sábado, 10 de febrero de 2018

GOYAS


Un apunte de los Goya
No voy a hablar de los Premios Goya, ha pasado una semana y ya se han dicho suficientes cosas en todos los medios. La ceremonia fue mala, muy mala, fue larga, muy larga. Pero no voy a analizarla. Solo quiero hacer una propuesta.
Yo creo que uno de los graves problemas que tienen estas galas son… los presentadores. No entiendo la manía que tienen de encargarle a un humorista que sea el conductor de la gala. Por muy buenos que sean en sus programas, no suelen entender nunca el sentido de una gala de este tipo. Sus chistes y bromas son tan malos que congelan la sala y eternizan la ceremonia. Este año, en concreto, las penosas, lamentables y muy inoportunas intervenciones de los presentadores ocuparon ¡casi 50 minutos! Si a esto sumamos los videos que en esta edición no tuvieron ninguna gracia, nos vamos a mas de una hora perdida en estupideces. Si los quitáramos la gala sería mucho más corta, seguro.
La idea de un presentador en este tipo de actos es una idea antigua, de cuando la televisión era analógica y sólo había un canal. Ahora ya no toca. Es una rémora. No digo que no se tenga que hacer un espectáculo visual pensado para la tele, si claro. Pero la tele no es un escenario de cartón piedra con una escenografía espantosa, ni la tele son cómicos siguiendo un guión deslavazado, con chistes y juegos ridículos con los espectadores que hacen enrojecer a cualquiera.
Propongo a la academia que el año que viene NO HAYA PRESENTADOR. La gala la puede abrir un miembro de la academia dando la bienvenida, dar paso a los presentadores tal como se hace ahora, intercalar entre cada bloque de premios videos (por favor realizados por alguien que piense para que son y qué función tienen que cumplir), dejar como parlamentos el del Goya de Honor, que se lo merece y el del Presidente de la academia que marca la línea editorial de la ceremonia y acabar con una despedida desde la academia. Seguro que sería más corta. Hacerla más televisiva depende del realizador, de que sepa jugar con la luz y las imágenes, de que se piense más para un espectáculo del siglo XXI que para unas Galas del Sábado dignas de la tele de los años 60. Y en cuanto a las reivindicaciones políticas, sociales, morales, del tipo que sea, se deben hacer, se pueden introducir haciendo un guión de acuerdo con los presentadores y dejando libertad a los que recogen para que digan lo que quieran sin consignas. Lo siento, pero si los Goya ya eran viejos hace 31 años, ahora son simplemente prehistóricos.

Otro apunte que tiene que tiene algo que ver.
Se ha levantado una buena polémica con la idea de Irene Montero de designarse a partir de ahora como portavoza en el congreso en lugar de portavoz. No sé que manía les ha entrado a tanta gente en pensar que se feminiza una palabra añadiendo una A al final. Yo creo que el lenguaje es muy importante y que el género no lo determina una A mas o menos añadida al final de una palabra. En el caso en concreto de portavoza, aun tiene menos sentido, puesto que La Voz es ya de por si femenina y el género lo determina el articulo delante, la portavoz, el portavoz. Pero mientras nos perdemos en estas banalidades, se siguen cometiendo atropellos y se siguen perpetuando las desigualdades que se suponía debían denunciar los Goya y que se quedaron en nada, en un simple vuelo de abanicos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario