy asequibles explicaba cómo y porqué se llegó a la crisis financiera
que se desencadenó en el año 2007 y de la que no hemos salido, ni saldremos
pronto
Rainer Voss era un banquero alemán especializado en
inversiones que en los años noventa consiguió ganar miles y miles de euros.
También era uno de los pocos que se dieron cuenta de que aquello llevaba a la
catástrofe, pero no era capaz de detenerlo: las empresas sin alma que controlan
los mercados internacionales pedían más
siempre más. Tenías que ganar un 10% más cada año o te ibas a la calle. Más
beneficio a costa de lo que fuera. Si te llevabas por delante una familia a la
que arruinabas, una empresa a la que estafabas, un municipio al que robabas, no
importaba. Lo único que valía era ganar más. Hasta que todo estalló.
Marc Bauder consiguió que Voss, despedido hace unos
años y ahora retirado de cualquier
actividad financiera, aceptara ser entrevistado en las instalaciones
abandonadas y vacías del banco donde trabajaba. El escenario es escalofriante.
Situado en el distrito financiero de Frankfurt, desde sus ventanales se observa
una ciudad sin alma, sin gente, sin humanos. Una ciudad que vive hacia dentro,
sin importarle nada de lo que suceda a esas pequeñas hormigas que rara vez se
ven desde sus alturas. Las oficinas del banco ahora sin vida, los pasillos, el
ascensor, las salas de reuniones con sus cables abandonados, aparecen ante
nuestros ojos como un espectáculo de arqueología financiera. Ruinas de una
manera de entender el mundo que lo llevó a una catástrofe anunciada.
He vuelto a ver el documental que se proyecta en
distintas localidades el jueves 4 de diciembre dentro del ciclo del Documental
del Mes y se estrena el próximo 8 de diciembre en la plataforma Filmin. Y me ha
impresionado mucho más que la primera vez. Sobre todo por algo que en mayo,
cuando se pasó en el DOCS, no era evidente y ahora sí: el brutal cambio de
escenario que se ha producido en Europa, España y Catalunya en seis meses.
Voss empieza describiendo el paisaje que se ve desde
las ventanas del alto edificio. Señala uno en concreto y explica: allí estaba
el City Bank. Ahora ese edificio es propiedad del Bank of Communications de
China. China. No lo perdamos de vista (1). Pero lo más sorprendente no es el diagnóstico
que hace de la crisis financiera y sus motivos, lo más inquietante es la proyección de futuro que hace casi al final
del documental.
La entrevista se filmó el invierno del 2012 al 2013.
Cuando Voss habla concretamente de España, es francamente pesimista. El país está en ruinas y vive en la depresión,
afirma. Para él, Europa se enfrenta a
una situación donde los países del sur, Grecia, auténtico campo de
experimentación para Alemania sobre los efectos de la austeridad económica,
Portugal, España, Italia y Francia, deberán tomar medidas para no dejarse
borrar del mapa por una Alemania cada vez más poderosa (2). Voss afirma que en
estos países “la estructura social se hace migajas”. Para él, el futuro en esos
territorios es negrísimo. Anuncia que habrá una nueva crisis, esta vez no
financiera, sino política e ideológica porque hay mucha gente que está
interesada en que el euro quiebre y desaparezca (3) y prevé la aparición y auge de partidos radicales de derecha o de
izquierda que den salida a una indignación creciente.
Lo más interesante de esta visión en noviembre, es que
este diagnóstico tan certero en ese momento, se ha hecho realidad. Lo que Voss
explica cuando cuenta que todo empezó en los años ochenta con las políticas
económicas de Reagan y Thatcher, (unidas al final de la guerra fría y la aparición
del fundamentalismo islámico como enemigo principal, añado yo) es ahora una
lección de historia superada por los acontecimientos.
Las elecciones europeas de mayo de este año,
pusieron sobre el tapete fuerzas nuevas que se han llevado por delante la política
tal como se ha venido entendiendo desde hace treinta años. Partidos y
formaciones radicales de derecha, Marie Lepen, los nacionalistas austriacos, o en el otro
extremo, Podemos, han modificado el tablero (4). Pero el principal cambio que
siento es que, a pesar de la crisis y de los problemas, de la negra situación
de las clases medias en extinción, el pesimismo ha dejado paso a una especie de
euforia. Hay una esperanza, una ilusión por conquistar algo. Que sea la
independencia o la renovación del sistema, es lo de menos. Lo importante es que
hay un horizonte hacia el que mirar. Eso, unido a una limpieza que ha hecho
aflorar los casos de corrupción escondidos años y años, es el mayor cambio
respecto al mundo que Voss diseñaba.
Desde este punto de vista Confesiones de un banquero se convierte en una lección
indispensable de historia reciente y un
punto de partida para ir hacia adelante.
Aclaración.
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