Es un hecho incuestionable que
el cine y las series que se producen en el norte de Europa son muy buenas. No
hace falta remontarse a Bergman o Dreyer para saberlo. Basta con dar una mirada
a los reinos del norte, monarquías parlamentarias que gozan de una saludable
vida democrática, solo teñida por los rigores que el clima impone a sus
habitantes, para darse cuenta que Dinamarca, Noruega, Suecia y Finlandia están
en la vanguardia de la creación de estos últimos años. Esta semana en la que se
estrena una gran película danesa, me he permitido ampliar el arco a los cuatro
reinos y hablar de una serie noruega, otra finlandesa y un libro sueco. Disfrútenlos
acompañados, si es posible, de un buen aquavit, es decir un buena agua de vida.
Dinamarca.
Otra ronda, de Thomas Vinterberg
El ex niño prodigio del Dogma
95, aquella famosa escuela de naturalismo cinematográfico que se sacó de la
manga Lars Von Trier a mediados de los noventa, consiguió librarse de la
tiranía dogmática y ha construido una filmografía variada y muy personal. Si su
carrera comenzó con una “celebración” en 1998, veinte años después ha decidido
permitirse una nueva fiesta con esta ronda de alcohol que lo que quiere es
celebrar la vida y la creatividad. Seguramente para muchos puede ser una
provocación hacer un film en el que se afirma que la creatividad está
directamente unida a la tasa de alcohol en sangre. Aunque no es exactamente
esto lo que se dice. Partiendo de una teoría que sostiene que el hombre nace
con un déficit de alcohol en sangre del 0.05% y fijándose en el hecho
incuestionable de que muchos de los grandes escritores, pintores, cineastas han
sido alcohólicos declarados, Otra ronda
se sumerge en la vida de cuatro profesores de instituto, en la cuarentena,
cansados de su vida, sin ilusiones ni aspiraciones, que deciden probar que pasa
si ponen en práctica la teoría noruega. Y lo que pasa es una auténtica
liberación: vuelven a vivir, vuelven a ser, vuelven a sentir. Una celebración en
toda regla. Pero Vinterberg no es un irresponsable y sabe que no todo es luz en
el paraíso del alcohólico y no duda en mostrar las consecuencias de un abuso
incontrolado. Pero sin moralismo, sin culpa, sin miedo. Otra ronda es un film liberador que permite pensar en la bebida y
en la vida, dejando a los individuos la capacidad de decidir cuando, como y cuánto
deben beber. Pero nunca dando lecciones ni propagando miedos y represiones. Si
la van a ver, al salir, vayan a un bar (si hay alguno abierto, claro) y tómense
una copa de vino o de lo que sea. Vale la pena.
Noruega:
Wisting, Movistar
Noruega es una gran productora
de series. Casi todas se pueden enmarcar en el género de cine negro, ya sea en
su vertiente económica de crítica al gran capitalismo, ya sea en la criminal. Wisting pertenece a la criminal. Wisting
es un comisario de policía más bien aburrido, que se ve envuelto en un caso
especial en el que debe colaborar con una agente del FBI. Todo empieza con la
aparición de un cadáver con las características de un asesino en serie
norteamericano buscado por el FBI. La nieve, el frío, la oscuridad los tonos
azules, todo eso está presente en esta serie basada en un ciclo de novelas que
no conozco escritas por Jørn Lier Horst. William Wisting es un hombre normal, viudo,
con una hija periodista y un hijo que vive lejos, no tiene grandes problemas
emocionales a diferencia de otros detectives nórdicos. Wisting podría ser una más de las mucha series sobre crímenes que
llenan las plataformas, pero lo que la hace distinta es el ritmo que nace del contraste
entre los métodos de investigación de Wisting y los de la agente del FBI que
llega a la pequeña ciudad de Larvik para intentar averiguar si ese asesino
noruego es el mismo que dejó una huella sangrienta en Estados Unidos. La serie
da varios giros que obligan a querer saber más, no todo es fácil para el
comisario. La verdad es que después de verla me han entrado ganas de leer las
novelas. Solo hay dos traducidas, Cerrado
en invierno y Perros de caza. Las
buscaré.
