El territorio armenio se extiende por muchos paises diferentes.
Robert
Guediguian
Hace
unos días estuvo en Barcelona el director francés Robert Guediguian para
presentar su última película, Una
historia de locos. Tuve ocasión de entrevistarle para el programa La
Cartellera de BTV, dirigido por Marta Armengou, en el que colaboro desde principios
de año. Fue una entrevista larga, más de media hora, que por fuerza tuvo que
quedar reducida en la pieza que se montó para el programa. Pero fue muy
interesante y he pensado que valía la pena compartirla a través del blog. Es la
primera vez que lo hago, pero a lo mejor no es la última.
De todo lo que hablamos, me quedo sobre todo con
una idea que me gusta mucho. Guediaguian contrapone a la idea de Patria (Fatherland)
la idea de Hogar (Heimat). La palabra Patria
siempre me ha resultado odiosa. Implica banderas, himnos, separaciones,
conquistas, ser mejor que los otros. En cambio Heimat me gusta mucho, es algo humano, cercano, lo que se siente,
lo que te importa, incluso lo que se comparte. Uno puede tener un Heimat con
gentes muy lejanas en el espacio y en cambio no sentirse nada vinculado a la
Patria que tiene encima.
Hay
más cosas en la entrevista, espero que sea interesante para todos.
El
genocidio armenio
El
hecho de que se cumpliera el centenario del genocidio armenio, tuvo un papel en
la decisión de hacer la película. Hacía mucho tiempo que yo quería trabajar
sobre el genocidio y sobre sus consecuencias. No sobre el mismo genocidio, sino
como este se perpetuaba de generación en generación porque no ha habido nunca
un reconocimiento del genocidio por parte de Turquía. El duelo es imposible.
Era eso sobre lo que yo quería trabajar. Aunque la palabra no es querer, me he
sentido obligado a trabajar sobre esa cuestión. Es responsabilidad de todos los
cineastas en todo el mundo hablar de su
pueblo, hablar de las grandes cuestiones que preocupan a su pueblo. Yo soy de
origen armenio, no podía dejar de enfrentarme a esta cuestión, no hablar de
ella.
La
historia
Para
mi es el prologo del film el que explica no tanto la moral del film, sino de
que va hablar la película. Si aun se habla ahora de esto y si hago una película
sobre esta cuestión quiere decir que esta historia no se ha acabado porque me
sigue preocupando y si me sigue preocupando es porque me lo han transmitido, no
en el colegio sino en mi habitación, en la cocina, me lo ha transmitido la
familia. Es por eso que digo que la historia pasa mucho más en las cocinas, las
habitaciones de los niños o los dormitorios. Más que en los campos de batalla,
los parlamentos o las antecámaras del rey. Y es precisamente por eso por lo que
la historia no se para nunca, salvo cuando se pide perdón y alguien da ese
perdón. En ese momento puede haber gestos de reconciliación y empezar, no a
olvidar, sino simplemente a poder vivir.
Turquía
La
situación en Turquía es peor, eso seguro. Erdogan está cada vez más loco. Es un
dirigente electo democráticamente, pero podemos empezara a hablar de ciertas democraturas, porque es cierto que hay
una elección libre pero son autenticas dictaduras. Erdogan es un dictador que
reutiliza cada vez mas y de la forma más violenta, el término de nación,
el nacional-islamismo. Por eso la cuestión de los armenios es una cuestión
política de ahora mismo. No hay ninguna esperanza de que Turquía reconozca el
genocidio armenio.
Inmigración
La
actitud de los inmigrantes hoy es distinta de la de sus padres, ha cambiado
mucho. En primer lugar desde el punto de vista del trabajo, de la posibilidad
de alimentarse, de educar a los niños, llevarlos al colegio, era más fácil para
las generaciones de inmigrantes de
antes. En la crisis que vive Francia, los inmigrantes son las primeras víctimas
de un paro crónico y masivo. La crisis afecta a todos los franceses pero aun
mas a los inmigrantes. Es cierto que estos inmigrantes tienen el sentimiento,
justificado, de que Francia no los acoge, no les da trabajo, no les permite ir
a la escuela. Se respeta un modelo que te respeta y ellos tienen el sentimiento
de que Francia no les respeta. Y no se
equivocan. Yo estoy de acuerdo con ellos. Basta con ver lo que pasa con la violencia
policial. Es cierto que la policía francesa no respeta a la gente igual si son negros que si son blancos. Eso está claro y hay que decirlo. Y eso no pasaba en las generaciones
precedentes. No quiere decir que fueran acogidos con los brazos abiertos,
también había dificultades, Pero tenían trabajo y podían alimentar a sus hijos
y prosperar. Eso es imposible hoy y no es culpa de los inmigrantes que llegan.
Es Francia la que ha cambiado.
El momento
actual en Europa
Es
un momento tremendamente peligroso. Es algo que no podíamos llegar a imaginar
que pasara No pensábamos que pudieran resurgir los fascismos, o eso que los
teóricos llaman el post fascismo, porque no es exactamente lo mismo, pero la
matriz es la misma, no es exactamente un neofascismo sino un post fascismo.
Pensábamos que eso había desaparecido y en cambio ha resurgido y ha seducido a
las clases populares. Las izquierdas de todos los países tienen que despertar, reconstruirse, volver
a ser poderosas como izquierdas alternativas que propongan cosas, no una
izquierda que imite a la derecha. Yo creo que tenemos extrema derecha hoy
porque no hay una verdadera izquierda en todos los países europeos.
Patria/Nacionalismo
Desconfío
cada vez más de todas las reivindicaciones nacionales. Incluso la idea de
patria es una idea que no me gusta. En Francia está muy mal visto decir esto,
pero es una idea que encuentro cada vez más sospechosa. Hay una palabra, una de
las más hermosas de la lengua alemana, que quiere decir lo mismo, pero no es lo
mismo. Heimat es el hogar que se crea
entorno a la madre, a lo cercano. En cambio Fatherland,
la patria, el país del padre, es casi siempre el pretexto de una conquista, una
imposición sobre los otros. Por eso creo cada vez menos en la idea de patria.
( si quieren ver la entrevista y el programa entero hay que entrar en la web de beteve, buscar Programes y allí La Cartellera)
Hay que darle la razón al gran Guédiguian: las izquierdas y el centro izquierda han de despertar, no puramente oponiéndose a cosas sino proponiendo otras y evitando el populismo. La tradición de Camus, Orwell o Tony Judt ofrecería una buena base.
ResponderEliminarSaludos.
El cine en que vivimos