(árboles de invierno)
Se estrena hoy la película
Monsieur Lazhar, de Philippe Falardeau. Es una película canadiense, mejor dicho
quebecois. Hay en este film muchas
capas que se superponen como transparencias en una tela pintada. Lo que vemos,
lo mas evidente, es la historia de un maestro, Monsieur Lazhar que llega a una
escuela donde ha ocurrido una tragedia.
Esa es la primera capa. El
suicidio de una profesora en el aula donde impartía sus clases, descubierto por
un niño de once años, traumatiza al pequeño y a toda la escuela. Borrar ese
fantasma de los sueños y la memoria de los niños será el primer trabajo de
Monsieur Lazhar.
La segunda capa está mas
escondida y va a florando poco a poco. Se trata de la dictadura de lo
políticamente correcto. A los alumnos no se les puede ni castigar, ni tocar, ni
siquiera consolar. Uno de los motivos que pueden explicar el
suicidio de la maestra es que abrazó y besó a un niño en un momento de dolor
del pequeño y éste, al contarlo, provocó que la maestra fuera sospechosa de
abusar del pequeño. Justamente el niño que la descubre colgada en medio de la
clase. Tema espinoso y lleno de trampas mortales: donde están los límites entre
la compasión y el abuso.
Una tercera capa, menos
importante, aparentemente, es el de la violencia entre los niños. Se castiga la
violencia física, la agresión. Pero la violencia verbal, la marginación, el
acoso moral, ese se tolera, cuando no se alienta abiertamente.
Cuarta veladura. Los niños
abandonados por sus padres en manos de niñeras y maestros. Niños inteligentes y
sensibles que buscan donde pueden un apoyo para sostenerse en una sociedad que
los sobreprotege, pero no los entiende.
Aun hay tres mas capas en este
film: una, la anglofobia de los canadienses de Quebec, incapaces, casi, de
estudiar inglés; dos, el racismo latente hacia la gente de otras culturas en un
mundo que se quiere tolerante y abierto y no lo es tanto; tres, el poder de la
burocracia que acaba por eliminar del sistema a un profesor que ha demostrado
su valia simplemente porque no tiene el título que le acredita.
Todo esto es Monsieur
Lazhar, pero lo que hace del film algo importante, es que todo está sin que lo
veamos, sin enfatizarlo, sin moralismos ni lecciones. Bajo la apariencia de una
historia suave entre un profesor, sus alumnos y los maestros que le rodean.
Bajo la nieve y con la primavera como paisaje de fondo.
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