Suecia:
1793, libro de Niklas Natt Och Dag
Descubrí este libro en un
artículo de Marius Carol en La Vanguardia,
donde en realidad hablaba de 1794. Me
llamó la atención y cuando lo fui a comprar me sugirieron que primero leyera 1793. Ha sido un pequeño o gran
descubrimiento. Después de leerlo, he averiguado que los libros de este autor
de nombre tan sonoro, se llama Nicolás Noche y Día, son auténticos best sellers
internacionales y que fue uno de los visitantes de BCNegra el año pasado.
Ambientado en el Estocolmo de los tiempos post Revolución Francesa, se trata de
una intriga criminal a la que se enfrentan dos personajes muy peculiares. Un inteligente
abogado tuberculoso y casi moribundo y un ex soldado manco de las campañas
rusas con el que establece una extraña y muy atractiva alianza. El título hace
referencia al año en el que transcurre la historia, empezando por el otoño de
1793, para remontarse al verano, luego la primavera y finalmente el otoño. Esta
estructura permite ir trazando una macabra historia a partir de la aparición de
un cadáver mutilado en las aguas de un lago de la ciudad. Estocolmo tiene un
gran protagonismo en esta investigación llena de giros inesperados, pistas
falsas y olores nauseabundos. El autor no elude las descripciones siniestras ni
las situaciones más crueles, pero lo hace de una manera justificada en un
contexto de miseria y podredumbre. En realidad no puedes dejar de leerlo,
quieres saber más, averiguar quién fue ese pobre adolescente de largos cabellos
rubios que apareció en el lago, creer que Cecil Winge vencerá su enfermedad y
que Mickel Cardell logrará encontrar la paz. 1793 es un libro que remite a Los
miserables, a Sade, a las pinturas negras de Goya, pero sin moralismos
innecesarios. Invita a imaginar y a visualizar la maldad y la crueldad de una
época donde el sadismo era moneda de cambio habitual. Me extraña que no hayan
hecho una serie basada en el libro. Aunque la verdad, veo en él una corriente
de ida y vuelta. Intuyo que Niklas Natt och Dag es un consumidor ávido de
series negras nórdicas y creo notar su influencia en sus páginas. Aunque él
confesaba en una entrevista en Barcelona que la inspiración la encontró en las canciones de Carl Michael Bellman, un compositor y poeta sueco del siglo XVIII
que retrataba Estocolmo y sus habitantes. De hecho, 1793 es la primera entrega de lo que su autor llama La Trilogía de Bellman. Estoy desando
leer las siguientes 1794 y 1795.
Finlandia:
Shadow Lines Filmin
Estamos acostumbrados a ver el
cine finlandés a través de la óptica de Aki Kaurismaki (un director que podría
hacer buenas migas con los cuatro profesores de Otra ronda). Pero en ese pequeño y lejano país tan cercano a la Rusia
del zar, de Stalin y de Putin, hay muchas más historias. Una de ellas es la
que cuenta esta serie de 10 capítulos ambientada en 1955, en plena guerra fría.
Las luchas entre Moscú y Washington tuvieron en la helada Helsinki un escenario
de primer orden. Americanos y rusos querían controlar Finlandia, un país de
enorme importancia estratégica. Juguetes en manos de las dos potencias, The
Fist, (El Puño) una organización de espías finlandesa, intenta mantener la
independencia de su país sin dejarse avasallar ni por el KGB ni por la CIA, ambos
dispuestos a conseguir el poder de la neutral Finlandia manipulando los
candidatos a la presidencia favorables a uno y otro bando (lo que le da a esta
serie una extraña actualidad). En medio de esta batalla, en una ciudad entre el
dorado y el azul oscuro, la joven Helena se verá arrastrada en la guerra
mientras descubre un secreto de su pasado que pondrá en peligro toda la
operación emprendida por la organización. Lejos del cine de espías
norteamericano, más cerca del Smiley de Le Carré, pero en un ambiente elegante,
estilizado, de humo y de vestidos de satén verde, en la serie se hacen cada vez
más evidentes las delgadas líneas de sombra que separan dos mundos, dos realidades,
el pasado y el presente. Shadow Lines
es diferente en su ritmo, en sus personajes, en su propia relato. Es una
oportunidad de descubrir otra manera de acercarse a las historias de siempre.
El regalo de esta semana es un árbol invernal y misterioso que podría estar en cualquiera de los cuatro países nórdicos.
Estoy deseando ver "Otra ronda" y también leer "1794" (en este caso, con temor a decepcionarme después de lo mucho que me gustó la anterior novela).
ResponderEliminarSaludos.
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