(ésta
montaña de Ramón es La Peña Foratata que protege el pueblo de Sallent de
Gállego donde se rodó gran parte de la película)
Hay
muchas cosas que me gustan en esta película: una es la palabra. El hecho de que
se utilice con toda naturalidad y cotidianidad los tres idiomas que se hablan
en la zona, castellano, catalán y francés, le da a
toda la historia no solo una credibilidad, sino una frescura que se echa mucho
de menos en casi todo el cine español y catalán contemporáneo.
Otra
es el uso de los paisajes nevados del Pirineo de Huesca. Agrestes, rocosos,
duros, blancos y puros, escondiendo bajo la capa de nieve pasiones e historias
que poco a poco se van deshelando, como esa imagen del principio en la que la
nieve se convierte en agua transmitiendo sensaciones de deshielo con el sonido
tanto como con la imagen.
La
relación de Leo/Gabriel con Ana, ¿su madre? está al principio tan helada como
las estalactitas de la montaña, pero poco a poco se va licuando, dulcificando,
pasando de lo congelado a lo líquido, de la parálisis al movimiento. Cuando al
final su relación sea agua, turbia por el recuerdo que finalmente ha aflorado,
todo estará en orden.
Me
gusta mucho esta película escrita y dirigida a dos como si fuera uno. Tan igual
y tan distinta a los anteriores trabajos de Isaki Lacuesta y de Isa Campo. Tan
clásica (¡como me gustan las películas clásicas!) tan compacta, tan normal.
Aunque sea una normalidad cargada de extrañeza. O una extrañeza hecha
normalidad.
Me
gustan los actores. Sergi López, un hombre corroído por la duda, llena la
pantalla como complemento oscuro de una Emma Suárez luminosa, dispuesta a
bailar hasta el final y llegar a un espacio de pacto (la palabra es de los
directores) que les permita a ella y ese hijo encontrado vivir juntos. Ese personaje al que Álex Monner dota de una ambigüedad que se mantiene todo el relato, ¿será
o no será su hijo? Curioso que una película rodada en ambientes tan fríos tenga
dentro una fuente de calor tan potente que le permite no caer nunca en el
melodrama, pero ser, sin embargo, un film lleno de sentimientos y emociones.
2
Este sábado 22 de octubre me entregan el Premio Simone de Beauvoir en la XXI Muestra de Cine Dirigido por Mujeres de Bilbao. Estoy muy contenta porque es la primera vez que se lo dan a alguien que no es directora. Gracias¡¡¡¡
No hay comentarios:
Publicar un comentario