(menos mal que siempre me quedarán los hermoso árboles de Ramon para cobijarme)
No se si debería empezar a preocuparme en serio. Hasta ahora
siempre he plantado cara a los problemas de trabajo porque mi experiencia me
enseñaba que casi siempre, en mejores o peores circunstancias, salía adelante
en condiciones laborales adversas o injustas.
Pero la situación a la que me
enfrento ahora es muy diferente. De pronto, me he encontrado con una idea que
se repite en distintos espacios: lo sentimos pero no podemos contar contigo. Les
encanta mi trabajo, lo hago muy bien, pero la reducción de presupuestos y los recortes,
les obligan a dejarme fuera. A partir de ahora, lo harán todo con la gente que
está fija y cobra todo el año, gente que hará su trabajo y el mío.
Y yo me
pregunto, ¿se han parado a pensar las consecuencias de esta política de
todo desde dentro? Porque que yo sepa, a los que se quedan, todos ellos
absolutamente válidos sin ninguna duda, no les pagan mas dinero por hacer su trabajo y
el mío, y en cambio les exigen mas horas. Eso sin tener en cuenta que yo cada
vez tengo menos trabajo (y cuando digo yo, podría decir un amplio “nosotros”,
porque somos muchos los trabajadores de la cultura autónomos que dependemos de
las colaboraciones y contratos que nos hacen), lo que significa que gano menos
y eso se traduce en que consumo menos y….
Todo esto me produce indignación y tristeza
a partes iguales. La política de recortes generalizada que impera en estos momentos
nos lleva a la ruina económica, moral y cultural. La combinación del luteranismo feroz con el
marxismo mas intolerante que lleva el sello de la política de Angela Merkel, es
un suicidio a cámara lenta. Si a esto sumamos un capitalismo salvaje y descontrolado
durante casi veinte años, que ha jugado todo a la carta del ladrillo y la
especulación, estamos ante el final de
una época.
¿Al final los mayas tendrán razón y
en el 2012 se acabará el mundo?
"siempre me quedarán los hermoso árboles de Ramon para cobijarme"
ResponderEliminar...y los amigos, Nuria.
Un abrazo, que me gustaría que te llegase lleno de esperanza.
Los amigos y los arboles, dos cosas con las que sé que siempre contaré.
EliminarTambién con la ilusión que se recupera con fuerza.
Gracias