sábado, 8 de mayo de 2021

ENEMIGOS

 

En esta semana de enemigos mortales, de insultos y descalificaciones, de incapacidad de asumir la derrota con una cierta humildad crítica y de acusar a los votantes de ser “gilipollas” por no haber votado a los buenos y haberse inclinado “por los berberechos”, hablar de estas dos películas que son una, está más que justificado.

 


Enemigos: Comisario/Enemigos: Abogado

Se trata de dos films alemanes que se pueden ver en Filmin. Enemigos: El comisario, Enemigos: El abogado. Como en otras ocasiones, tengo que agradecerle a un amigo que me hablara de ellas. Enemigos cuenta la misma historia narrada desde el punto de vista de un comisario que investiga la desaparición y muerte de una niña en una pequeña ciudad alemana y del abogado que defiende al presunto culpable del rapto que acaba en tragedia involuntaria. En realidad es igual como se miren, pero yo recomiendo ver primero la versión del Comisario porque expone el caso de una manera más clara y después ver la versión del abogado, que ilumina la investigación y de hecho la cuestiona. Lo interesante de las dos versiones es que muestran los mismos hechos en la primera y en la tercera parte. En la primera, con pequeñas diferencias de matiz; en la tercera, con un cambio del punto de vista de la cámara durante el impresionante interrogatorio del abogado en el juicio. Si el primer y el tercer acto cuentan lo mismo, en la parte central del relato divergen notablemente las versiones del comisario y del abogado. Y es ahí donde las películas dan un giro y pasan de ser una simple investigación criminal sobre un asesino del que nunca estaremos seguros si es culpable o no, aunque de lo que sí estamos seguros es de que es muy desagradable, a plantear un debate mucho más profundo y con connotaciones más allá del propio caso. Lo que está en juego en estas dos películas es el propio estado de derecho, tan maltratado y utilizado en muchas declaraciones. Lo que el abogado plantea es algo que ya había enunciado Hannah Arendt cuando afirmaba que el concepto de Libertad (tan manoseado estos días) constituye un elemento fundamental para la reflexión, colocando en el centro de la acción política el vínculo entre la ley y su puesta en marcha como única manera de garantizar los derechos humanos. Lo que el abogado defiende es el “derecho a tener derechos” como la única garantía de que la sociedad funcione en todos sus niveles. ¿Es culpable el acusado? No importa, lo que importa es lo que ha hecho el comisario y lo que ha descubierto el abogado. Enemigos es un espejo de dos caras dirigido por Nils Willbrandt basado en un relato del abogado y escritor Ferdinand von Schirach. Parte de su atractivo está en la confrontación no solo de métodos, también de carácter y manera de interpretar del acelerado Bjarne Mädel, el comisario y el tranquilo y metódico Klaus María Brandauer, el abogado. Consciente de que lo que importa es el fondo del asunto, Enemigos se retira cinematográficamente a un segundo plano: no quiere innovar ni experimentar. Se limita a exponer. Y ya es suficiente.

 

Centro Memorial de Potocari en Srebrenica

Quo Vadis, Aida?

También habla de enemigos el estreno más importante de la semana, al menos para mí. Se titula Quo Vadis, Aida?, es una película bosnia dirigida por una mujer, Jasmila Zbanic a la que descubrimos hace años en otro film impresionante Grbavica (El secreto de Esma). Zbanic no ha dejado de indagar en ese horrible pasado, una mancha imborrable, por más que la intentemos olvidar, de la vergüenza de Europa y el mundo en la guerra de los Balcanes, en la antigua Yugoeslavia. Han pasado 25 años desde los hechos que nos recuerda esta Aida desesperada por salvar a su familia en medio de una tragedia sin precedentes. Estamos en el mes de julio de 1995, en la ciudad bosnia de  Srebrenica, asediada y ocupada finalmente por las tropas serbias del general Ratko Mladić. En ese caluroso mes de julio, la población civil buscó refugio en una de las bases de la ONU, comandado por un holandés de los Cascos Azules. Incapaz de contener las oleadas de gente que intentaba escapar de las tropas serbias, los soldados de la ONU, abandonados por sus mandos en lejanos despachos, acabaron por pactar con Mladić una rendición. El resultado fue lo que se conoce en la historia negra de Europa como la Masacre de Srebrenica, en la que 8.000 hombres bosnios musulmanes, incluidos niños y ancianos, fueron atrozmente asesinados en una de las más horribles operaciones de limpieza étnica de una guerra llena de horrores. La película cuenta este terrible día desde la perspectiva de Aida, intérprete al servicio de las tropas de la ONU. Consciente de lo que sucederá, Aida intenta inútilmente que su marido y sus dos hijos sean evacuados por los soldados junto con el personal de las Naciones Unidas. El ritmo desesperado de Aida en sus idas y venidas entre la gente, su familia y los militares, imprime a la película una excitación y un apremio contagioso y angustioso. Pero por encima de todo, el film nos recuerda que no hace tanto tiempo, apenas 25 años, Europa vivió una de las páginas más negras de su historia en una guerra fratricida, nacionalista excluyente en la que unos se sentían superiores a los otros, simplemente por ser de un lugar diferente y tener una religión diferente. Conviene no olvidarlo en estos momentos en los que los nuevos nacionalismos populistas (de todos los colores) acechan la convivencia de la gente. 

El regalo de esta semana no tiene nada que ver con los enemigos, al contrario. Es más bien un canto a la belleza y la serenidad nacido de la amistad. Se trata del documental sobre Ramon Herreros, Stupor Mundi, dirigido por Hilari M. Pellicé en el 2012, que se podrá ver en la Filmoteca de Catalunya el martes 11 de mayo a las 16.30. El director y el pintor estarán en la sesión presentando el film acompañados del crítico de arte Joan Francesc Ainaud. El verdadero regalo es poder verlo en pantalla grande, pero si no es posible, siempre queda la posibilidad de disfrutarlo en Filmin.

 


 

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