martes, 10 de julio de 2012

NUEVOS CARMINOS PARA EL CINE


(casualidades: cuando he hecho la foto de mi ordenador con la página de Carmina, no me he dado cuenta que al lado tenia una libreta de Dieta mediterránea, la película que me permitió conocer personalmente a Paco León)
Estoy cansada de quejarme. Estoy cansada de que se quejen los demás. Estoy cansada del pesimismo que nos invade y nos paraliza. ¡Ya basta¡
Parece que los políticos y los medios de comunicación se empeñen en amargarnos la vida. En lugar de estimular y alentar a hacer cosas, a imaginar, a buscar, a “emprender”, nos empujan a conservar, inmovilizar, nos dominan con el miedo. Los que no tienen, porque ya no tienen y los que tienen porque tienen miedo a perderlo, el caso es que nadie mueve un dedo y quién dice un dedo dice un euro para que las cosas cambien. Me he cansado ya.
Por eso me gusta tanto la idea de Paco León con su película Carmina o revienta. No voy a hacer una crítica de la película. Pero si quiero insistir en que es absolutamente positivo la manera como se ha hecho y la manera como se está vendiendo. Rodar en once días, con dos cámaras y con un equipo de gente afín, le ha permitido a Paco León hacer una película que no tiene nada que envidiar, al contrario, a productos mucho mas ambiciosos rodados sin los suficientes medios convencionales que se quedan en nada.  No hay nada mejor que saber sacarle partido a lo que tienes, adecuar tus objetivos a los medios de que dispones para que el resultado sea el mejor.

Estrenar la película simultáneamente en cines, dvd (barato, 5’95 euros) y plataforma en Internet (mas barato aun, 1.95 euros) es ser conciente del tiempo que vivimos. No se trata de declarar la guerra a los exhibidores, simplemente avisarles que tienen que cambiar su manera de enseñar las películas; no se trata de acabar con las distribuidoras, simplemente que se den cuenta que distribuir en Internet es mucho mas rentable, sobre todo si se ponen precios asequibles; no se trata de que todo el mundo haga películas baratas y con cuatro amigos, simplemente es importante demostrar que una película barata y con cuatro amigos no necesita las subvenciones de la administración para poder hacerse. Las cifras del primer fin de semana confirman que no hay una guerra entre salas de cine y plataformas digitales. Hay una enorme ventaja que permite que la gente que vive en lugares donde no hay salas de cine pueda ver la película al mismo tiempo que en un cine de Sevilla, Barcelona o Madrid.
El experimento Carmina o revienta y las reacciones contrarias que ha suscitado, me han recordado las reacciones violentas y de rechazo que produjeron las primeras películas neorrealistas italianas. Rossellini o De Sica habrían sido felices con Internet y los medios que hay ahora para rodar. En definitiva, ellos hicieron algo parecido  sacando las cámaras a la calle, filmando con luz natural y sin decorados para abaratar los costes y poder contar lo que querían contar.
Y aquí llegamos a lo mas importante. Para hacer cine lo primero es tener algo que contar. Paco León lo tiene.
Los demás también deberíamos tener algo que contar, o mejor dicho que hacer: quitarnos el miedo.

2
Respecto a una crítica solo puedo decir que la película me parece una rareza. Tiene algo del primer Almodóvar, tiene algo de John Waters, dos directores con los que todo el que ha escrito del film la ha comparado. Pero tiene mucho mas de un neorrealismo berlanguiano plagado de mala leche; Carmina no es un Torrente con faldas. Carmina es la voz de la gente cabreada, harta de las burocracias y que, como un pícaro cualquiera de la España del Siglo de Oro, decide “labrarse su futuro”. Quevedo no le habría hecho ascos a esta Carmina. 

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