sábado, 19 de septiembre de 2020

FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN



(La noche del jueves 17 fue espléndida en San Sebastián. Gracias Idoia por mandarme esta preciosa foto)

Escribo esta entrada el viernes 18 por la mañana. Hoy empieza el Festival de San Sebastián. No estaré allí. Me habría gustado, bueno no sé si es esa la palabra. Creo que lo que siento es curiosidad por ver cómo se desarrolla una de las ediciones más raras de un festival que está unido a mi historia personal por muchos motivos. Pero no ha podido ser. Así que este año lo miraré desde lejos y lo disfrutaré a través de la vida festivalera que refleja su Diario y la Tele del festival. Después de Málaga a nivel nacional y Venecia a nivel internacional, Sanse se atreve a ser un festival presencial en tiempos del bicho. Con todas las garantías, distancia, mascarilla, gel, lavado, prudencia, pero sin miedo y con ganas de demostrar que se puede seguir viviendo en las peores circunstancias. Habrá menos películas, menos acreditados, menos invitados. A lo mejor el festival sale ganando con esta cura de humildad obligada. Quizás no haga falta tener cada vez más y más sesiones, lo que cuenta es tener buenas películas y series (este año no hay falsas distinciones entre unas y otras) aunque sea sin el circo de la alfombra roja y las entrevistas a destajo. Siempre he pensado que un festival es sobre todo su programación, pero también es muy importante su lado de espectáculo, de fiesta, de glamour. He sido partidaria de la alfombra roja y sus oropeles, porque es una manera de atraer el público al cine y si vienen a ver a las estrellas, a lo mejor se quedaban a ver las películas. Pero si este año la alfombra se reduce a algunos fotógrafos, no pasa nada. La memoria quedará y aunque los festivales de este año se recordarán en la historia como los enmascarados y distanciados, se les reconocerá el valor de haber sido capaces de decir: aquí estamos, aquí seguimos y aquí seguiremos. José Luís Rebordinos, director del Festival lo tiene muy claro: “La industria del cine, como todos los sectores productivos, ha sufrido mucho en los últimos meses. Por eso, el simple hecho de que pueda hacerse la 68 edición del Festival tenemos que celebrarlo como una apuesta clara de lucha para que el cine ocupe los espacios que le corresponden y se merece.”. Buena suerte Sanse, buenas películas, buena convivencia y sobre todo ¡Libre de virus!

 

Isabel

Uno de los momentos más importantes del festival es la entrega del Premio Nacional de Cinematografía que se celebra cada año el primer sábado del festival. Este año el premio le ha sido concedido a Isabel Coixet y yo me siento particularmente contenta con él. Es un premio perfectamente justificado, un reconocimiento al trabajo de esta mujer que tiene las ideas muy claras. Isabel se lo merece por su larguísima trayectoria de más de treinta años en los que ha demostrado ser una gran directora, una gran productora y sobre todo una gran persona. No me acuerdo cuando la conocí, pero si me acuerdo de los dos proyectos que compartimos juntas y en los que su generosidad y apoyo fueron fundamentales. En el año 2009, organicé una retrospectiva de su trabajo en el Festival de Verona, Schermi d’Amore. Fue el año que eligieron Mapa de los sonidos de Tokio en el Festival de Cannes. A pesar del agobio y la presión de esta selección Isabel aceptó venir a Verona y pasamos unos días estupendos en los que no paró de hacer entrevistas y a pesar de eso, logramos tener tiempo para pasear y ver la ciudad junto a Cristina Andreu que la acompañaba en ese viaje. Dos años más tarde, en el 2011, le pedí su colaboración en un proyecto que teníamos en marcha. Se trataba de una serie para televisión con entrevistas a directores de cine español llamada Transparencias. Isabel accedió a dejarnos rodar el piloto con ella. La serie nunca se llevó a cabo, pero hacer aquel piloto fue estupendo.

