(este cuadro abstracto de
Ramon de alguna manera me hace pensar en los adulterios y sus complicaciones)
Esta semana estreno y serie
van de la mano. Las dos tratan de adulterios; las dos son muy interesantes; las
dos son muy distintas. No solo por el lugar donde pasan, también por el tipo de
personajes que retratan y las muy distintas consecuencias que tienen sus
respectivas infidelidades, en ellos y en los que les rodean.
La
película: Los informes sobre Sarah y
Saleem
El hecho de que esta película
sea palestina ya la hace distinta. El que trate de un adulterio en un lugar
donde normalmente se habla de guerra y de resistencia, aun la hace más
distinta. Sobre todo porque, a pesar de no ser un film abiertamente político, Los informes sobre Sarah y Saleem dan más
información y hacen un retrato más fiel de lo que pasa en ese espacio no
privilegiado del mundo: la ciudad dividida de Jerusalén. El film lo dirige un
palestino que ha decidido volver a su país para hacer cine con y para los
palestinos. Eso no significa hacer cine en el que los malos son los judíos y los
buenos somos nosotros. No. Para Muayada Alayan y su hermano Rami que firma el
guión, las cosas no son tan simples. Los dos Alayanes han contado con la
colaboración de actores palestinos y judíos que se han metido de lleno en esta
historia que no es exactamente de amor, pero tampoco cabe entenderla como una
metáfora, es un melodrama, pero también un thriller y cine de espías: todo
junto. Sarah es una mujer judía, vive en Jerusalén Oeste, tiene un café, está
casada con David, coronel del ejército y tiene una hija. Saleem es palestino,
es repartidor de una panadería, está casado con Bisan una joven embarazada, vive
en Jerusalén Este en una casa de la familia de Bisan. Cuando los conocemos,
Sarah y Saleem ya están metidos en su historia, un adulterio mucho más
complicado de lo normal al ser una judía y un palestino y tener lugar en una
ciudad dividida, con controles policiales constantes. Ellos lo viven con cierta
alegría, aunque son conscientes de lo que arriesgan. Hasta una fatídica noche
en que intentan ir un poco más allá y se
dejan ver en un bar de Belén. Y ahí empieza todo el lio. Todo sucede por un
cúmulo de errores: una estúpida pelea da lugar a una denuncia que se resuelve
con una mentira que a su vez da origen a una detención y acusación en una
espiral de destrucción kafkiana que encadena las situaciones en una estructura
de tres partes: el incidente, dominado por la pareja protagonista; el contexto
familiar, donde crecen las figuras de David y Bisan; las consecuencias en todos
los implicados, en la que son importantes la abogada de Saleem y el hermano de
Bisan. Lo mejor de todo es que la película nunca juzga a sus personajes ni toma
partido por ninguno de ellos. Deja que el espectador los siga en sus
reacciones y comprenda porque mienten,
traicionan, o engañan, mientras nos descubre y acerca a una realidad que
estamos acostumbrados a ver en los telediarios sin pensar mucho que la gente
que vive en esos territorios ocupados y divididos, son personas absolutamente
normales que sobreviven en un mundo asfixiante que los tiene prisioneros del
miedo, y lo que se considera políticamente correcto. Los informes de Sarah y Saleem ayuda más que muchas informaciones y
análisis a entender ese extraño lugar que forman en un adulterio permanente
Israel y Palestina. Y deja un rayo de esperanza en los rostros de las dos
mujeres protagonistas, Sarah y Bisan.
EL RINCÓN DE LAS SERIES
The Affair
El mismo título de esta serie
ya justifica porque está en esta entrada. El affaire, el asunto, el adulterio,
la infidelidad. Pero solo por esto no la habría traído aquí. The Affair es una serie que se puede ver
en Movistar. Empezó a emitirse en 2014 y lleva cinco temporadas. Confieso que
solo he visto dos, no por falta de ganas, por falta de tiempo (¡ver series es
un trabajo que requiere muchas horas!). Pero la primera sobre todo, la segunde
un poco menos, me gustó mucho. The Affair
pasa en Montauk, un pueblo costero del estado de Nueva York donde acuden a
veranear muchos intelectuales neoyorquinos. Algo debe tener este lugar que hace
que afloren las pasiones. Volker Schlondorf situó allí su película Regreso a Montauk, que también habla de
un adulterio, y es en sus hermosas calles y playas donde Noah y Alison viven su
historia de amor adúltero. Noah es escritor, está casado, tiene cuatro hijos, adora a su familia pero
detesta a su suegro, un escritor mucho mas famosos y rico que él. Alison es
camarera en uno de los restaurantes del puerto, está casada con Cole, ambos
tenían un hijo que murió trágicamente y detesta a la familia de su marido con
los que vive. Ambos encuentran uno en el otro algo que ni siquiera sabían que
estaban buscando y se adentran en esa relación sin calcular las consecuencias.
Pero lo más interesante de la serie, al menos de la primera temporada, es como
está contada. El relato se narra desde el presente, cuando la historia de Noah
y Alison ha sucedido hace mucho. Desde ahí, uno y otro hablan de lo que pasó, tomando
el punto de vista de Noah en la primera parte de cada capítulo y el de Alison
en la segunda parte del capítulo. Los dos recuerdan las mismas situaciones, pero lo hacen de manera
muy diferente, como supongo hacemos todos cuando recordamos siempre desde
nuestra perspectiva y esa perspectiva no tiene porque ser la del otro. Si el
artefacto funciona es en gran parte por los actores que le dan vida. Noah es Dominic
West, el protagonista de The Wire;
Alison es Ruth Wilson, una joven actriz inglesa a la que hemos visto hace poco
en Mrs Wilson. Sus personajes son el
mismo y son otro cuando cada uno recuerda lo que pasó. Cambian sutilmente, casi
sin darte cuenta, gracias a una interpretación llena de matices distintos.
También hay crimen sin resolver que los involucra, pero es más un pequeño hilo
argumental para enlazar los episodios y justificar la investigación que los
hace hablar de su historia de infidelidad. The
Affair es una serie que vale la pena. Prometo ver las tres temporadas que
me faltan. Me han entrado ganas escribiendo de ella.
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