Antes
de empezar una aclaración sobre duraciones. Me han comentado que debería haber
dicho en la anterior entrada que Sueño de
invierno duraba 196 min. No sé si debería, pero podría haberlo hecho. Si no
lo hice, fue porque a mí no se me hizo larga. Vi la película como si fuera un
concierto, con distintas melodías según los personajes, ritmos y cadencias,
pausas y actos. Así que sí, es cierto, podría haberlo escrito. Lo hago ahora. No
recuerdo quién me dijo por primera vez que las películas duraban una hora y
media porque eso es lo que dura un sueño. No tengo ningún dato para comproba si
es verdad o no. En todo caso es bonita como idea que justifica esa duración
estándar. Quizás por eso esta película que dura tres horas se llama Sueño de invierno, debe ser que
efectivamente es un sueño muy largo, casi una hibernación.
(Ramon nunca pinta mujeres malas.solo mujeres inquietantes o hermosas)
1
Primera mujer
También
es muy larga la película de David Fincher, Perdida.
Dura 147 minutos que pasan volando. Como un sueño, una pesadilla y un cachito
de otro sueño. Un guión impecable, escrito por la autora de la novela Gillian
Flynn, nos va metiendo en una historia que cambia de narrador casi sin darnos
cuenta y nos sumerge en una manipulación tan enorme que parece inconcebible. En
la historia de Nick y Amy nada es lo que parece, pero ni mucho menos es lo que
nosotros creemos que será. Fincher se coloca justo detrás de todo y mueve sus
personajes a su antojo. ¿Es un Fincher puro? No lo sé. ¿Es una película que
descoloca? Seguro. En todo caso, lo que es cierto es que tiene un casting
perfecto. Hay un momento que le dicen a Nick, “tu problema es que no generas
empatía”. No me puedo imaginar un actor
menos empático que Ben Affleck. Por eso funciona tan bien como Nick. Y qué
decir de la rubia Amy. Una rubia que le encantaría a Hitchcock, porque, como
Kim Novak, tiene las cejas oscuras y el pelo rubio. Y esa combinación casi
siempre es letal.
2
Segunda mujer
También es letal nuestra
segunda protagonista, Bárbara. En un concurso entre manipuladoras natas no
estoy segura de quién se llevaría el premio, si la rubia Amy o la morena Bárbara.
Bárbara es Bárbara Lennie, el vértice de un triángulo imposible, o mejor aún,
la pieza del puzle que hace que todo coja sentido en Magical Girl. Cuando se estrenó en San Sebastián donde ganó los dos
premios gordos, ya escribí de esta seca y cortante película. Recupero parte del
texto para los que no lo leyeran: “Magical Girl, es sin duda una de las apuestas mas
estimulantes del cine español 2014. Todo encaja en este puzle de historias
unidas por un personaje femenino (Bárbara Lennie está espléndida como la niña
manipuladora y la mujer (auto)destructiva). Todo encaja, menos una pieza que se
pierde en la calle y que es la que une el conjunto. Esa pieza que Vermut deja
en manos del espectador para que la coloque donde cree que falta y complete así
este relato de perversiones y deseos. Hay imágenes increíbles; hay momentos de
una gran ternura, y momentos de un gran dolor. Hay una narración abierta.
Sacristán borda ese personaje de hombre manipulado y Luis Bermejo llena de
emoción el padre capaz de todo por cumplir el deseo de su hija. Magical
Girl no es una película convencional, pero eso no quiere decir que no
sea asequible y disfrutable para todo el mundo que sea capaz de dejarse llevar
por una historia que esconde tanto como enseña.” Ahora, en el
momento de estrenarse comercialmente, lo que me parece más interesante es la
coincidencia en la cartelera de dos personajes femeninos muy parecidos,
manipuladores y autodestructivos, en films tan distintos en todos los sentidos como
son Perdida y Magical Girl. Da qué pensar.
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