Primera B Luis García Berlanga. ¡Viva Rusia!
Edición a cargo de Manuel Hidalgo. Ed.
Pepitas de calabaza, 2022
El
12 de junio del año pasado se cumplió el centenario del nacimiento de Luis G.
Berlanga. Fue entonces cuando se conoció el contenido de la caja que el
director tenía depositada en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes
desde el 2008 con orden de no abrirla hasta que llegara su centenario. En ese
momento se supo que allí estaba guardado el guión definitivo de ¡Viva Rusia! la cuarta entrega de la
famosa Trilogía Nacional, la saga inolvidable de los marqueses de Leguineche
que protagonizaban Luis Escobar y José Luis López Vázquez al frente de un
elenco coral en estado de gracia. Descubrir este guión profético ya desde su mismo
título llevó a Manuel Hidalgo, con la colaboración de la editorial Pepitas de calabaza
, a publicarlo en una especie de reconocimiento y recuerdo del que pudo ser el
cuarto y quizás no último capítulo de la saga Nacional, retrato imprescindible y
jocoso de esa tan traída y llevada Transición.
Manuel
Hidalgo fue uno de los cuatro guionistas de este guión compartido. Comenzado
por Berlanga y Azcona, tuvo una primera versión con la incorporación de Jorge
Berlanga y cuando los autores se vieron desbordados por sus 163 páginas,
recurrieron a la colaboración como auténtico medico de guiones de Manuel
Hidalgo, crítico y escritor, amigo de todos ellos. Fue Hidalgo el que le dio el
título de ¡Viva Rusia! a lo que hasta
entonces se llamaba tan solo Nacional IV.
Durante un par de años, entre 1991 y 1992, Hidalgo cortó, escribió, corrigió e
incorporó todas las sugerencias de los Berlangas en una historia que se hacía
eco de la debacle del comunismo en la ex Unión Soviética, con un humor ácido y
punzante, donde jugaba un papel destacado el empresario catalán Jaume Canivell interpretado
magistralmente por José Sazatornil, Saza, en la primera entrega de la serie. La
muerte del marqués de Leguineche (Luiís Escobar había muerto hacía poco) se
incorporaba a la trama como punto de arranque de una historia en la que toda la
corte de los milagros escopeteros tenía su momento de gloria. Desgraciadamente
este guión nunca llegó a rodarse, pero quedó entre los tesoros de Berlanga que
al cumplirse sus cien años se han podido descubrir. Leerlo con el recuerdo de
los rostros y las voces de sus protagonistas, muchos de ellos por no decir
todos, ya desaparecidos, produce una sensación muy rara: es como ver una película
en sombras, tras un velo, intuirla. Y al mismo tiempo disfrutarla. Es raro,
como raro es que precisamente su publicación coincida con un momento en que un
personaje siniestro como Putin esté protagonizando su propia versión de un ¡Viva
Rusia! imperial y zarista en una guerra que sigue ahí, muy presente, aunque
parezca que ha desaparecido de la primera línea de las noticias. ¡Viva Berlanga!
sin duda y gracias a todos por este último episodio nacional.
Segunda B Juan Antonio Bardem. Imprescindibles RTVE Play
Juan Antonio Bardem, vitalista
militante, de
Alberto Bermejo
Parece que ni siquiera cien
años después, se pueden separar las dos B del cine español que más influencia
han tenido en toda su historia (con permiso de la tercera B, la de Buñuel). Si
el 12 de junio del 2021 se cumplían cien años del nacimiento de Berlanga, el 2
de junio de este 2022 se han cumplido los cien años del nacimiento de Juan
Antonio Bardem.
Juan Antonio Bardem, el
primero de una saga familiar cuyo apellido es tan familiar a todos por Javier y
Carlos, es un director relativamente “olvidado” en estos momentos. Entrecomillo
lo de olvidado, porque en realidad sigue muy presente en buena parte del cine
español contemporáneo aunque muchos no sepan que están haciendo cine
bardemiano. ¿Y cuál es el cine bardemiano, o mejor dicho quién fue Juan Antonio
Bardem en realidad y al margen de tópicos repetidos en casi todos los libros de
historia del cine español? Eso es lo que intenta responder el Imprescindibles
de Alberto Bermejo al acercarse al director de Muerte de un ciclista desde una mirada si no nueva, si limpia de
prejuicios. Sin dejar de lado el peso y la importancia de su militancia política
en el PCE, sin complacencia hacia un cine que en la urgencia de ser “realista”
acabó siendo una imagen distorsionada de esa realidad vista a través del
realismo socialista, recuperando el tremendo sentido del humor y sobre todo el
humanismo de un hombre magnifico en su trato personal y comprometido en su
trabajo cinematográfico, el Imprescindibles de Bermejo nos acerca a un Bardem
que no conocíamos como creíamos. Y nos reconcilia con él y su extraña deriva en
los años sesenta y su vuelta a los orígenes en El puente que significó un puente entre el pasado y el futuro
atravesado por un Landa que venía de atrás y se proyectaba adelante.
