Cada
vez me gustan más los festivales pequeños. Por pequeños no quiero decir faltos
de ambición. Por pequeños me refiero a sus dimensiones que los hacen ser
espacios privilegiados para conocer a la gente: la que lo organiza, la que
viene invitada y la del público de la ciudad donde sucede. Digo esto porque
esta semana he estado en Cuenca. Es raro ir a Cuenca desde Barcelona (desde
Madrid es un paseo). He ido a la ciudad de las Casas Colgadas porque se ha
celebrado allí la 19 Semana de Cine de Cuenca. Si, la 19 nada menos. Claro que el
hecho de que no sea muy conocida a pesar de tantas ediciones tiene una
explicación. La 18 Semana se celebró ¡hace doce años! Un grupo de entusiastas
cinéfilos de la ciudad, agrupados en el Cine Club Chaplin, ha decidido volver a
ponerla en marcha con esfuerzo y mucha ilusión. Centrada en el cine español
reciente, tanto el documental como el de ficción y los cortos, casi sin darse
cuenta la semana ha programado cinco películas españolas, estrenos en Cuenca,
de las que tres están dirigidas por mujeres y las otras dos a medias. Fallen, de Ana Rodríguez Rosell, La Madre, de Alberto Morais, coescrita
con Verónica García, Migas de pan, de
Manane Rodríguez, La próxima piel,
de Isaki Lacuesta/Isa Campo y María y los
demás, de Nely Reguera. No ha sido voluntario, pero ha salido así y es
interesante reconocerlo. En cuanto a los documentales, se han agrupado en torno
al tema Entre el Arte, la Vida y la
Pantalla, conectando con uno de los mayores atractivos de la ciudad, el
Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca que este año ha cumplido 50 años. Me
encargaron presentar el documental que abría la semana, La mayor locura, de Adolfo Dufour, un trabajo sobre la capacidad de
seguir creando en personas que la sociedad ha decidido que ya no sirven para
nada por su edad. Estoy muy contenta de que me hayan invitado a esta Semana.
Primero, porque me gusta mucho ver (re)nacer los proyectos; segundo, porque en
este tipo de festivales más pequeños es muy fácil hablar con calma de los
porqués de las películas. Espero que el equipo que con tantas ganas lo ha
puesto en marcha lo consolide y lo
coloque en el mapa de los festivales españoles.
(María Bardem,
me explica quién es quién en las fotos de la exposición)
Otra
de las razones para ir a Cuenca era la exposición y el pequeño homenaje que se
hizo al rodaje en sus calles de Calle
Mayor, la película de Juan Antonio Bardem que cumple 60 años. Un conjunto
de fotos de rodaje impresionantes y muy representativas de la España de 1956,
fueron el marco de la presentación de un documento (no documental) inédito, una
entrevista realizada a Bardem en 1996 con motivo de los cuarenta años del
rodaje. Fue muy interesante escuchar a un Bardem lúcido, brillante, tan seguro
en sus ideas y al mismo tiempo tan cálido. Pero lo que más me gustó fue conocer
a su hija María Bardem, una mujer que se ha dedicado al cine desde ese lugar
tan imprescindible y poco conocido que es el de script. Charlar con ella fue
una de las mejores cosas de esta Semana.
(una vieja foto
de 1968 en el Museo de Arte Abstracto de Cuenca)
La
primera vez que estuve en Cuenca tenía 18 años. Entonces el Museo de Arte
Abstracto me impresionó casi tanto como las Casas Colgadas. Ahora, me ha
decepcionado un poco. Creo que este tipo de pintura, importante por su valor
documental e histórico, ha envejecido mal. Lo que no ha envejecido mal es la
catedral de Cuenca. Una reciente limpieza de sus muros permite descubrir una
arquitectura potente y de gran belleza. La catedral estaba tomada estos días por
una exposición que reunía en un mismo saco la obra del artista chino Ai Wei
Wei, Cervantes y los informalistas. Es una exposición un poco caótica con
algunas piezas buenas, las que vienen del museo de arte abstracto y una
instalación del artista chino francamente mala. La verdad es que no entiendo el
entusiasmo que despierta Ai Wei Wei, un hombre que sabe venderse muy bien como
víctima de la represión en la China actual, pero que en realidad, al menos por
lo que yo conozco de él, no tiene gran cosa que ofrecer al margen de su ego
inmenso. Y lo del ego lo digo porque la instalación de esta exposición consiste
en una serie de “belenes” de su cautiverio que producen un cierto sonrojo.
2
Se
han estrenado esta semana !17 películas¡ Es imposible verlas todas, ni siquiera
nosotros, los críticos, llegamos a hacerlo. Así que he decidido recomendar en
una línea las que me parecen más interesantes
de las que he visto.
Gimme Danger, de Jim
Jarmusch, para conocer la persona que hay detrás de La Iguana Iggy Pop.
Bar Bahar, de Maysaloun
Hamoud, para descubrir que hay una vida
moderna y normal en Tel Aviv donde viven las tres mujeres palestinas
protagonistas.
Los exámenes, de Cristian
Mungiu, para comprobar que las corruptelas en el mundo heredado del comunismo empiezan
por cosas muy pequeñas y con las mejores intenciones.
Aliados, de Robert Zemeckis,
para apreciar los esfuerzos de Brad Pitt y Marion Cotillard por ser dignos
herederos de Ingrid Bergman y Humphrey Bogart.
De
todo lo demás que se ha estrenado, que cada uno se arriesgue.
(le debo a Jaume Figueras una corrección importante en este texto. La película de Isaki Lacuesta y de Isa Campo es La próxima piel, no la que yo había puesto. Ya lo he corregido, gracias, Jaume¡)
(le debo a Jaume Figueras una corrección importante en este texto. La película de Isaki Lacuesta y de Isa Campo es La próxima piel, no la que yo había puesto. Ya lo he corregido, gracias, Jaume¡)
Querida Nuria:
ResponderEliminarPara mi, como parte humilde de la organización, ha sido un placer tenerte por esta pequeña ciudad de Cuenca, así como haberte conocido, aunque sea poco.Espero que vuelvas al año próximo.
Gracias por todo un saludo.
Fue un placer tenerte estos días con nosotros. Hasta la próxima
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