He hecho muchas entrevistas a Isabel para distintos medios y en distintas ocasiones, siempre la he encontrado dispuesta. Desde su productora ha impulsado la carrera de jóvenes directoras que encuentran en Miss Wasabi un apoyo y un consejo. Los seis años que trabajé en el Festival de Berlín coincidimos allí en cada edición. Siempre tenía algo que hacer en Berlín: jurado el año que ganó La teta asustada; presentar una película o un documental político; un experimento realizado con su teléfono móvil. Espero con ganas cada nueva película de Isabel. A veces me interesa más, a veces menos, unas conectan con mis emociones, otras me dejan indiferente, pero siempre descubro personajes, imágenes, lugares, sensaciones. Estoy deseando ver que ha hecho con Benidorm, seguramente será algo muy extraño. Me gustaba y me gusta mucho hablar con ella. Por eso estoy contenta con este premio. ¡Felicidades Isabel! 

Pequeñas notas de tres estrenos

Pinocho, de Matteo Garrone. Es el Pinocho más fiel al libro, es también el más hermoso. Pero sobre todo, es el más tenebroso, cruel y poco empático de todos. Una rareza.

L’Ofrena de Ventura Durall, melodrama psicológico que recuerda muy vagamente el Rojo y negro de Stendhal- Su protagonista se llama Jan Sorel, usa a una mujer joven que le adora para destruir a una mujer que sedujo hace años. Claro que, a lo mejor, soy yo la que le busco tres pies al gato y la peli no es nada de todo esto.

Knight of Cups de Terrence Malick. Es del 2015, no han hecho pases, no la he podido ver de ninguna manera. Un Malick siempre es un reto. Ustedes mismos. 


EL RINCON DE LAS SERIES



Perry Mason

Recupero esta sección en una semana en la que se me acumulan las series interesantes para destacar. Esta vez me he decidido por Perry Mason, estrenada en HBO hace unos meses. Los que tengan memoria del Perry Mason en blanco y negro de los cincuenta y sesenta, se llevarán una decepción. Por lo menos al principio. Poco a poco se irán encontrando con un tenue hilo conductor entre el Mason de Matthew Rhys y el de Raymond Burr. Conocemos a Mason antes de ser nuestro Perry Mason. Estamos en plena depresión, primeros años treinta, Los Ángeles. Perry Mason es un oscuro y solitario detective privado típico de las novelas de Hammett o Chandler. Tiene un mentor, un viejo abogado que trabaja en causas aparentemente perdidas y al que ayuda en sus juicios. La ciudad es la otra gran protagonista, sumida en la depresión, poblada de estrellas rutilantes de cine que conviven con la miseria de la gente, LA padece el auge de las grandes industrias religiosas con la hegemonía de sus predicadores evangélicos, concretamente la secta millonaria de la Hermana Alice McKeegan, líder de la Asamblea Radiante de Dios. (Abro un paréntesis para anotar una curiosa coincidencia. En una serie más bien fallida de Movistar Penny Dreadful: City of Angels, aparece el mismo personaje de Alice y la misma secta religiosa en los años treinta). La trama del secuestro y asesinato de un bebé, es el hilo argumental de los ocho capítulos en los que el joven Mason pasará de ser un detective privado a ser un abogado idealista, contando con la ayuda de una estupenda Della, la eterna secretaria, inteligente y mucho mas perspicaz que su jefe. (Aquí abro otro paréntesis para hacer una pequeña queja personal. Estoy harta de que en todas las series y en muchas películas de los últimos años siempre haya una mujer lesbiana. Hubo un tiempo en que siempre tenía que haber un personaje de color, luego un homosexual, ahora una lesbiana. Es muy pesado. Cuando la historia lo pide me parece estupendo, pero ¿era necesario que Della fuera lesbiana para que Perry Mason funcionara? ¿Era necesario que Paul Drake, su eterno amigo y colaborador fuera negro? Creo que no, que no aporta nada a la serie y simplemente demuestra la dictadura del pensamiento dominante que controla buena parte de la creación contemporanea. Desgraciadamente, Della no es el único ejemplo). Vuelvo a Perry Mason. Es una gran serie. Y no es extraño si comprobamos que tiene como director a Tim Van Patten, uno de los principales creadores de Los Soprano y Boardwalk Empire, una indudable garantía de calidad. El Perry Mason del inolvidable protagonista de The Americans, es un hombre atormentado por los recuerdos de la primera guerra mundial que encuentra en la profesión que le hará famoso un camino de redención y reconciliación consigo mismo. Se ha anunciado una segunda temporada, espero que sea tan buena como la primera.

 El regalo de esta semana es un cuadro de Ramon que sé que le gusta mucho a Isabel



 

 

 

 

 

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