miércoles, 20 de febrero de 2013

GOYAS



Se ha destacado en todas las crónicas de la ceremonia de los Premios Goya, el carácter reivindicativo que tuvo la ceremonia y se ha hablado mucho del discurso de Candela Peña. No me parece mal, aunque me habría gustado que también hubiera hecho alguna referencia a la película por la que le premiaban. Habría agradecido que hiciera alguna alusión a Una pistola en cada mano, sobre todo, después de haber sido completamente marginada en las nominaciones.

Y eso me lleva a dos reflexiones entorno a estos Goya 2013.
Una es el sistema de nominaciones. En un año en el que el cine español ha demostrado una vitalidad enorme, una variedad notable y en el que ha habido varias películas destacadas, reducir prácticamente todas las nominaciones a cuatro títulos, me parece injusto. No es solo el caso de Una pistola en cada mano, hay mas películas que no estaban entre las nominadas, o lo estaban con pequeñas candidaturas.

No quiero decir con esto que no esté de acuerdo en que las cuatro películas que centraron la atención no sean estupendas. Cada una en su estilo lo son y desde aquí felicito a todos los que han ganado un premio con ellas. Pero había mas y los Goya las han olvidado.

La otra la tomo de las palabras de Jota Bayona en su discurso de aceptación del Goya.  Palabras que me parecen importantes y significativas. Palabras que demuestran que algo, de verdad, está cambiando en nuestro cine.
Está bien hacer películas grandes, hacer película grandes no significa ser arrogantes. Igual que hacer películas pequeñas no significa ser pobre. El cine español necesita películas grandes, medianas y pequeñas.

Ya veremos si el año que viene tenemos películas grandes, medianas y pequeñas donde escoger.



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