Testimonios de amigos y familiares, de críticos y de compañeros, completan este
retrato que invita a revisar su cine con ojos despejados de telarañas
socializantes. Desde la extraña pareja feliz que encarnó con un Berlanga
primerizo, pasando por el homenaje a su familia de cómicos, los retratos de la
burguesía de Muerte de un ciclista o Calle Mayor, pasando por ese
inclasificable western castellano que es La
venganza hasta llegar a la extraordinaria Nunca pasa nada, para mí su mejor película sin ninguna duda. Es
curioso ver como las dos B del cine español pasaron por una especia de travesía
del desierto creativo entre 1965 y 1977. Con la muerte de Franco, la urgencia
de la lucha dejó paso a un cine más político, Siete días de enero, pero sobre todo al descubrimiento de la
televisión como escaparate de pruebas: Jarabo
en 1985, la serie Lorca, muerte de un
poeta en 1987 y El joven Picasso
en 1993. Recordar a Bardem es un buen ejercicio de memoria histórica. De buena memoria
histórica.
Este es el enlace a
Imprescindibles
https://www.rtve.es/play/videos/imprescindibles/juan-antonio-bardem-vitalista-militante/6562554/
La T de Jonás Trueba. Tenéis que venir a verla
Cada película de Jonás Trueba es un reto para el espectador. Esta también. Pero de otro tipo muy distinto al que significaba ¿Quién lo impide? Aquí estamos ante el tiempo detenido, alargado, dilatado. Que en una película de apenas una hora se dediquen los 5 o 6 primeros minutos a escuchar una pieza de piano de Chano Domínguez, llamada precisamente Limbo, escrita por el compositor durante el confinamiento, nos da la clave de cómo tenemos que entrar en este film tranquilo y jazzístico en las improvisaciones calculadas de sus cuatro protagonistas, tres de ellos habituales compañeros de Jonás en su cine, Vito Sanz, Itsaso Arana, Francesco Carril junto a una nueva incorporación, la de Irene Escolar. Todos ellos, como Jonás, en la treintena, todos ellos, como Jonás y me atrevo a decir como casi todos tengamos la edad que tengamos, desconcertados, descentrados, después de vivir una distopía real como fue lo sucedido en el año 2020. El film comienza en un café donde Chano Domínguez toca su pieza mientras vemos los rostros de los personajes descritos por la cámara como paisajes humanos. Poco después asistimos a una charla donde los cuatro amigos se lamentan de no verse más desde que una de las parejas, la que forman Irene y Francesco, decidió irse a vivir fuera de Madrid. Los dos insisten a sus amigos diciéndoles continuamente “Tenéis que venir a verla”… la casa en el campo naturalmente. Cuando se separan, los urbanitas, Itsaso y Vito, pasean por un Madrid callado y nocturno camino de su casa y descubren que les gusta su ciudad. Seis meses después los cuatro se vuelven a encontrar esta vez en el campo, en el supuesto paraíso rural, en la casa que por fin han ido a ver. Comidas, paseos, lecturas, todo muy truebiano (nunca más usare el término rohmeriano, Trueba se ha ganado a pulso dar nombre a su estilo) tranquilo, sin estridencias, sin contrastes. Con el libro Has de cambiar tu vida del filósofo alemán Peter Sloterdijk como música de fondo, transcurren las conversaciones a cuatro o a dos, los partidos de ping pong, la contemplación de un paisaje rural urbanizado y nada bucólico en un film que no es apto para todos los públicos, lo reconozco, pero que agradezco que exista y que de alguna manera sirva para todos los que se sienten representados por el desconcierto y el deseo de cambiar tu vida.
El regalo de esta semana es
para los cuatro amigos de Tenéis que
venir a verla. Esta casita de Ramon si vale la pena venir a verla.
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